Captítulo 29

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Había llegado el día de la premier de Peter. Por la mañana habían hecho un brunch únicamente para los del elenco y equipo con sus respectivas parejas, ya que a la noche sería el gran evento con medios e invitados especiales. Llegamos a las once de la mañana al DOT y vimos a gente del staff montando el banner para la alfombra roja. En la entrada estaba Federico, el otro director, junto con su esposa y el resto del elenco. Peter me presentó a cada uno de ellos junto a la famosa Andrea Rincón y Lorenzo Ferro, el protagonista. Nos pasaron a las mesas donde después saludamos a Luis Brandoni y Hugo Silva que me hablaban maravillas de Peter y lo bueno que había sido con todos durante las grabaciones.

Nos tomaron un par de fotos mientras las conversaciones tomaban el protagonismo de la mañana, comimos un par de canapés, mimosas y agua para mí. Peter aprovechó con todos sus compañeros a darles la noticia sobre mi embarazo, ya que la panza se me notaba muchísimo más con un vestido negro que traía, todos nos felicitaban emocionados. De regreso a casa, no dejaba de darle besitos a Peter y de decirle lo orgullosa que estaba por todos los comentarios que sus compañeros me decían. Los nervios comenzaban a invadir a Peter horas antes de la Premier, por lo que lo tranquilicé preparándole un té con un piquete de ron para darle ánimos.

Mientras él se bañaba, yo miraba la televisión esperando a que fuera mi turno de la ducha y pudiera comenzar a arreglarme pero de un momento a otro, comencé a tener una contracción abdominal que me tomó desapercibida. Le grité a Peter y salió corriendo con una toalla enredada en su cintura casi tropezando por el agua que iba dejando. El dolor no era tanto pero eran bastante incómodas para moverme. Los nervios y el pánico inundaron a Peter que intentaba levantarme del sillón para llevarme al hospital pero le insistí que no era necesario. Así que esperamos un poco a que bajara la tensión, que por milagro lo hizo y me dijo que le llamaría al doctor para que viniera mientras él terminaba de vestirse.

—Muy bien, todo está bajo control —dijo el Doctor mientras guardaba su estetoscopio—, no hay nada de qué preocuparse.

—¿Está seguro, Doc?, mire que si es un parto prematuro, tenemos que irnos ya al hospital —comentó Peter un poco sobresaltado.

—Lo que Mariana tuvo fueron contracciones de Braxton Hicks o de falso parto, suelen tenerlas muchas mujeres un par de semanas antes del parto natural. Normalmente, se dan por deshidratación, que no es tu caso, o de un esfuerzo extenso.

—Okay pero, ¿le dará alguna medicina para eso?

—No es necesario, con reposo y un baño tibio será suficiente. Recomiendo también mantenerse hidratada y tomar algún té que tenga para relajarse —Me explicaba—. Sobre el embarazo no hay por qué preocuparse, está muy bien y va perfecto. Aún le quedan un par de semanas. Si llega a sentir dolor con estas contracciones más seguidas, será recomendable llevarla directo al hospital, solo si son muy dolorosas y frecuentes, ¿entendido?

—Muchas gracias, Doc. —Peter le tendió la mano para agradecerle.

—Para eso estamos. Estoy al pendiente, Mariana.

—Claro, gracias. —Le di la mano para despedirlo sin necesidad de levantarme y Peter lo acompañó a la puerta.

—Bueno, te voy a preparar un té y te voy a llenar la tina con espuma y aceite de jazmines. —dijo mientras escribía algo en el celular.

—¿Qué hacés? Espero no estés pensando en quedarte. —Le advertí.

—Eso es justo lo que estoy pensando. Le estoy avisando a Federico que no voy a poder ir, quiero quedarme a cuidarte.

—A ver, no mi amor, dale. —intenté levantarme del sillón pero mis piernas estaban un poco adormiladas por la tensión.

—Ni intentes convencerme, ya está decidido, Lali. —Me miró desde arriba.

A Mi Manera 2Where stories live. Discover now