A Mi Manera 2

Capítulo 24

Estábamos a diez minutos de llegar a la casa de los padres de Peter en Cariló. Habían pasado casi dos semanas de que habíamos llegado de México y aún no le contábamos a nuestros amigos, primero queríamos darles la noticia a la familia de Peter, que llevaba casi dos años de no verlos, algo que me traía muy nerviosa porque no sabía si me habían terminado odiando o si alguna vez Peter les había dicho todo lo que había pasado entre nosotros.

Cuando atravesamos el camino de árboles y alcancé a ver la fachada de la casa, Peter me tomó de la mano izquierda para besarla justo en donde posaba el bellísimo anillo que me había dado. Después de haber respondido que sí quería casarme con él, insistió en que si no me gustaba el anillo lo podíamos cambiar por el que yo quisiese pero con lo gran terco que era mi novio, no captaba que realmente me había enamorado con el que él había elegido. Estacionamos el auto detrás del coche de su padre y bajamos para entrar tomados de la mano conteniendo la ansiedad y felicidad.

—¿Familia? —Peter saludó alzando la voz mientras entrábamos a la cocina.

Claudia estaba cocinando junto a la señora que la ayudaba en la casa y cuando nos oyó, casi tira todo lo que estaba en el sartén por azotar el cucharón que traía en la mano, a la vez que soltó un chillido y rodeó la mesa para llegar a nosotros.

—¡Ay, mis amores! —Me abrazó como si los años no hubieran pasado, un abrazo cálido y amoroso, tal como era Claudia— Qué lindo verlos, ¿cómo fue el viaje? —La mujer abrazó a su hijo y le dio un apretón de cachetes, Peter sonreía teniendo los ojos chinitos.

—Bien ma, fue rápido. ¿Papá? —preguntó.

—Está arriba tomando una ducha que recién volvió del golf. Vamos a la sala que ahí tengo el mate y un par de alfajores. Qué alegría verlos por fin. —Nos tomó del brazo a ambos dejándola a ella en medio y nos llevó hacia la sala, Peter y yo nos sentamos frente a ella— ¿Cómo has estado, Lalita mía?, no sabés lo que te extrañábamos por acá. Felicitaciones por todos esos premios, he estado muy pegada a las redes últimamente y bueno, claro que Juan Pedro nos tiene al tanto.

—Yo también los extrañaba, un montón de no verlos. —miré a Peter con una sonrisa— Y muchas gracias. A ver, no son tantos pero...

—Mi niña pero son premios. —Me interrumpió— Aún recuerdo cuando nos comentabas de tus obras infantiles y ahora sos toda una actriz y de las mejores que tiene el país.

—Bueno, muchas gracias. Ha sido espectacular todo, ¿no? —giré para ver a Peter que tenía un alfajor en la boca.

—Pero mirá a quién tenemos por aquí, la gran Lali Espósito. —La voz del papá de Peter invadió la sala. Me puse de pie y le sonreí alegre, él me esperaba a dos pasos con la misma sonrisa y los brazos abiertos.

—Hola Juan, ¿qué tal? —Lo saludé dándole un beso y un abrazo.

—Estás guapísima. ¿Ha pasado un montón de tiempo desde...?, no recuerdo cuándo fue la última vez que nos habremos visto. —rió y caminamos hacia el sillón, él se sentó junto a su esposa y yo junto a mi futuro esposo.

Charlamos como nunca compartiendo un mate y botana dulce. Nos llenaron primeramente de preguntas, les alegraba mucho que nos diéramos otra oportunidad, lo cuál sentí muy lindo por el apoyo que nos daban. A Juan lo vi muy tranquilo cuando Peter les contaba en lo que estaba trabajando y lo que fue rodar la película, que claro, no tardaron mucho en volver a felicitarme por el gran papel, ya que habían ido un par de días después de la premier a verla, les había encantado y le manifestaron muchísimo a Peter lo orgullosos que estaban por él. Después de contarles nuestros viajes y prácticamente ponerlos al tanto de casi dos años de no verlos, no sabía en qué momento quería darles la gran noticia, por lo que yo escondí el anillo volteándolo hacia mi palma. Nos pasamos a la mesa para empezar a comer. Mientras servían los platos de la ensalada, me llegó un mensaje de Peter que decía que quería encontrar el momento adecuado, por lo que le guiñé el ojo. Yo no tenía prisa y quería respetar la decisión de él para decirle a su familia la novedad que iba a cambiar nuestras vidas.