Capítulo 14

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Nos encontramos con todos en el lugar donde grabaríamos en exteriores, hoy me tocaba hacer una de las últimas secuencias de la película donde ya me tocaba usar la peluca corta. A Peter le tocaba dirigir la escena que compartía con Leo, estába emocionada por verlo dirigirme, sé que estaría un poco nervioso pero lo haría genial.

—Okay chicos, vamos a grabar primero la escena de Lautaro y Lali para aprovechar la luz y el buen clima —Indicaba Gonzalo—. Lali, en cuánto termine, pasás a peluquería para probar el pelo, es tardado, tenemos que comenzar dos horas antes de seguir con la escena de Leo, ¿dale?

—Sí, claro.

Estábamos esperando a que nos dieran la indicación para actuar Lautaro y yo mientras nos daban un retoque de maquillaje.

—¿Todo bien con Lanzani? —preguntó curioso.

—Eh, sí. ¿Por? —Me hice la tonta.

—No, porque nunca me contaste que pasó después del... encierro —susurró para que no escucharan los demás, las maquillistas ya habían terminado.

—Nada, no pasó nada. —Claramente Lautaro sabía que mentía y solo me echo una miradita, nos estaban indicando que iban a comenzar a grabar.

—Aquí no te hagás la inocente, en eso tienen en común con tu personaje. —Me jodió y antes de meterme realmente en mi personaje, le di un empujoncito en el hombro.

Después de hacer la última toma, me enviaron al mothorhome indicándome que llegarían en breve para probarme la peluca. Tenía unos treinta minutos para tomar y comer algo, ya que iba a ser un largo proceso.

Tocaron la puerta.

—Pasá, Glori.

—No soy Glori, ¿puedo? —Era la voz de Peter asomado por la puerta y le asentí. Entró para directamente darme un beso tierno y sentrase en la silla frente al espejo, yo estaba sirviéndome un mate.

—¿Querés? —Le ofrecí —Cuidado que está un poco caliente.

—¿Y si mejor me das un beso? —Me jaló con cuidado para que pudiera ponerme entre sus piernas, dejé el mate para rodearlo del cuello con mis brazos y dárselo.

—¿Cómo estás, señor Dire?

—Casi dire...

—Bueno, sos el escritor y parte de la dirección, no seas humilde, che. —Peter se rió para tratar de callarme con otro beso.

—¿Tenés tiempo?, quiero pasar un rato con vos.

—Eh, no. Lo siento mucho, no tarda en llegar Glori para hacerme el peinado y la peluca. —Peter me miró haciendo puchero.

—Dale, no seas mala, un ratito.

—N... —Me cayó con un beso, un beso zarpado que no pude evitar no corresponderle.

En cuestión de minutos estábamos caminando hacia el pequeño y limitado sillón del mothorhome para dejar que subiera un poco la temperatura pero como si fuera rutina o cosa del destino, dos toques en la puerta detuvieron que pasara algo más. Peter se levantó como resorte de mí para arreglarse un poco todo lo que yo con mi locura le había hecho un caos, yo en modo flash me senté frente al espejo tomando el mate y dándole al trago. Aquí no pasó nada. En cuestión de segundos, la puerta se abrió y apareció Martina, vi su intención de saludarme pero al ver a Peter de pie frente a la entrada sin hacer nada y con la gota de sudor invisible corriendo por todo su cuerpo, no evitó soltar una carcajada.

—Chicos pero que olor a sexo que hay aquí.

—¡¿Pero qué decís, nena?! —chillé.

—La verdad. Chicos hay que ser un poco más boluda para no darse cuenta. No voy a preguntar nada más pero me alegro que sucediera esto. – mis ojos casi se salían de sus órbitas al lanzarle una mirada—. No esto de... ya saben... no, eso no. Me refiero a que volviera a suceder esto —Nos señaló con sus dedos.

A Mi Manera 2Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz