03. Confesión (Winterwidow)

430 34 12
                                    

AU/VECINOS

Cuando Bucky se mudo a su nuevo departamento después de haber querido cambiar su estilo de vida, no planeo sentir amor a primera vista por su vecina. Pero nadie podía culparlo. Aquella mujer es tan jodidamente devastadora, apenas paso cerca de él supo que iba a caer como un tonto por ella y así fue.


—Te lo juro, Steve, ella es completamente hermosa, ¿sabes? Nunca había sentido esto por alguien y eso que simplemente la he visto pasar, pero si algún día ella volteará a ver en mi dirección sería tan jodidamente feliz, pero es algo casi improbable. —Desde el momento en que Steve llegó a su nuevo hogar no dudo en desahogarse con él sobre su nuevo flechazo.


—Deberías ir y hablarle.


Bucky se atraganto con el trago que había tomado de la cerveza que había sacado cuando comenzó a charlar con el rubio sobre su flechazo, su corazón se agito ante el temor de acercarse a la chica.


—¿Estás loco? Te juro que desde el momento en que comenzaste a salir con Loki has tenido ideas extrañas. Por Dios, Steve, claramente ella es una diosa y no la creo capaz de salir con un manco como yo.


El castaño miró con desprecio el lugar en donde se supone que debería de estar su brazo izquierdo, desde el momento en que lo perdió en aquel accidente sabía que una parte de él se había ido junto a su brazo. Tenía una prótesis, pero le resultaba tan incómodo que la mayoría del tiempo se encontraba sin este.


—Buck, ya hemos hablado de esto. Que hayas pérdido tu brazo no significa que eres menos que los demás. Eres un chico maravilloso, además de que tienes un gran atractivo y cualquiera puede observar eso. Simplemente hay que verte ser tú mismo para caer por completo enamorado de ti.


—Le diré a Loki que me estás coqueteando.


Steve gimió frustrado al observar como su amigo le cambiaba el tema, pero algo que aprendió con el tiempo es no presionarlo y dejar que las cosas avancen a como Bucky crea que debe ser. Pero tampoco va a negar que le daría miedo si Loki le llegará a creer las últimas palabras de su amigo, puesto que costó convencerle que no tenía nada más que una amistad con Barnes para que le aceptará aquella tan deseada cita y que ahora tuvieran una relación.


—De todas formas, amigo, me conformó con verla a lo lejos.


Y aunque aquellas palabras las pronunció, creyendo que se mantendría. Simplemente no esperaba que ante la desaparición de una gata llegará a unirlo a su ardiente vecina.







Llevaba ya cinco meses viviendo en ese nuevo lugar, a pesar de tiempo cada día le gustaba su ardiente vecina pelirroja, por lo menos ahora la mujer de sus sueños ya tenía un nombre. Natasha Romanoff.


Venía de salir de su trabajo cuando encontró a Natasha algo desesperada, como si algo se le hubiera pérdido. Se dirigió hasta ella para preguntarle que sucedía, le preocupaba que algo malo estuviera pasando.

LyubovWhere stories live. Discover now