28. Desconocido (Winteriron)

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Bucky muerde su labio inferior mientras tomaba de su casillero la nota que estaba dentro, al igual que las otras que recibió desde hace unas semanas, aún si no lograba averiguar quién era el desconocido que se las dejaba. Le emocionaba de cierta forma que alguien tratará de conquistarle de aquella forma, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de ahí preferían alejarse por temor a su brazo.


El tan solo recuerdo del accidente que tuvo en donde perdió este y tuvo que ser reemplazado por uno de metal le causaba escalofríos, borró aquello de su mente y se centró en lo que estaba leyendo.


"Mm, aún si he estado enviado notadas durante bastante tiempo aún no me atrevo acércame a ti... la sola idea de tenerte cerca me provoca nerviosismo y hasta comienzo a temblar. Pero sé que en algún momento tendré la valentía para acercarme a ti.

Debo decirte que hoy te vez absolutamente asombroso, la forma en como cae tu cabello sobre tu rostro y como tus ojos se ven más azules que otros días. Cuando te vi llegar... oh Dios, casi colapso ante lo precioso que te ves. Creo que lograste enamorarme más que ayer, pero menos que mañana.

PD: Amo esos pantalones, estoy en proceso de hacerles un altar.

—T."


Las mejillas de Bucky se volvieron rojas al leer el contenido de la nota, no creyó que el desconocido se diera cuenta. Su mirada se dirigió a la izquierda cuando sintió una presencia cerca de él.


—Al fin me volteas a ver, llevó parada aquí como dos horas mientras suspiras por tu admirador. —Se quejó Natasha mientras tomaba la nota y comenzaba a leerla.


—Eres una exagerada... ¡hey! —hizo un puchero al ver como le arrebataba la nota de sus manos.


—Bueno, concuerdo con el desconocido. Esos pantalones hacen que tu trasero se luzca. —Natasha le guiño un ojo mientras le daba una nalgada, Bucky chillo ante ello y se apartó bruscamente.


—¡Nat!


—¿Qué?, siempre han dicho que es bueno probar la mercadería antes de comprarla.


Bucky frunce su ceño y le saca la lengua, deja dentro del casillero los libros que no va a necesitar y toma aquellos que llevará a su casa. Cierra el casillero, comenzando a caminar hacia la entrada de la institución, sus clases habían terminado antes y como iba a llegar temprano lo más probable era que iba a dormirse un rato para después realizar sus tareas.


—Mm, ¿no te parece extraño que Steve esté tan desaparecido? Normalmente a esta hora estaría encima de ti.


—Nat, lo haces sonar tan mal. Y sabes muy bien que Steve está enfermo. El capullo se descuidó y cayó en cama de nuevo.


—Lo curioso es que Loki tampoco vino.


—Y ¿qué tiene?


—Para mí que esos dos se traen algo. Solo que no quieren aceptarlo.


Bucky observó a Natasha, sabía por experiencia que la mirada que poseía en ese momento era porque iba a crear un plan para juntarlos a ambos.


—En definitiva, no sé que estés planeando, pero no voy a participar.


—Ni necesito tu ayuda. —Natasha se burló y después soltó una maldición. —Se me olvido mi uniforme y está en el gimnasio. Ya regresó.


Natasha salió corriendo al interior de la institución mientras iba en busca de su uniforme, Bucky se quedó en una de las esquinas de la entrada, esperándola, puesto que ambos viajaban juntos. En eso escucha como dos chicos vienen discutiendo.


—No, Brucie, no lo haré. Déjame de insistir.


—Oh, vamos, Tony. ¿Vas a estar todo el tiempo enviándole notas y ocultándote entre las sombras? Sé valiente y ve a declararte.


—No es sencillo, ¿ok? —Tony se quejó mientras pasaba su mano sobre su rostro, Bucky se sintió como un intruso al escuchar aquello, pero tampoco iba a moverse cuando ellos iban ya de salida.


—Claro que lo es, simplemente vas y le dices cuanto te gusta. Y ¡le pides una cita!


—¿Qué quieres que haga? ¿Acercarme y simplemente decirle: "Me gustas, Bucky, desde el primer día, no he podido sacarte de mi mente y cada día estoy más enamorado de ti así que por favor, sal conmigo."?


Tanto Tony y Bruce se quedaron perplejos cuando escucharon una tos desde una de las columnas de las entradas, sobre todo el más afectado era Tony. Frente a ellos se encontraba Bucky, observándoles.


—Entonces, ¿eres tú? ¿Desconocido? —Bucky se acercó hasta donde estaban y sus siguientes palabras dejaron sorprendido a Tony. —Si hubieras dejado de jugar al desconocido llamativo y misterioso, y hubieras venido a pedirme una cita la habría aceptado. Aunque voy aceptar la forma indirecta en que me pediste una cita, nos vemos mañana en la cafetería MoSun.


Y el misterio de quién era el desconocido que le dejaba las notas fue resuelto y todo porque a Natasha se le había olvidado algo.

LyubovWhere stories live. Discover now