09. Brujas (Winterwidow)

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 —Nat, sabes que esto está mal. —Aunque Janə decía aquello no se movía para impedir que la otra mujer continuará besándola, esas palabras sobre todo eran más por compromiso que por desearlo.


—Shh, cariño. Siempre me dices lo mismo y sin embargo, vuelves a mis brazos otra vez.


En el mundo existía dos clasificaciones de brujas, estaban las de magia blanca que solo buscaba un bien para las personas y luego estaban las de magia negra aquellas que podían destruir la humanidad si se lo proponían. Ambas especies procuraban evitarse y estaba por completo en prohibición que tuviera un contacto entre ellas.


A lo cual a Natađha le dio igual cuando observó a la contraria, se notaba que era una bruja de magia blanca sobre todo por el aura que la rodeaba. Y no pudo evitar el quedar enamorada de ella. Así decidió acercarse a la mujer hasta que fueran cercanas.


Le costó acercarse, no lo va a negar, pero logró ser cercana con meses hablándole desde lo lejos a Janə y sobre todo conquistarla. Aún si ella le negaba en un principio, pero se dejaba llevar al poco tiempo.


Su amor era prohibido y sin embargo, aquello lo hacía más emocionante. Cuando sus líderes se enteren las cosas no van a terminar bien, lo sabía, pero joder, si no se sentía maravilloso estar junto a su amada.


—¡Nat, yr dhut!* —Un pequeño gemido salió de Janə cuando llegó a su orgasmo, aún si realizaba el mismo acto carnal cada vez que la pelirroja la visitaba no evitaba que fuera poderoso.


—Mm, querida, sabes lo mucho que adoro esas palabras. Lo suficiente como para evitar que salgas de aquí.


Los besos de la pelirroja subieron desde su pecho hasta su rostro, simplemente para unir los labios de ambas. Janə no iba a negar que amaba con locura a la mujer que estaba entre sus brazos, pero el miedo crecía en su interior cuando sus sentimientos aumentaban. Sabía que tarde o temprano las iban a descubrir e iban a morir... pero en estas ocasiones cuando estaba con Natađha se dejaba llevar y creía que podían ser felices juntas.


Pero aquello solo podía ser un sueño.


—Me voy, ya pase mucho tiempo aquí y no quiero levantar sospechas. Yr dhut, amor.


Natađha recogió sus cosas y salió por aquella puerta, las lágrimas surgieron en los ojos de Janə, la amaba. Pero corrían un peligro. Y nada iba a poder evitarlo. Solo esperar su destino.







Janə sabía que aquello iba a suceder, lo esperaba... después de todo uno de sus dones era ver el futuro, cuando llegaron a arrestarla ya se encontraba lista para ser llevada. Lo malo de su época, no solo era la prohibición entre brujas de magia blanca y negra, sino que también que una relación entre mujeres y estaba la cacería de brujas.


Toda aquella persona que fuera sospechosa siempre iba a terminar muerta y era claro que en algún momento la iban acusar, aún si ella siempre fue buena en la comunidad.


Su viaje fue desde su casa, por el comienzo del bosque hasta la entrada de la iglesia. Siendo abofeteada y golpeada por piedras, escuchando las cosas que le gritaban.


Ni siquiera necesito de un juicio porque de una vez fue llevada a la horca, las lágrimas surgieron en ella, pero se negó a dejarse llevar por ese sentimiento. La soga fue puesta en su cuello y su mirada fue al bosque, detrás de aquellas personas, observando a sus hermanas a lo lejos.


Se sintió aliviada al saber que su secreto con Natađha no iba a ser descubierto, pero sentía tristeza al saber que sus hermanas iban a llevar la culpa en sí al saber que no pudieron salvarla.


—¿Algo que decir?, puta. —Murmuró Alexaňder, uno de los sacerdotes del lugar, sabía que él la había acusado. Claro que el tipo no iba aceptar que ella lo hubiera rechazado.


—Vete al infierno. —Gruñó para después escupirle en el rostro.


Su rostro fue abofeteado y el hombre dio la señal para que el suelo debajo de ella fuera abierto, poco a poco el aire fue abandonando su cuerpo y lo único que lamento de todo fue no haber aprovechado más su tiempo con Natađha.


Pero aún si su corazón dejará de latir su alma siempre la amaría.







Natađha supó que algo andaba mal desde el momento en que pasaron dos semanas y no había noticia de su amada, algo ansiosa fue en busca de ßthepanıe, la mejor amiga de su chica. Cuando la encontró no espero verla tan apagada.


—ßthep, ¿qué sucedió?, ¿dónde está Janə?


Aquellas palabras hicieron que los ojos de la rubia se llenarán de lágrimas y miró hacia abajo como si no aguantará su mirada.


—Fue llevada a la horca.


Sabía que aquello solo podía significar una cosa y era que fue acusada de brujería, su cuerpo comenzó a temblar y la venganza se instaló en su mente. Sin decir ninguna palabra se fue de ahí hasta el pueblo. Las palabras salieron de su boca sin pensarlo, solo deseando que todos murieran.


—Yrþ er gfer oprþ, hfym erif þfhi fjßy, eur vfk þpa. Fhu ałdo fbe w bdł urb p þudm pþ vsłu, and nrp wur w vfk phm yu uþ pin vnit. Sgu pyv erþ eur w bu gniþy vfk pugf. Ix, Natađha, łyg pu p nch erþ eur w p utj pugv dcvu, bxyu iyv w bxyu lohvn yovj.*


Y con aquello Natađha desapareció. Lo último que se supo de ella fue que el lugar quedó maldito y toda persona que hábito y sus generaciones comenzaron a morir hasta quedar en nada.











Yr dhyt* Te amo.

Yrþ er gfer oprþ, hfym erif þfhi fjßy, eur vfk þpa. Fhu ałdo fbe w bdł urb p þudm pþ vsłu, and nrp wur w vfk phm yu uþ pin vnit. Sgu pyv erþ eur w bu gniþy vfk pugf. Ix, Natađha, łyg pu p nch erþ eur w p utj pugv dcvu, bxyu iyv w bxyu lohvn yovj.* Mis palabras serán verdad, ningún poder podrá borrarlo, ustedes serán castigados. Un alma han robado y no van a quedarse sin pecado, hoy quedan malditos y serán consumidos por la llama del infierno. Nada quedarán de ustedes y su reencarnación será negada. Yo, Natađha, les maldigo a cada uno de ustedes y a sus futuras generaciones, muerte tuvieron y muerte recibirán siempre.

LyubovWhere stories live. Discover now