11. Ojos (Winterdevil)

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El mundo había evolucionado hasta el punto en que las personas adquirían un cierto color en sus ojos que solo se mostraban cuando se encontrarán en momentos en que alguna emoción les dominada con fuerza, pero aquellas personas que tuvieron la tragedia de perder la vista sus ojos no tenían la designación. Ante esto los consideraban unos alteradores del sistema, personas que podían romper el orden que se había generado con mucha cautela.


Los cuatro colores que existía en el mundo eran el verde, amarillo, naranja y rojo, los últimos eran los considerados los más peligrosos para el mundo. Cuando alguien era descubierto por esos dos colores eran asesinados o usados como armas para el gobierno.


Matt nunca tuvo ese problema, después de todo era considerado una paria en su propia sociedad, puesto que desde que era un niño había pérdido la vista. Y al ser considerado como algo inservible... hasta que conoció a su novio, Bucky.


Sabía que el color de su novio era uno de los peligrosos; sin embargo, nunca podría verlo. Tampoco era como que le preocupará, puesto que independientemente del color que fuera no quitaba que lo amará.


—Mattie, después de darle muchas vueltas a esto decidí que iba a decirte la verdad. Soy peligroso. —Matt escuchó como el corazón de Bucky comenzaba a latir con rapidez, además percibió como el sudor comenzaba a formarse en las manos de este. —Soy color rojo.


Por un momento hubo un silencio entre ambos, Matt se acercó hasta Bucky y tomó el rostro de este entre sus manos, pasando las yemas de sus dedos por las mejillas y labios del ojiazul. Para después unir los labios de ambos en un beso.


—Te amo por quién eres, no por el color que representas.


Lo cual era cierto, independientemente del color que fuera su amado igual iba a seguir amándolo y eso no iba a cambiar en ningún momento. Aún si la sociedad lo consideraba un peligro Matt sabía que eso se quedaba corto con la personalidad de su novio.


El color de los ojos era importante para la sociedad... pero aquello eran tan insignificante que no valía la pena pensar en ello.

LyubovWhere stories live. Discover now