10. Tabaco (Winterwidow)

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Nathaniel encontró un alivio en el tabaco, cuando se encontraba en estrés salía un rato a fumar y podría considerarse hasta adicto a ello, puesto que en algunas ocasiones llegaba a fumar un montón. Pero aún si amaba esto, eso se encontraba en un nivel inferior cuando se trabaja del soldado. Bucky Barnes.


Decir que no estaba enamorado como un culo del castaño iba a ser una broma del destino, lo amaba más que su vida. No habría cosa que no haría por su chico... claro, hasta que mencionó lo que menos esperaba.


—Tienes que comenzar a dejar de fumar, Nathaniel, es una jodida adicción que tienes con ello. No hay ningún momento en donde no te vea con un cigarro en la boca. —La frustración en Bucky era notoria y la razón era que su novio era un cabeza hueca que no pensaba en su salud.


—No puedes estar pidiéndome esto, Bucky, ¿sabes lo jodida que es la abstinencia? Sabes que haría lo que fuera por ti, bebé, pero esto es muy grande.


Entre ambos se creó un silencio algo incómodo, Nathaniel no quería dar su brazo a torcer y mucho menos lo haría Bucky. El pelirrojo observó como un suspiró salió de su novio antes de verlo animarse a decirle lo que estuvo pensando.


—Y ¿si hiciéramos un trato? —Nathaniel alzó su ceja con curiosidad y asintió para que el castaño continuará. —¿Qué tal si cada vez que desees fumar tenemos sexo?


Nathaniel se mostró sorprendido ante la sugerencia, la verdad no sonaba tal mal, puesto que podía tener a Bucky bajo su merced cada vez que deseará fumar. Una sonrisa surgió en sus labios mientras sus ojos brillaban, sin dudarlo decidió aceptar lo que le decía.







Si se lo preguntaban Bucky no tenía ni la mayor idea de si su plan seguía siendo una buena idea, llevaba como 20 rondas de sexo con Nathaniel. Simplemente le atacaba en cualquier momento y luego se encontraba siendo jodido en donde sea que quedará atrapado bajo su novio. Y eso que apenas iba por el segundo día de la semana. No sabía si preocuparse por su trasero o seguir disfrutando de como el pelirrojo le jodía en el sofá.


—Algo no estoy haciendo bien si te encuentras pensando, querido. —Nathaniel cambió el ángulo y comenzó a follarlo sin reparó sobre la próstata.


Aquello borró cualquier pensamiento que cruzará por la mente de Bucky, simplemente se encontraba amando la sensación de tenerle en su interior. Sus gemidos llenaban el olor, además del constante sonido de su trasero chocando con la pelvis de su novio.


Pequeñas lágrimas surgieron en los ojos del más bajo, sintiendo su cuerpo caer poco a poco sobre el abismo del placer. Sentía los dedos de Nathaniel clavándose en su piel, quizás dejándole unos moretones que le recordará lo tan bien jodido que era por él.


Sin necesidad de masturbarse llegó a su orgasmo con un pequeño grito, sentía que estaba volando, casi como si se hubiera tomado un cóctel de drogas. Algunos sollozos salían de sus labios al sentir el constante golpe en su próstata, sintiendo como Nathaniel buscaba su propio orgasmo. Al poco tiempo sintió como era llenado por la esperma de este.


—Así, cariño. Eres un buen chico para mí, el mejor. Te amo, me haces tan feliz.


En medio de aquel viaje Bucky escuchó las palabras de su novio y un gemido feliz salió de sus labios al saber que había sido bueno al ayudar a su novio.







Sabía que fue una mala idea su forma de ayudar a Nathaniel, sobre todo ahora que se encontraba montándolo en una de las salas del complejo. Las probabilidades de que alguien pasará por ahí y los vieran eran muy altas, pero aún así aquello no desmotivó a su novio.


Sus manos se posicionaron sobre los hombros del pelirrojo y comenzó a moverse más rápido, aquella posición hacía que Nathaniel llegará más profundo en su interior. Además de que todavía se encontraba algo sensible por lo sucedido hace unas horas.


—Nate, Nate, Dios, si. —Sus manos apretaron los hombros de su novio mientras su cabeza caía hacia atrás, sentía como poco a poco el orgasmo se iba construyendo en su interior.


—Joder, si, Bebé, me tienes cerca, ¿me dejarás llenarte de mi semen?, ¿no es así?, muñeco. —Los labios de Nathaniel pasaban por el cuello de Bucky, teniendo ahora más espacio, dejando algunas marcas completamente visibles. Bucky sintió su cuerpo temblar ante la idea de ser llenado por el pelirrojo.


—Si, si, por favor, dámelo.


Nathaniel no necesito más para agarrar a Bucky de las caderas y ayudarlo a bajar por su pene, solo fueron necesario unos movimiento más para acabar juntos. Bucky se dejó caer sobre el pecho de su novio para retomar un poco el aire.


—Cariño, necesito que dejes de atacarme cada poco tiempo, pronto dejaré de sentir mi trasero y además lo estamos haciendo en lugares en donde cualquiera puede vernos.


—Mmm, lo intentaré. Pero no prometo nada, por lo menos has cometido tu propósito ya casi no estoy pensando en fumar. —Nathaniel deja un beso sobre la frente de Bucky. —¿Segunda ronda?


Bucky se quejó en voz baja, pero aún así aquello no evito que fueran por la segunda ronda. Y al final lamentablemente iba a tener que pedirle disculpas a Clint por la vergonzosa situación en la que terminó viéndolos.







Referencia de BJ Alex.

LyubovWhere stories live. Discover now