Lyubov

23. Pecados (Winterdevil)

Matt se acerca hasta el confesionario, sabía que a esa hora nadie estaba en la capilla y aun así el padre estaría en el confesionario, esperando, dejó afuera su bastón mientras abría la cortina para entrar, se sienta en la banca. Sabía que el padre estaba al otro lado, puesto que escuchaba su respiración y el sonido del bombeo de su corazón, un suspiro abandono sus labios mientras escuchaba al padre hablarle.

—El Señor esté en tu corazón para que puedas arrepentirte y confesar humildemente tus pecados.

—En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo. —Pronunció Matt mientras hacia la señal de la cruz.

—Cuéntame, hijo, ¿cuáles son tus pecados?

Una sonrisa amarga surgió en Matt, comenzó hablar aquello que llevaba atormentándolo desde hace un año. —Padre, mis pecados son grandes. Siempre he sido consciente que no debo codiciar nada del prójimo, pero he caído en ello y cuando la conocí todo quedo en el olvido. —Parpadeó varias veces para alejar las lágrimas y continuó hablando. —Estoy enamorado de la esposa de mi mejor amigo y eso no es lo peor, sino que llevamos cometiendo adulterio desde hace ocho meses... ayer dio la noticia de su embarazo y tanto ella como yo sabemos que ese niño es mío.

Hace un año Matt fue invitado a la boda de su mejor amigo, Nathaniel Romanoff, junto a la novia de este, Jane Barnes. Que hasta en ese momento tuvo el placer de conocerla, ya que con anterioridad cuando se planeaba una reunión sucedía algo y no se podía realizar. Simplemente llegó y participo para después volver a ocuparse de sus asuntos, tanto de Daredevil como de abogado.

Había ocasiones en donde era invitado a la casa de su mejor amigo y llegó hacerse cercano a la mujer hasta el punto en que sin darse cuenta se enamoró de Jane y al parecer no fue el único que cayó en aquel sentimiento. Cuatro meses sirvieron para enamorarse de ella y cometer la peor traición hacia un amigo. El engaño.

—Matt. —Jane soltó un gemido al sentir al hombre entrando en ella.

Ambos habían aprovechado el momento en que Nathaniel había tenido que retirarse para una misión para reunirse a dejarse llevar por sus sentimientos, nada de aquello fue planeado y sin embargo, sin dudarlo simplemente permitieron que todo aquello sucediera, que entre ambos se creará aquel lazo. En donde todos iban a salir lastimados, pero queriendo ignorar lo que a futuro iba a suceder.

Las uñas de Jane se clavaron en los hombros de Matt mientras gemía y jadeaba en voz baja, Matt sabía que él no podía dejarle ninguna marca para así evitar que Nathaniel comenzará a sospechar, pero no iba a negar que amaba cuando ella lo hacía con él. Después de todo quiso quedarse soltero cuando sucedido lo de Elektra.

Simplemente que no se visualizó fallándole a Nathaniel con la esposa de este. Pero aún si decía que no lo volvería a ver solo bastaba con sentirse cerca de Jane para permitirse caer en ello.

Llevaba alrededor de siete meses siendo el amante de Jane cuando fue invitado por la pareja a un almuerzo, ahí se dio cuenta de que no era el único al que llamaron, sino que había una gran variedad de personas a su alrededor. El almuerzo se encontraba animado y todos participaban de la plática hasta que Nathaniel se levantó de su asiento para llamar la atención de todos.

—Amigos, los he invitado aquí hoy para darles la maravillosa noticia que mi esposa y yo seremos padres. —Nathaniel hablaba con emoción al decirles la noticia que le tenía extasiado, el saber que pronto iba a ser padre.

Pero la verdad es que no era así, puesto que aquel bebé que Jane esperaba es de Matt, escuchaba al fondo como las personas se encontraban emocionados por la noticias. Pero Matt aún escuchándola no podía reaccionar.

Aquello fue la gota que rebano el vaso, ahora se daba cuenta del gran daño que provocó. Porque con sus mentiras le estaba haciendo creer a un buen hombre que todo estaba bien en su matrimonio cuando la realidad era otra.

Sin embargo, no se atrevía a decir nada así que solo sonrió y felicito a la pareja por el nuevo miembro en su familia.