07. Antojos (Winterwidow)

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Medio-AU/omegaverse

 Cuando Bucky se enteró que estaba gestando, su primera reacción fue encerrarse y dejar a todos por fuera, tratando de organizar sus pensamientos. Nunca creyó que iba a terminar gestando, menos cuando toda esperanza para ello le había sido arrebatada y ahora simplemente de la nada aquello que más deseo al fin se estaba creando.

No iba a negar que estaba emocionado y jodidamente feliz por estar creando una familia junto a su alfa, pero una parte de él tenía miedo de que aquello que siempre deseo le fuera arrebatado. Sabía que podía confiar en sus compañeros, pero ahora era por completo diferente. No solo era un omega, si no que era uno gestando.

Estuvo unos días encerrado, sin olvidarse de alimentarse ahora que estaba comiendo por dos. Sabía que Natasha podría abrirse paso en el departamento, pero le agradecía que ella entendiera que necesitaba su espacio para asimilar la noticia. Paso su mano sobre su vientre, sintiendo su corazón revolotear. Ya se encontrando amando la vida que su interior estaba albergando.

—Creo que sería buena idea que su madre regresé, ¿verdad? Después de todo tanto tú como yo tendremos mucho tiempo para estar juntos.

Cuando dio la autorización a Viernes de permitirle a su esposa de ingresar no esperaba que Natasha lo besará de aquella forma, un gemido surgió de sus labios mientras sentía como sus rodillas se debilitaban y como su entrada se mojaba. Nunca paso por su mente que su alfa iba a estar extasiada ante la idea de formar una familia, quizás emocionada fue lo que su mente pensó.











Sabía que entré más creciera su cachorro iba a presentar los típicos malestares de cuando estás esperando un bebé, solo que el único síntoma que tenía presente era los antojos que iban desde comida hasta el sexo. No tenía nauseas, mareos, cambios de humor, ningún malestar que le pusiera de mal humor... claro que aquello solo sucedía cuando algunos de sus antojos no era cumplido.

Algunas personas que le veían decía que aquel embarazo solo hizo que su belleza aumentará y que solía brillar como si fuera el mismo sol. No creía en sus palabras, simplemente era un omega más que se encontraba gestando, pero eso no significaba que a Natasha le gustará esos comentarios. Apenas alguien dijera algo parecido tenía que ir a detenerla de cometer un asesinato.

Muchos de los alfas de la torre lo miraban raro cuando iba a la cocina por alguno de sus antojos, ya que para ellos sonaba asqueroso todo el revoltijo que hacía. Pero no era su culpa, después de todo era el bebé quién le pedía aquello.

Aunque el estar gestando en medio de un lugar con alfas tenía sus ciertos beneficios, como que cumplía sus antojos y lo mimaban... claro, después de ser amenazados de muerte por Natasha. Pero por lo que ellos le dijeron fue que sus feromonas era más dulce y les daba la impresión de que debían de cuidarlo, aquello le molestaba, no iba a negarlo; sin embargo, amaba los beneficios de ellos.

Hasta que se dignaron a no dejarle cumplir uno de sus tantos antojos. O bueno, cada vez que sentían que sus antojos eran MUY raros.

—Pero ¡no tiene nada de malo querer eso! —Estaba frustrado, de verdad quería un batido de pepinillo, chocolate, helado y salsa de tomate. Desde que despertó de su siesta en su mente estaba aquel antojo.

—Bucky, entiendo que estés presentando antojos, de verdad. Pero ¡podría caerte mal! ¿Estás escuchando lo que estás pidiendo? —Sin embargo, el alfa más frustrado era Steve. Su mejor amigo.

Sabía que quería cuidarlo, pero no le gustaba cuando no deseaban cumplirle alguno de sus antojos porque a sus palabras aquello sonaba muy asqueroso. Sus ojos se llenaron automáticamente de lágrimas (quizás no debió creer que no iba a presentar cambios de humor, aquí estaba la prueba de que al parecer si lo estaba presentando), terminó sentado en el sofá mientras sollozaba.

—Hey, hey. Buck, no llores. ¡Vamos, sabes que trató de cuidarte! —Nervioso Steve se acercó a su mejor amigo y trató de calmarlo, si Natasha se aparecía las probabilidades de que llegará a morir a manos de la mujer era muy altas. Todo su cuerpo se tensó al escucharla detrás de él.

—¿Por qué mi omega se encuentra llorando?, Rogers. ¿Qué le hiciste? —El miedo abundaba el cuerpo del rubio, sabía que tenía una mala suerte; sin embargo, no esperaba que le traicionará de esta forma.

—¡Alfa!

Los ojos de Natasha abandonaron los de Steve cuando se fijó en Bucky, se acercó hasta su omega, Steve sin dudarlo se alejó de ahí lo más rápido que pudo; sin embargo, escucho claramente lo que le dijo Natasha cuando paso a su lado.

—Veo que haces llorar a mi omega una vez más y juró que cuando termine contigo no habrá absolutamente nada para enterrar, ahora fuera. —Steve no necesito más para huir de la sala. Bucky entre gimoteos se subió encima de la pelirroja, siendo consolado por esta. —Омега*, te traje tu tarta favorito, vamos, déjame ver tus bonitos ojos. Esos que tanto amo y que espero que nuestro bebé los saque.











Después de la pequeña crisis de la tarde y de haber recibido una buena dosis de azúcar, Bucky se encontraba en el gimnasio observando a su alfa entrenar. Quizás no era el momento correcto, teniendo en cuenta de que estaban en un lugar muy público, en donde cualquiera podía entrar. Pero ver a su alfa y saber de lo que era capaz solo alimentaba la excitación que comenzaba a sentir. Sentía como su entrada se mojaba, además de lo duro que su miembro ya se encontraba, sus deseos por ser follado por su alfa aumentaban.

Y si, se encontraba antojado de haberlo en el gimnasio, tener a su alfa encima de él, jodiéndole y empapándole con su olor. Su mano pasó por encima de su miembro mientras las imágenes inundaban su mente, supo el momento en que Natasha se dio cuenta de su olor cuando está paro su entrenamiento y comenzó a verle fijamente.

—Альфа, трахни меня. Я твоя.* —Un gemido abandonó sus labios al terminar aquella frase y observó ansioso el momento en que su alfa se acercaba hasta él.

Sus labios fueron devorados por la pelirroja mientras la sentía sobre su cuerpo, despojándolo de su ropa. Pronto terminó sobre cuatro mientras Natasha se encontraba detrás de él, follándole con sus dedos, amaba la sensación de sentirse lleno, pero en parte se encontraba sollozando porque no le daba lo que de verdad quería.

Después de prácticamente inundar el lugar con su aroma y que se encontrará ya apunto de correrse fue que sintió a su alfa deslizarse en su interior, un pequeño grito salió de sus labios al correrse en el momento en que la sintió dentro de él. Pero eso no desmotivó a su alfa que le jodía como si su vida dependiera de ello, lo más probable era que iba alcanzar a tener dos orgasmos más. Uno cuando el nudo de ella surgiera y el otro cuando fuera jodido con el nudo.

Lo cual iba a suceder en cualquier momento, el embarazo simplemente le provocó ser más sensible como si estuviera en un celo permanente.

Cuando alcanzó sus orgasmos y sintió a su alfa acomodarlo para descansar mientras esperaban a que el nudo bajará sintió sus ojos pesados, al parecer la actividad le dio sueño. Bostezó y antes de quedarse dormido le mencionó a su alfa el antojo que tenía en ese momento.

—Alfa, cuando despierte quiero atún con nutella. —Ni siquiera esperó la contestación de Natasha cuando se quedó dormido.











Se encontraba ansioso mientras miraba la pantalla frente a él, tenía una revisión para ver si todo estaba bien con él y el cachorro. Sus ojos nunca abandonaron la pantalla, pero comenzó a temblar cuando escucho a Bruce sorprenderse y observar atónico lo que estaba frente a él.

—¿Qué sucede?, Bruce. —Bucky se alegraba de tener a su alfa con él en ese momento porque no encontraba las palabras para expresar el como se sentía.

—Bueno, la verdad no esperaba esto, pero eso explica porque Bucky tiene más peso de lo que debería de tener. Por cierto, felicidades, al parecer son gemelos.





















Омега* Omega

Альфа, трахни меня. Я твоя.* Alfa, fóllame. Soy tuyo.

LyubovTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang