14. Masaje

107 10 0
                                    


- ¡Blaise Zabini, despierta! - gritó la pelirroja al tiempo que le lanzaba una almohada a su querido esposo.

El hombre en cuestión saltó de la cama asustado y adormilado.

- ¿Qué sucede? ¡Oh por Merlín! ¿Ya viene el bebé? - preguntó en tono desesperado haciendo que su esposa rodará los ojos.

- No idiota, aún el bebé no nace - dijo ella - es que tengo hambre - anunció en tono dulce.

Blaise suspiro y vio el reloj sobre la mesita de noche, eran las dos de la madrugada, había dormido sólo unas dos horas. Luego de seis meses de embarazo ya debería haberse acostumbrado a estos antojos a altas horas de la noche.

- Y, ¿qué quieres comer cariño? - preguntó.

- Quiero helado de chocolate y un pedazo de tarta de manzana, de la que mamá trajo el lunes - y una inocente sonrisa se le formó en los labios.

El moreno asintió y se fue a la cocina arrastrando los pies en busca de lo que su querida esposa pedía. Y de nuevo, se preparó mentalmente para los reproches que vendrían después, haciéndolo a él culpable de que ella se viera gorda...

Cinco minutos después, Ginny lloraba a mares con la bandeja sobre sus piernas y los platos ya vacíos.

- Calma cariño, ya no llores - la consolaba, abrazandola.

- Como quieres que me calme, estoy gorda y para cuando el bebé nazca me veré aún más gorda - sollozo nuevamente la pelirroja.

- No estarás gorda, te verás aún más hermosa, así que no te preocupes. Anda, vamos a dormir, tú debes descansar.

- Antes, ¿podrías darme un masaje en los pies? - preguntó con la voz aún afectada por el llanto.

El hombre asintió, le dió un beso en la frente y se acomodó para darle el masaje, poco a poco la embarazada se fue quedando dormida. Blaise bostezo y luego sonrió viendo con ternura a su mujer.

La amaba con todo su corazón y por ella sería capaz de cualquier cosa, incluso levantarse en la madrugada a buscar el antojo que se le pasará por la mente, su prioridad es que ella estuviera bien y feliz.

Tapó sus pies con la sábana y él se acomodo en su lugar de la cama, cerró los ojos y de inmediato cayó dormido, mañana sería otro día de antojos, llantos y enojos por parte de su querida esposa...


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Fictober 2020Where stories live. Discover now