15. Rojo

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Draco veía con cara de asco aquella escena, en verdad que el apetito se le había esfumado cuando vio al par de Gryffindors dandóse arrumacos delante de todos en el Gran Comedor. Hizo a un lado el plato de estofado y golpeó la mesa con su puño cerrado.

Theo lanzó un bufido y Blaise siguió comiendo sin prestarle atención al pequeño berrinche que su amigo estaba haciendo.

Malfoy siguió viendo fijamente a la pareja, que ajena a aquella mirada asesina seguía con sus mimos.

Por otro lado, la castaña sí que se dio cuenta del par de ojos grises que la veían desde la mesa de Slytherin, sabía que lo que hacía estaba mal, era como jugar con fuego, sin embargo, ahí estaba provocando a un dragón y no precisamente haciéndole cosquillas...

La hora de la cena había terminado, y era la hora de que cada casa se dirigiera a su sala común, Draco fue el primero en levantarse de la mesa y se fue sin decirle alguna palabra a sus amigos. Se fue dándole una última mirada a la castaña, que lo vio con una sonrisita burlona en los labios.

Hermione se despidió de sus amigos y su novio, alegando que aquella noche le tocaba dormir en la torre de premios anuales, ninguno se extraño pues sabían que dos veces por semana ella dormía fuera de la sala común de Gryffindor.

La castaña llegó hasta el tapiz que cubría la entrada a la torre, dijo la contraseña e ingresó a la sala, la chimenea estaba encendida dándole un ambiente cálido a la estancia, siguió caminando por un pequeño corredor que llevaba a las habitaciones. Abrió la puerta, no se sorprendió al verlo ahí, de pie viendo por la ventana abierta.

El aire frío de la noche entraba a la habitación, haciendo que las cortinas color rojo se mecieran formando sombras sobre el suelo de piedra.

- Ya terminaste tu escenita - dijo con desdén.

Ella trató de no reírse pero fue casi imposible, pues una pequeña risa se escapo de su boca, el rubio se volvió hacia ella con una mirada cargada de odio.

- Con que te parece gracioso - su voz sonó ronca y baja.

Lo vio desafiante mientras se acercaba a él y cuando estuvo cerca, junto sus labios a los de él, al principio él no respondió el beso, pues su mente le gritaba que no lo hiciera, que ya no siguiera en aquel juego...

Sin embargo, el deseo y la pasión fueron más fuertes, la tomó por la cintura pegándola a él y tomó el control de aquella situación.

Beso sus labios, su cuello, soltó su indomable cabellera y el aroma a jazmín inundó sus fosas nasales, embriagandolo y volviendolo loco. La razón dio paso a la locura.

La ropa quedó desperdigada por el suelo, sus pieles se fundieron en una sola, el fuego los envolvió quemando todo a su paso...

Ninguno sabía exactamente cómo habían llegado a esto. Ella estaba feliz de que por fin Ron se le había declarado el año anterior, y este año estaba aún más feliz porque la habían nombrado premio anual.

Al principio era un tanto incómodo estar en una torre junto a Draco Malfoy, desde que había llegado a Hogwarts, la molestaba por ser una alumna aplicada. Rata de biblioteca, come libros, sabelotodo... eran algunos de los apodos que el rubio le había impuesto durante todos esos años.

Algo había cambiado en él aquel año, pues no la insultaba, es más ni siquiera se había alterado cuando supo que ambos compartirían la torre dos veces por semana...

Una noche él la había acorralado contra la pared, su aliento era puro whisky de fuego, y sus palabras aunque atropelladas fueron muy claras para ella. Él sentía cosas por ella.

- No sé si sea amor, Granger, sólo sé que cada vez que te veo junto a la estúpida comadreja, una rabia incontrolable se apodera de mí.

Aún resonaban aquellas palabras en su mente, y aunque trató de olvidar el beso que él le dio después fue imposible. Porque eran sensaciones que jamás había sentido, ni siquiera Ronald provocaba aquello en ella.

Luego de ese día, Draco ya no tuvo freno, pues cada vez que podía le robaba besos en cualquier parte del castillo... La biblioteca, en los pasillos cuando iba de una clase a otra, en la torre de premios anuales...

Ella se resistía pero siempre caía ante esos labios que la derretían, sabía que estaba mal, que estaba traicionando a Ron...

Debía tomar una decisión, pues sus sentimientos habían cambiado, su corazón ya pertenecía a otro...

Debía tomar una decisión, pues sus sentimientos habían cambiado, su corazón ya pertenecía a otro

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Fictober 2020Where stories live. Discover now