7. Descendencia

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La pelirroja caminaba apresurada por los desérticos pasillos del castillo, era tarde y sólo esperaba que el profesor Slughorn le permitiera pasar a su clase y no le quitará puntos por llegar tarde.

Dio la vuelta en una esquina y maldijo porque el aula de pociones quedaba en las mazmorras, era un largo recorrido si llevabas prisa. Y por no prestar atención en el camino no se dio cuenta del chico que venía caminando en dirección contraria a la de ella.

Su cuerpo choco contra él, haciendo que cayera de espaldas golpendose el trasero. ¿Quién había sido el idiota con el que chocó?

- ¡Auch! Fíjate por donde vas, Weasley - dijo la voz de Zabini.

- ¡Fíjate tú, idiota! - gritó Ginny mientras se levantaba.

Él trato de contener la risa pues había chocado con ella adrede, sabía que tenía Pociones a esa hora y quería molestarla un poco.

Ginny le hizo una mala cara, y su intención de seguir su camino se vio interrumpida porque Zabini le cortó el paso.

- Quítate idiota, debo ir a clases - dijo ella tratando de zafarse de su agarre.

- ¿Sabes? Anoche soñe contigo - la chica se quedó de piedra - soñé que probaba tus apetecibles labios - la voz de Zabini era a penas un susurro - ¿a qué hora nos vemos en Las Tres Escobas esté sábado?

Ginny parpadeó saliendo del letargo en que se había sumido por la sexy voz de Zabini, sus mejillas estaban ruborizadas, eso era seguro, sin embargo, sabía las intenciones del Slytherin y la fama que tenía de casanova.

Ella no sería una más en su lista. ¡No señor!

Y ella también podía jugar con él, aunque fuera por un momento.

- A la hora que tú quieras - le dijo acercándose a su oído.

Ahora fue el turno de Zabini de ponerse de piedra, ella jamás se había acercado tanto a él, su aliento en su oreja le había puesto la piel de gallina. Blaise quería algo serio con ella pero no sabía cómo actuar o cómo conquistarla, por eso a veces recurría a molestarla hasta hacerla enojar.

Ginny sabía que estaba jugando con fuego pero era inevitable no hacerlo, se pegó más a él y rozó sus labios con los de él...

Demasiada tentación para su cuerpo, pensó Zabini, su mente estaba en otro mundo y no se percató de las intenciones de la Gryffindor. La chica estrelló su rodilla en la entre pierna del moreno, este se encogió por el dolor.

- ¡Estás loca! - gritó - me dejarás sin descendencia, y esté mundo no podrá admirar la belleza de los Zabini Weasley.

- Eso te ganas por andar de idiota, entiendelo, jamás saldré contigo - ella siguió su camino dejando al pobre Blaise tirado en el suelo quejándose por el dolor.

Gracias a Merlín, el profesor no había llegado aún al aula y pudo sentarse en su lugar de siempre... A veces ni siquiera ponía la atención debida a la lección por estar pensando en Blaise Zabini... Ese maldito Slytherin sexy...

No sabía si aquello que sentía por él era amor o simplemente atracción, sólo sabía que cuando lo veía con otra chica los celos se apoderaban de todo su ser y sus ganas de asesinar a alguien eran muy fuertes...

Sonrió al recordar lo que había hecho y se llevo unos dedos a sus labios, habían rozado por un instante los del moreno, fue un martirio para ella tenerlo tan cerca y a la vez sentirlo tan lejos...

Sus pensamientos se disolvieron cuando el profesor ingresó al aula e inició la lección de ese día: Amortentia... Naranjas y chocolate...

 Naranjas y chocolate

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