20. Cielo

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Las ventanas de la mansión estallaron en pedazos debido a la explosión causada por cuatro pequeños revoltosos que quedaron cubiertos por una sustancia verde, que se veía muy asquerosa.

Theodore ingresó cual vendaval con varita en mano, listo para atacar al intruso que osaba interrumpir en su hogar, grande fue sorpresa al ver a los cuatro niños cubiertos por aquella sustancia y con ojos de cachorro, pues sabían que tendrían un castigo.

El mayor guardó su varita y se cruzó de brazos muy serio, viéndolos con aquella mirada que podría paralizar a cualquiera.

- ¿Qué diablos estaban tramando ahora? - preguntó.

- Estabámos haciendo una tarea - respondió Lorcan.

- Sí, claro y yo soy Gryffindor - dijo con sarcasmo - quiero una buena explicación o tendré que llamar a sus madres - sonrió maliciosamente.

Los cuatro palidecieron ante eso último y es que para Lorcan, Lyssander y Pandora Nott Lovegood, tener como madre a Luna era muchas veces un alivio pues ella era muy cariñosa, divertida y siempre les apoyaba en todo, sin embargo, en cuestiones de travesuras, su madre era implacable, y pues para James Potter Parkinson era palidecer hasta casi parecer una hoja de papel, su madre era aún más implacable que su tía Luna.

- Yo, estaba experimentando con una nueva poción que te hace crecer granos en la cara - admitió la dulce Pandora que con esos ojos color azul cielo parecía no quebrar un plato.

- Y nosotros la ayudabamos, luego la probaríamos en Rose - declaró James.

- Se nos paso el tiempo de cocción y para cuando nos dimos cuenta había explotado y nos había cubierto con esto - siguió Lyssander con cara de asco.

- No era nuestra intención hacer un desastre - terminó Lorcan que bajó la cabeza seguido por los otros tres.

Theo suspiró y en ese momento se dio cuenta que su corazón latía a un ritmo acelerado, y es que cuando escuchó la explosión por su mente sólo cruzaron malos pensamientos, hacía mucho tiempo que el mal se había ido pero sabía bien que el mal existía en todas partes y esté podría llegar de un momento a otro. Tanto él como sus amigos sufrieron los embates de una guerra y lo menos que deseaban es que sus hijos vivieran lo mismo, por tal razón ellos los cuidaban como su más grande y valioso tesoro.

- Chicos, deben tener más cuidado cuando experimentan con nuevas pociones, si no saben algo, pueden preguntarme a mí, o a tío Draco - regaño suavemente y los pequeños asintieron - ahora vayan a lavarse, yo limpiaré y repararé las ventanas antes de que sus madres regresen.

- Lo sentimos papá - dijo Pandora - no volverá a suceder.

- Eso espero, ahora, largo pequeños monstruos verdes - los cuatro salieron de la habitación riendo.

El ex Slytherin sacó de nuevo su varita y la agitó en el aire para limpiar las paredes y el piso de esa sustancia verde, luego reparó las ventanas, con eso listo, bajó al jardín.

Cuando Luna y Pansy llegaron de hacer compras los encontraron ahí, jugando a la pelota.

- ¿Cómo se portaron los niños? - preguntó Pansy.

- Todo bien - afirmo Theo, que les guiño el ojo a los cuatro diablitos, sin que Luna o Pansy se dieran cuenta.

- Todo bien - afirmo Theo, que les guiño el ojo a los cuatro diablitos, sin que Luna o Pansy se dieran cuenta

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Fictober 2020Where stories live. Discover now