15. ✍

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Es extraño como los pensamientos cambian de un momento a otro, como pasas de ver a alguien como una encrucijada a un ser completamente entendido.

Entiendo el motivo por el cual él hace esto. Hay libertad en sentir el viento contra mi rostro, en la adrenalina que recorre mi cuerpo, en el sonido de la moto y en tus palpitaciones que de alguna forma se amoldan al sonido de la moto.

No digo que apoye algo ilegal como esto pero entiendo porque lo hace y de alguna forma agradezco que no sean drogas lo que recibía en esos sobres.

-¿Este es el lugar al que escapas casi todos los días?...-mi pregunta sale sin que pueda detenerla.
-No todos...-este lugar no se ve tan tenebroso cuando él viene a mi lado.
-¿Ah no?
-No.
-¿A donde más debo seguirte entonces?...-eso le saca una pequeña sonrisa.
-A la cabaña...-borra la minúscula sonrisa de golpe y me mira.-oye...-me inquieta ese repentino cambio.-¿realmente creías que vendía droga?
-No, sé que eres idiota pero no tanto.
-¿Gracias?...-hace una cara muy chistosa mientras agradece.-aunque sí es cierto.
-¿El que?
-Que soy un idiota...-baja el ziper de su chaqueta y me la pone sobre los hombros.
-Que bueno que te das cuesta...-cuando giro para mirarlo, me doy cuenta que esta serio y en sus ojos carga mucho odio.-¿que pasa?
-Realmente no merezco esa tercer oportunidad...-olvidé sus palabras en la puerta de mi casa por un breve momento.-no soy bueno para ti ni mucho menos digno de recibir algo así.
-Tienes razón...-sus ojos verdes cortan el contacto con los míos.-pero eso no significa que no puedas llegar a serlo...-los vuelve a clavar en mí lentamente.-no digo que no te odie ni mucho menos que he perdonado la mierda que me hiciste pero si creo que la gente puede cambiar y eso no excluye a un fuckboy...-su gesto no se relaja en lo absoluto y sinceramente me pone nerviosa.
-Un día vas a despertar y verás que soy una mierda de pies a cabeza...-se aleja unos pasos pero no despega sus ojos de los míos.-que estoy podrido por dentro y que lo único que se debe hacer con una persona muerta en su interior es dejarla para que muera en el exterior...-sé que debo apoyar todo eso que dice porque lo odio en este momento pero sus palabras vienen tan cargadas de odio hacia sí mismo que no puedo apoyarlo y no porque sea él, sino porque sé que ese odio y desprecio viene desde que era un niño.

El silencio se hace entre los dos mientras yo busco las palabras para decirle pero no tengo nada.

-También soy una mierda...-es lo único que se me ocurre decirle cuando finalmente abro la boca.
-No es cierto...-clavo mis ojos en él.-eres lo único que me mantuvo en pie mientras mi infancia se iba yendo a la mierda...-escucharlo decir eso me parte el corazón.
-Hiciste mucho por mí cuando eras un niño y todo para que conservara los momentos contigo intactos.
-No hice nada.
-Claro que sí...-doy dos pasos hacia él.-a pesar del daño que ese maldito te hacía, siempre hacías de mis tardes de juego un mundo nuevo, algo que llevo en mi memoria y guardo en mi corazón...-últimamente ando muy llorona y eso no me agrada en lo absoluto.-lo siento...-desvío mi rostro para limpiar las malditas lágrimas traicioneras que descendieron por mis mejillas sin que les diera permiso.-solo quiero saber una cosa...-necesito agarrar valor para preguntar lo que debo preguntar.
-Adelante...-me acerco todo lo que puedo para que cuando pregunte, él me responda viéndome a los ojos.
-Si sabías que estabas enamorado de mí o que estabas empezando a sentir cosas por mí, ¿porque le diste mi ropa interior a esos imbéciles?...-es algo que no termina de calzar en todo esto.-es el único detalle que no encaja en la versión donde dices que me amas.
-Yo no sé las di...-una risa incrédula brota de mi garganta.
-¿Entonces mágicamente aparecieron en sus manos?
-Volví a la cabaña para recoger una mierda que había olvidado y las vi en el suelo del baño...-hay sinceridad en sus ojos.-las traje conmigo para devolverlas a su dueña.
-Pues nunca llegaron a mí.
-Porque el hijo de perra de Raúl se las dio a Daniela.
-¿En serio esperas que crea eso?
-Fue el único que subió a mi auto antes de que desaparecieran...-se ve colérico.-si no fui yo y no habían regresado a su dueña, ¿quién putas pudo tomarlas?...-ríe exasperado mientras se jala el pelo con rabia.-el puto vídeo que Tina grabó ese día dejó de tener sentido para mí cuando empecé a sentir cosas por ti...-baja su vista al suelo como un niño que teme decirle la verdad a su madre.-sé que soy una mierda y que no merezco nada, pero realmente no quería que esto sucediera...-solo siento honestidad por su parte en este momento.-si pudiera devolver el tiempo y no haber hecho una mierda, lo haría...-sus ojos suben y se detienen en los míos.-lo lamento muchísimo...-ahí va esa traicionera lágrima descendiendo por mi mejilla pero esta vez no la detengo.
Esta vez dejo que vea lo que sus palabras hacen en mí.

En la iglesia nos han enseñado sobre el poder de la honestidad, el poder de la verdad y cuanto cambia una persona cuando deja una vida de engaños.
Y eso lo estoy viendo por primera vez en Mateo.

Sé que dirán que no le crea y que lo mande a la mierda pero, ¿debería volverme juez de Mateo y castigarlo por un error que cualquiera puede cometer? Yo creo que no.

No es mi deber hacer de su vida un precario. Ya suficiente ha sufrido con su padre como para que yo le haga lo mismo y sé que es estúpido que lo diga cuando él también me ha hecho daño pero creo que él realmente no quería hacer todo eso.
Creo que él quería detener todo pero se le fue de las manos.

-Todos cometemos errores...-logro decir finalmente.-estoy molesta y creo que no se me quitará por un tiempo pero realmente creo que querías evitar esto...-desvía la mirada y la clava en algún punto.-hey...-no quita sus ojos de ese punto en el que los clavó.-Mateo...-me acerco lo suficiente para comprobar lo que creí desde el principio.-hey...-pongo una mano en su mejilla izquierda y lo obligo (con delicadeza) a que me mire.-¿porque lloras?
-No lo sé...-esto es la cosa más vulnerable que he visto en él.-esto es una mierda...-eso me hace reír.-no te burles...-acuesta su frente a mi hombro y me rodea con sus brazos para atraerme más hacia él.-odio estos malditos sentimientos...-enredo mis dedos en su cabello mientras mi otra mano acaricia su espalda como si fuera un niño en brazos de su madre. ¿Alguna vez me podré acostumbrar a tocar su espalda sin sentir miedo de que le duela?

Se incorpora y me abraza más cómodamente. Sus palpitaciones son tan calmadas ahora que ni parece que haya tenido un bajón de emociones.

Siento su boca en mi oído y antes de que me haga idea de lo que hará, susurra:

-Te quiero Violeta...-su voz es más ligera que antes pero aún percibo el dolor en ella.
-Te quiero Mateo...-ya no me importa que me escuche, él necesita escucharlo y yo necesito decirlo.

MI INEVITABLE FUCKBOY 🔥[COMPLETA]Where stories live. Discover now