MI INEVITABLE FUCKBOY 🔥[COMPLETA]

33. 🤸‍♂️

Verla dormir ha sido una de las mayores dichas que he podido tener y experimentar en mi vida. Sus ojos calmados no dan señales de haber derramado lágrimas ácidas y repletas de dolor.

Cuando el reloj de mi mesa marca las tres de la mañana, mi teléfono tira la notificación de mensaje.
¿Quién mierda manda un mensaje a esta hora?

Hago como puedo para no alejarla ni un pelo de mí mientras me acerco al celular que se encuentra sobre la mesa de noche y reviso quien fue el gran "artista" que decidió mandar un mensaje a esta maldita hora.

"No debe ser nada bueno..."

Maldita voz de la conciencia.
Últimamente anda más neurótica que mi madre.

Lo desbloqueo y el mensaje se abre de inmediato con una única palabra que me crea una ola de confusión en el cerebro.

"Asesino.."

El número es desconocido y de no tenerla entre mis brazos, habría marcado para maldecirlo por mandar mierdas a mi teléfono.

Me dispongo a dejarlo sobre la mesa nuevamente cuando la notificación de mensaje me detiene de golpe.
¡Maldita sea!

Lo desbloqueo y el mensaje que leo me hiela la sangre casi por completo.

"Asesinaste a sus padres..."

No sé porque mierda me inquieta tanto un mensaje de un desconocido, solo debe de estar haciendo una maldita broma de muy mal gusto.

Tiro el aparato al suelo y me acuesto con ella casi encima mío.
Debo intentar dormir algo o mi mente empezará a taladrar ideas que no son ciertas.

~○~
La mirada de compasión con la que me veía me estaba calentando al mil la sangre pero no podía decirle nada, no podía justificar lo sucedido, no podía evitar lo que no se podía evitar.

-Y estos ataques de ira...-mantiene su mirada pegada en el registro médico.-¿cuando empezaron?...-una risa amarga brota de mi garganta sin que pueda frenarla.-Mateo...-sé cuanto le preocupa que esté así pero no tengo problemas de ira, lo único que tengo es un maldito padre abusador.
-Empezó cuando me supe defender de mi progenitor...-ella pone su mano sobre mi brazo y lo estruja ligeramente.-¿alguna otra pregunta?
-Mateo...-los doctores hacen un trabajo de buena calidad cuando se refiere a alguien peligroso.-quiero ayudarte a que toda esta ira retenida en tu cuerpo salga de una manera positiva...-sé lo que eso significa.
-Lo único que usted desea es que deje de ser un maldito peligro para el mundo en general.
-Por favor hijo...-la voz de mi madre tiembla tanto en este momento.
-¿Que recomienda que haga para calamar mi "ira"?...-solo quería salir de ese maldito consultorio y largarme lo más lejos que pudiera de ese hospital de locos.

Yo no tengo problemas de ira, solo tengo a un monstruo como padre y eso implica que debo defenderme de él.
~○~

La luz del día se filtra por la ventana y la alarma en mi cabeza se activa casi por inercia.
Hora de entrenar.

Quito mi prisión de brazos de su cuerpo y me levanto lentamente de la cama.

Ruego que no se levante en mi ausencia entre gritos o gemidos.
Necesito protegerla de todo pero si no entreno, estaré perdido.

Me pongo una sudadera bastante gastada que uso regularmente para entrenar, mis viejos pantalones de correr, recojo el aparato del demonio del suelo y los audífonos del mueble de la ropa para salir sin hacer el menor ruido de la habitación.

"Mateo..."

Ese susurro en mi cabeza es tan molesto e incesante.

-Creí que no irías hoy...-la voz de mi madre me frena de golpe cuando voy casi llegando a la puerta.
-Debo.
-Sé que sí...-se acerca con una sonrisa en sus labios y planta un pequeño beso en mi mejilla.-necesitamos hablar cuando vuelvas.
-¿De?
-Me debes explicar que sucedió para que ella esté aquí.
-Es una larga historia.
-Y la necesito escuchar...-no es una historia muy bonita para contar a tan temprana hora del día pero ella tiene razón, ayer metí a mi ex aquí sin avisarle una mierda, por no mencionar que aún me odia por toda la mierda que le hice y a eso hay que agregarle que no tiene a donde más ir.-pero será cuando vuelvas...-dice antes de empujarme hacia la puerta.-ve.
-De acuerdo...-beso su mejilla y salgo de la casa.
Necesito distraerme con ejercicio.

~○~
Me mira como si fuera un extraterrestre o un animal enjaulado y peligroso pero el único que tiene derecho alguno a tener esa cara de mierda soy yo.

-Es una buena solución...-su voz me da más rabia que la situación en general.
-¿Habla de golpear un maldito saco de boxeo, alzar pesas y descargar mi odio en esto?...-su cara tranquila me provoca un tremendo deseo de romperle la madre.-ni de chiste. 
-Hazlo por tu madre...-esa es la gota que derramó el vaso.
-¿Que ha dicho? Se cree parte de mi familia para andar aconsejando sobre mierdas que ni de verga le corresponde, mejor métase en sus asuntos, ¿quiere?...-me levanto y salgo dando un portazo.

¿Quién se cree ese hijo de perra para decirme que hacer o que no hacer?
~○~

Después de calentar, me pongo a correr por todo el vecindario para poder llegar al gimnasio pero cuando visualizo su casa, todo el calor que he tomado, se evapora.
¿Quién podría creer que algo así ha sucedido en esa casa tan hermosa y llena de recuerdos?

Todo es tan jodido y complicado que me cuesta un mundo asimilarlo.

Mientras más me acerco a la casa, más aumenta el peso en mi estómago y columna.
¿Por qué tuve que venirme por aquí?

"Cálmate..."

Solo es una construcción, los recuerdos están en la mente.
No es la casa la que guarda todo, es mi mente y mi corazón.

"Que profundo..."

Maldita voz entrometida y desgraciada.

Mi teléfono me avisa de un mensaje, pero dudo de si debo verlo o no.
Quizá no es la misma persona de ayer y sea mi madre o Vi.

Lo saco de mi bolsillo y lo desbloqueo para que de inmediato salga el mensaje pero para mi desgracia, no son ninguna de las dos.

"Serás idiota..."

Es otro texto del maldito número desconocido pero esta vez el mensaje se me hace fastidioso.

"¿Paseas por la escena del crimen?"

¿Quién mierda es y como sabe que estoy cerca de la casa de Violeta?

Giro rápidamente y miro en todas direcciones pero no veo a nadie fuera de lugar, todos son conocidos y vecinos.

Con rabia en cada fibra de mi cuerpo, le marco al número desconocido y como era de esperar, no contestó el muy cobarde.
Cuando encuentre al maldito payaso detrás de esto va a desear tener una mano de repuesto.

-¿Esperas que conteste?...-la puta madre que me parió.-¿no es mejor vernos de frente y aclarar las cosas?...-me siento de piedra en este momento y no sé porqué.
-¿A que mierda juega?...-siento su presencia atrás mío pero no me logro mover para girar y encararlo.
-Yo no juego a nada pero tú si que lo haces...-se coloca frente a mí lentamente y una sonrisa bastante fastidiosa se dibuja en sus labios.-¿cómo esta la niña?
-¿Porque debería saber cómo está?
-No seas tonto, cualquiera en su sano juicio y con dos ojos en su rostro sabría que ella esta contigo.
-No lo esta.
-¿Ah no?...-su cara pensativa es mil veces más fastidiosa que su presencia.-yo conozco perfectamente los gritos de tu madre para saber que quien gritaba ayer con desesperación no era ella...-cierro las manos en puños y las uñas empiezan a perforar violentamente la piel de mis palmas.-dime algo hijo...-su sonrisa se ensancha y lo hace ver más retorcido que antes.-¿ella sabe que fue tu culpa que yo los mataran?