MI INEVITABLE FUCKBOY 🔥[COMPLETA]

32. Mateo🦁

Siento un maldito escalofrío recorriendo mi columna vertebral y sé que es por lo que sus ojos verán cuando lleguemos al salón donde tienen los cuerpos.

En cuanto su mano se hace un puño en mi camisa, activa la alarma en mi cerebro que me hace querer protegerla.

Me siento vulnerable y patético ahora mismo por no saber que mierda hacer para aliviar el peso que carga.
Pero, ¿cómo podría? Si ha perdido a sus padres y la vida que conocía.
No puedo ayudarla y me quema no poder hacerlo.

Este maldito pasillo se me hace eterno, tantas vueltas, tantas escaleras, tanta mierda para llegar al puto lugar donde su corazón se romperá y yo no podré repararlo.

Cuando el rótulo de la morgue se ve en mi campo de visión, me maldigo por pedir que lleguemos lo más pronto posible. Debí quedarme callado. 

Cuando estamos frente a la maldita puerta gris, ella lentamente se separa de mí y comienza a caminar hacia el salón que el enfermero ha abierto para que ella entre.

No puedo ir con ella, esto es algo que debe hacer sola, pero eso no impide que sienta una jodida ansiedad hasta la última fibra del cuerpo.

-¿Quieres entrar?...-me pregunta el enfermo con amabilidad.
-Gracias...-mis pies pesan de manera sobrehumana pero igual los obligo a dar unos pasos hasta la puerta.
No entraré completamente, sé que ella no podría quedarse en una pieza si estoy a su lado.

Me da una mirada con un único mensaje que podría ser descifrado hasta por un ciego.

"Te necesito aquí..."

Enfoca su atención en los cadáveres frente a ella y esa es la señal para enfocar mi atención en otro lado.
Debo darle la espalda y así poder darle un poco de privacidad.

Su gemido se pierde en el aire y mi corazón emprende su marcha a un ritmo inhumano.

"Cálmate Mateo..."

Uno de los dos debe ser fuerte por el otro y ese debo ser yo.

Cuando las palabras empiezan a salir de su garganta, el nudo en mi pecho se hace más y más grande. Maldita sea. 

Clavo mis uñas en las palmas de mis manos para evitar llorar, pero su voz está tan repleta de agonía que no creo lograrlo.
¡Mierda! ¿Cómo demonios debo sentirme ahora mismo?

Su dolor es tan agonizante y tan profundo que cuando le pide al cuerpo de su madre que vuelva a la vida, las lágrimas empiezan su descenso por mis mejillas.

El nudo se estruja con más fuerza en mi garganta y me impide tragar con normalidad.

Sus palabras repletas de dolor son lanzadas al aire con brutalidad, lanzadas al cielo como petición para algo imposible, a dos cuerpos sin vida, a los espíritus de dos seres que fueron mi segunda familia y ahora me quema las entrañas verlos en dos mesas de metal inmóviles, fríos y con los labios morados.

"Están muertos..."

¿Quién cuidará de ella cuando no esté cerca? ¿Quién la hará reír o refunfuñar? ¿Quién la mantendrá bajo su ala protectora y le enseñará lo que debe ser enseñado?
Esto duele casi tanto como un maldito carbón caliente en la garganta.

No sé cuanto tiempo pasa exactamente, pero al cabo de un largo rato de gemidos y súplicas, ella vuelve a mi lado.

"Santo cielo, ¿alguna vez podrá recuperar su felicidad?"

Clava su mirada en mí y sin que me lo pidan ese par de gemas azules, alzo el brazo y ella se aferra a mi torso con cuidado.
Creo que teme lastimarme la herida y sinceramente agradezco que sea cuidadosa porque esta mierda duele como el infierno.