Capítulo 14

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Hola a todos! Hace dos días que vengo muy buena y con doble capítulo. Espero que les guste, espero sus comentarios💚
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Mi mundo se derrumbó al notar que Peter se puso a llorar, se le escaparon solo unas lágrimas pero lo noté, noté su decepción, ¿dolor?
-No se que hago acá... Ya tomaste una decisión..-él habló, se me formó un nudo en la garganta- no se que hago acá-repitió negando con la cabeza.
Peter estaba por irse pero no me importó nada, ni la lluvia, bajé las escaleras sin saber que decir, lo agarré de la mano desesperada, necesitaba que me mirara a los ojos, lo hizo y sus ojos me hablaron, me rechazaron, entonces mi vista se nublo, iba a ponerme a llorar.
Antes de hacerlo me lancé a sus brazos, lo abracé, él se quedó estático, esto era todo lo que necesitaba en este preciso instante, un abrazo, pero no cualquiera, uno de Peter Lanzani.
-Voy.. Voy a volver-le dije cuando me aparté un poco- además no puedo irme, el experimento... No puedo abandonarlo porque sí... Di mi palabra..
Peter asintió con la cabeza sin mirarme.
-Subí al auto cuando quieras-me dijo después de subirse él, lo hice y un silencio incómodo se produjo, encendí la radio y cerré mis ojos apoyándome contra el vidrio de la ventana.
Cuando llegamos al departamento fui al baño a darme una ducha para tratar de relajarme, demasiada tensión.
Llevábamos solo tres semanas del experimento y todo había sido tan intenso.
Terminé de bañarme, me puse ropa para dormir pero fui a buscar nuevamente helado, otra vez comer desanimada, eso y después chocolates, un atracón, hace tiempo no me pasaba.
Terminé con una especie de ataque al hígado, vomitando en el baño, cuando salí de éste Peter me miró preocupado.
-¿Como te sentís?-quiso saber.
-Pésimo-me sinceré, me metí en la cama y apagué la luz del velador, Peter la prendió nuevamente y se sentó en el borde de la cama para mirarme.
Me hizo una caricia en la frente y suspiró.
-Me tenes en tus manos..-soltó movilizando en mi toda especie de sensaciones y sentimientos, mis ojos se me pusieron brillosos porque estaba pasando todo lo que no quería, todo lo que no estaba en mis planes- no llores Lali...-me pidió- siento que esto puede ser especial.. Hace tiempo no me sentía así, por eso me volví loco cuando no te vi, yo... Tuve miedo..-la voz se le quebró- no quiero perder más a una persona que me importa
Esa confesión hizo que se me erizara la piel, le importaba demasiado, lo peor del asunto es que él también me importa a mí, por eso me fui, para justamente tratar de evitar esto.
Peter se acercó a mi cara, miró mis labios, se decidió y besó mi frente, lentamente, con una dulzura que me estremeció.
Estaba por alejarse y sostuve su cara entre mis manos besándolo, cuando me separé lo hice sabiendo que nunca más iba a volver a hacerlo, fue mi beso despedida, iba a poner distancia de ahora en más.

Me quedé dormida, al despertarme fui a buscar algo para desayunar, me hice tostadas y café con leche, no esperé a Peter, después me duché y me fui al taller.
Al llegar me di cuenta de que Candela no había llegado, me fui demasiado temprano del departamento. Me preparé otro café aunque me dolía la cabeza, la imagen de los ojos llorosos de Peter se me vinieron una y otra vez, sumado lo que me dijo anoche.
Traté de concentrarme en lo importante: el vestido.
Terminé de elegir telas y agarré un cuaderno con medidas que le tomé a la novia, me puse a hacerle recortes a una tela, estaba concentrada, abstraída de mi realidad cuando llegó Candela.
-Hola La, que temprano-me dejó un beso en la mejilla- que lindas telas elegiste
-Sí, me gustan mucho-asentí con la cabeza, seguí recortando.
-Te fuiste ayer al final, tengo tu ropa.. La traje-me señaló la valija, suspiré, supe que se iba a venir otra charla más, dejé de hacer lo que estaba haciendo- ¿como te sentís hoy?
-Mal, pésimamente mal-le confesé- mal porque todo está saliéndome mal, mal porque Peter anoche prácticamente me dijo que se enamoró de mí..
-Son dos tarados, vos también estas hasta las manos-ella suspiró.
-Él me dijo algo parecido.. me tenes en tus manos-un escalofrío me recorrió el cuerpo-me fallé a mi misma, quise alejarme para que esto no pase y pasó.. Encima tenemos que seguir viviendo bajo el mismo techo-suspiré, negué con la cabeza- no quiero lastimarlo
-No quiero ser la mala, pero lo estás haciéndolo Lali, ya te lo dije, no solo pienses en protegerte a vos misma, sino pensá en los demás, en este caso pensá en Peter.. Sé que tenes pánico al amor pero ya estas enamorada tarada, podes vivirlo o seguir haciéndote la boluda
Agarré nuevamente la tela que tenía frente a mí.
-Hacete la boluda-ella me respondió- después no me pidas consejos
Ignoré a Candela el resto de la mañana y tarde, cuando llegó la noche me tomé un taxi para volver, otra vez se puso a llover, pagué y subí por el ascensor hasta mi piso, abrí la puerta y Peter estaba en la mesa del living leyendo cosas del trabajo.
-¿Porque estás trabajando acá cuando hay una oficina?-le pregunté y me sequé los pies en la alfombra de la entrada, cerré la puerta.
-Hola, buen día Peter-me respondió mal, estaba de mal humor, lo vi subrayar algo y quejarse, se había equivocado.
Me preparé un café y agarré un paquete con galletitas, Peter paró lo que estaba haciendo para mirarme.
-Vamos a comer en un rato-me informó- no te llenes con esas cosas
Suspiré y lo miré mal, había tenido un día tenso con Candela, lo que me faltaba era que él me dijera lo que podía hacer o no.
-Puedo comer ahora y puedo comer después-le respondí y me llevé el paquete a la oficina.
Saqué mi computadora del bolso y abrí un archivo que simulaba como iba a quedar el vestido, modifiqué cosas mientras comía, cuando agarraré la taza de café me lo tiré encima de las piernas.
-Mierda
Fui a cambiarme de mala gana y agarré la ropa sucia para tirarlo en el tacho de ropa para lavar, Peter estaba en la cocina cocinando en silencio.
Iba a tomar vino cuando sentí un dolor de cabeza tremendo, me mareé, solté la botella y volaron vidrios y gotas de vino por todos lados, me clavé un vidrio en uno de mis tobillos, grité del dolor.
Peter dejó de cocinar al escuchar todo, se acercó tratando de no pisar los vidrios y me miró preocupado, me dio la mano para que saliera del medio del desastre, me senté en una silla, él se animó y me sacó el vidrio con una pinza que encontró en un botiquín de primeros auxilios.
-Ya está...-me vendó el tobillo y cerré mis ojos del dolor-¿estas bien?
-Sí.. Sangró bastante pero seguro voy a estar bien...-asentí con la cabeza no muy convencida- me mareé, se me parte la cabeza, me clavé un vidrio, ¡¿algo más quiere pasar hoy?!-grité mirando al techo, se me revolvió el estómago-Peter me siento mal, tuve un día de mierda...
Él suspiró y agarró una silla, se sentó por un momento a mi lado.
-¿Sabes? Hoy pedimos delivery, ahora limpio este desastre, vos relajate, estas tensa, mereces un descanso de todo, fueron días muy... Fueron muchos días adaptándonos al otro-finalizó y fue en busca de cosas para limpiar, lo observé haciéndolo, era realmente el hombre soñado.
Peter pidió delivery y puso la mesa, cuando finalizamos de comer se me dio por ir al baño a devolver.
-Necesito descansar...-me acosté en la cama con un nudo en la garganta, estaba agotada, con la energía absorbida, había pasado por tantas emociones y confesiones que mi cabeza iba a explotar.
Peter al cabo de un rato se recostó a mi lado, me acarició el pelo, me dormí.

A primera vistaWhere stories live. Discover now