Capítulo 21

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Peter estaba decaído y tirado en la cama, así que me apoyé encima de su espalda y comencé a besar su cuello, él se rió como un niño y se volteó para terminar quedando encima mío, me acarició el pelo con una de sus manos y suspiró.
-Me da pánico perderte-me confesó- Miguel siempre quiere lo más preciado que yo tengo...-me acarició ahora la frente- es una persona mala Lali, siempre fue egoísta, es encantador con las personas pero literalmente está mal, lo adoptaron mis papás más de grande y nunca se adaptó, él hacía cosas y me culpaba a mí, quiso conquistar a Delfina..- suspiró- por eso te estoy pidiendo que te cuides... Vos sos lo más preciado que tengo ahora.. Vos y...-bajó su mirada mirando mi panza, me agarró un nudo en la garganta, lo que dijo Peter me asustó un poco, él se agachó y besó pausadamente mi panza, sentí un cosquilleo en todo mi cuerpo, después se acercó nuevamente a mi cara y me besó, ansiosa enredé mis manos en su pelo sin dejar de besarlo.
-Tranquilo...-quise llevarle paz, rocé mi nariz con la suya- se cuidarme además, tengo carácter-elevé mis cejas y le sonreí- es más probable que termine volviéndolo loco, cansándolo y termine yéndose para nunca más volver
Achiné mis ojos mirándolo y Peter me sonrió.
-Sos increíble-me abrazó, me escondí debajo de su cuello, nos quedamos así, haciéndonos caricias, como si fuéramos novios desde toda la vida.
Más tarde se me ocurrió cocinarle a Peter y no pude hacer otra cosa que fideos con salsa, fideos de paquete obviamente.
-Quiero emborracharme-me lamenté mirando la caba de vinos que había en el living, Peter elevó sus cejas.
-Lali no...-me retó y suspiré.
-Ya lo se bobo-tomé agua de mi copa- ¿me vas a privar también del postre?-elevé mis cejas haciéndome la sexy, él me sonrió, negó con la cabeza.
-Entonces exijo postre-otra vez volvió la Lali caprichosa, Peter no lo dudo nada, me cargó hasta la cama y caímos.
-Sos livianita, chiquitita, para poner en una mesita de luz-me molestó divertido, lo fulminé con la mirada y después nos reímos.
Le saqué la remera a Peter y recorrí su espalda con mis manos, siempre era un volver a descubrirlo, cada vez había más confianza.
Él se encargó de sacarme cada prenda y me llenó de besos cada parte de mi cuerpo, me pareció extremadamente sensual, después busqué su boca con la mía, mordí sus labios, jugué con ellos hasta que todo se volvió más intenso.
Me aferré a su cuerpo, su piel, cerré mis ojos y despejé cada pensamiento que me daba vueltas en la cabeza.
Llené de besos su cuello estando agitada, rocé mi nariz con la suya.
-Peter-alcancé a decir cuando nos quedamos abrazados-¿que fue?
-No es sexo si queres saber eso Lali... Es hacer el amor-me despejó la gran duda que tenía, me sentí más tranquila, Peter me besó la frente, él realmente era todo lo que una vez en mi vida había soñado.
Me quedé apoyada sobre su pecho hasta que el sueño me venció.

Despertamos y corrimos porque nos habíamos quedado dormidos.
-Conmigo siempre vas a llegar tarde a todos lados...-lo advertí y elevó sus cejas- el que avisa no traiciona... Toda la vida llegué tarde, hasta a mi casamiento
-Tarde y ebria-Peter me molestó y le pegué en el brazo-¡¿qué?!-se rió de mí- dije la verdad...
-No voy a entregar más este cuerpo-me señalé mirándolo sensualmente y se me rió en la cara.
-Como si pudieras no hacerlo...-me desafió.
-Puedo no hacerlo eh....-mentira, lo dije solo para llevarle la contra, lo dejé contra la puerta antes de salir y lo besé reiteras veces, como hoy llevaba puesto labial rojo sonreí-souvenir mío para vos, con cariño
Peter me sonrió y negó con la cabeza.
-Sos una persona imposible, y ahora vamos, te llevo yo-Peter me agarró de la mano, era tan nuevo este tipo de cosas, todavía me sorprendían.
Me subí al asiento de acompañante y me puse el cinto de seguridad, Peter manejó hasta llevarme a mi taller.
-Pasa algo y me llamas, necesitas algo y me llamas, tenes un antojo y me llamas...-Peter me dijo y no pude evitar sonreírle.
-¿Aunque estes en una reunión?-quise saber, estaba desconcertada, ¿que había hecho con el Peter Lanzani que conocí?
-Sí... Trata de que no, pero podes llamarme-suspiró, se acercó y besó detenidamente mi frente- me tengo que ir
Lo agarré de las mejillas y lo besé dulcemente.
-Nos vemos...-asentí con la cabeza.
Después subí a mi taller que estaba hecho un desastre, cuando empiezo algún diseño mi taller sufre cambios, suelo ser desordenada.
-Me sorprende que no pierdas los materiales... En tu mismo desorden-Candela se quedó mirándome trabajar- ya veo que un día salís con tú bebé a un lugar y lo perdés, o te traes el de otra persona
La fulminé con la mirada, ella se rió de mí.
-Caminando de tema, te vi por la cámara de seguridad, están muy intensa con Peter Lanzani-me burló.
-Mi marido Candela, mi marido...-le corregí, que fuerte, mi marido-¿cuando envejecí tanto? Estoy casada y voy a tener un hijo
-O una hija...-me corrigió Candela- no seas dramática, vos elegiste esto..
-Todo no, pero... Tengo que admitir que me está gustando mi realidad...-asentí con la cabeza.
Finalmente casi terminé el vestido de novia, lo dejé colgado y con Candela bajamos para irnos, todo venía bien hasta que me encontré con la persona que más miedo me daba ver.
-Mariana-me saludó-¿quién es tu amiga?
-Candela-se presentó ella-¿se conocen?
-Miguel.. El hermano de Peter-se me encendieron todas las alarmas-¿que haces acá?
-Mudé mi oficina a este departamento-me dijo como si nada y se encogí de hombros, sentí una pala vibra impresionante en el aire.
-Tengo que irme...-me apresuré a salir del departamento y aceleré el paso, iba a pedirme un taxi pero Candela me dijo que me llevaba al departamento.
-¿Que pasó La? Te pusiste pálida antes-ella se preocupó, estaba manejando.
-Peter se lleva mal con su hermano, algo le hizo a él.. En realidad varias cosas pero siento que obvio contarme muchas de ellas-suspiré- y encima se mudó en nuestro departamento, el de nuestro taller...
-Parece amable La, seguro exagera, celos tal vez...-Candela quiso llevarme calma, suspiró- todo va a ir bien
Me dejó en la puerta del departamento del experimento social, el nidito que por ahora teníamos en común con Peter.
Me subí al elevador y cuando se abrió en mi piso abrí rápidamente la puerta, la cerré y comí varias cosas dulces completamente ansiosa.
-Alguien ya empezó con antojos...-Peter me sonrió, recién había llegado, me abrazó por la cintura, le sonreí todavía con helado de chocolate en mi boca, él relamió mis labios y le sonreí-¿como estuvo tu día?
Hizo esa simple pregunta y me descoloqué, ¿como decirle que su hermano, el que tanto odia, se mudó a mi mismo edificio?

A primera vistaWhere stories live. Discover now