Capítulo 29

1K 59 2
                                    

Peter suspiró, me agarró de las manos, estaba tratando de tranquilizarse para ser suave conmigo, me di cuenta, lo noté cuando me miró a los ojos.
-Hay un motivo por el cual te cuido tanto...-la voz se le quebró- sospecho, siempre sospeché que quién terminó de volver loca a Delfina fue Miguel.. Ella ya tenía problemas, yo la apoyé siempre pero... Él no solo quiso seducirla, creo que él fue.. La mala influencia digamos..
Entonces lo entendí, porque tanto dolor, porque tanto miedo, el porque yo lo había desilusionado, lo abracé con cuidado, quería meterlo en una cajita de cristal, él se puso a llorar.
-Es un manipulador profesional Lali...-él se escondió en mi cuello como un nene chico- tendría que estar preso, pero a los ojos de todos él está cien por ciento rehabilitado
Él me miró nuevamente a la cara y me quedé acariciando una de sus mejillas.
-Perdón yo... Creí que podía manejar la situación...-fui sincera, me partía el alma verlo llorar-Peter hay otra cosa que no te dije... Miguel me besó...
No quería ver su reacción, así que bajé mi mirada.
-Es un hijo de puta-Peter quizo bajarse del auto pero lo detuve, lo agarré del brazo-¡Lali que con vos no se meta! No...-se puso todo colorado, hice fuerza para que no fuera al edificio-¡lo voy a denunciar!
Tuve que soltarlo porque hacía mucha fuerza y abrió la puerta del auto, bajó y corrió hasta la entrada principal, se desapareció de mi vista, pasaron minutos y me puse muy nerviosa, me sentí mareada, solo me volvió el alma al cuerpo cuando lo vi volver intacto.
-Le dije, que le voy a hacer una denuncia, que le van a poner una perimetral-Peter suspiró y me abrazó- perdón..  Si no me hubieras conocido no tendrías porque pasar por algo así..
Peter sonó realmente apenado, nos separamos un poco y rocé mi nariz con la suya.
-Peter...-lo llamé y el me prestó toda la atención del mundo, su mundo- me alegra haberte conocido yo... Soy una mujer afortunada-esbocé una pequeña sonrisa, él al cabo de unos minutos también me sonrió nos abrazamos-ahora... ¿podemos ir a otro lado? Y dejar esto atrás...
Asintió con la cabeza y puso en marcha el auto.
-¿Podemos ir a tu oficina?-le pedí tratando de no reírme, elevé mis cejas, él hizo lo mismo.
-¿Enserio?-quiso saber y asentí con la cabeza.
Peter empezó a manejar hasta el edificio de su empresa, al entrar todos nos saludaron amablemente, yo lo sostenía de la mano, no lo solté en ningún momento, menos cuando vi a su secretaria.
-Belen-la saludé y ella me saludó.
-Belen-Peter también la saludó y ambos entramos a la oficina de Peter, puse la traba y me dio igual que hubiera alguien afuera, me apoderé de su boca salvajemente, Peter me acarició la cintura por debajo de mi blusa, después me la sacó, no hizo falta demasiado tiempo para que terminara en ropa interior, terminamos recostados en el sillón de la oficina de Peter haciéndonos caricias y con nuestras manos entrelazadas, cerré mis ojos cuando todo se volvió más intenso, luego busqué nuevamente sus labios con los míos, lo miré a los ojos y le sonreí boba.
-Te amo...-rocé mi nariz con la suya, me sonrió, se le achinaron los ojos por la sonrisa.
-Yo te amo Lali-me acarició el pelo- gracias por cumplir mi capricho
Ambos nos reímos.
-Mentiría si dijera que nunca fantaseé con algo así...-me apoyé sobre su pecho y se quedó acariciando mi espalda.
Nos quedamos un tiempo así hasta que consideramos que para los ojos ajenos llevábamos bastante tiempo encerrados juntos.
-Me tengo que quedar solucionando algunas cosas.. ¿Me esperas media hora?-Peter quiso saber y asentí con la cabeza, salí de la oficina y cuando cerré la puerta Belen me fulminó con la mirada, me cerré los últimos botones de la blusa arrugada, me acerqué sigilosamente.
-Vi tu actitud con tu jefe el otro día, te estaban grabando del reality-comenté- hay algo que se llama respeto, respetá a mi marido, respetame a mí, y respetá al hijo que vamos a tener
Ella se quedó estática, le sonreí y me fui a mirar la planta de fabricación, eso me fascinaba, acaricié los materiales y uno de los fabricantes me mostró parte de la colección nueva.
-Este modelo es lo que se viene-me dijo un chico joven.
-¿Tu nombre?-quise saber.
-Gastón Dalmau, soy el diseñador de la empresa-se presentó-¿La Señora Lanzani no?
Asentí con la cabeza.
-Todavía no me acostumbro a ese título...-me sinceré- también soy diseñadora, pero independiente, hago ropa, vestidos sencillos, de fiesta, de novia..-le conté, él me escuchó atento.
-Tendrías que mostrarme algo algún día..-me sonrió, me resultó una persona muy amable y educada, después subí nuevamente hasta el piso de Peter y él terminó de cerrar la puerta.
-Podemos irnos...-asintió con la cabeza y me sonrió.
Manejó hasta nuestra casa temporaria y cuando entramos me bajé de mis tacos.
-Me matan, pero antes muerta que baja-bromeé, Peter rió.
-Tenemos que ver casa, ir a un turno médico..-empezó y asentí con la cabeza.
-De eso quería hablar, mañana tenemos turno médico, me hacen un análisis de sangre y la primera ecografía-no pude no emocionarme después de decir eso, Peter me abrazó.
Peter pidió delivery porque los dos estábamos muy cansados, como para no estarlo, comimos entre anécdotas de la infancia y risas.
-No puedo creer que siempre fueras así de chispita-Peter se sorprendió- creí que tu rebeldía empezó en tu adolescencia..
-Peter todavía soy adolescente-le recordé, elevé mis cejas- que esté casada no cambia eso... Hoy me dijeron Señora, me sonó algo fuerte..
Él se rió de mi comentario.
-¿No sos Señora Lanzani?-se acercó hacia mi y me abrazó por la cintura.
-Prefiero Mariana Lanzani antes que Señora-me sinceré y él me acarició la cara con suavidad, me besó la mejilla, me pareció muy tierno-¡hablo enserio!-golpeé suavemente su brazo, él solo se rió de mi, corrió el pelo de mi cara para verme mejor.
-Lali enserio voy a cuidarte...-rozó su nariz con la mía y le sonreí, lo abracé, lo necesitaba tanto.
Ambos nos acostamos en la cama completamente agotados, obviamente después del besito de las buenas noches.

Nuevo día, nueva energía.
Me vestí rapidísimo porque con Peter estábamos llegando tarde al turno médico, cuando nos subimos al auto mi esposo me fulminó con la mirada.
-Era verdad... Que con vos siempre voy a llegar tarde a todos lados-suspiró, le sonreí divertida por la situación, le dije que acelerara.
Llegamos a la clínica y corriendo fuimos a la recepción, me registré y llegué agitada a la puerta del consultorio.
-Llegamos-choqué los cinco con Peter que quería matarme por vivir tan al límite.
Me llamaron y Peter entró conmigo, me sacaron sangre y nos dijeron que después nos entregarían los resultados.
Peter me sostuvo la mano cuando vino el médico y me puso un gel frío.
-Mariana-corroboró mi nombre y asentí con la cabeza- vamos a ver al bebé...-me sonrió.
Agarró el aparato y comenzó a pasarlo sobre mi panza, se me erizó la piel cuando empezó a verse algo en la pantalla, el médico subió el volumen, y lo escuché, a mi bebé, el que empezó a crecer en medio de un delirio, en medio de un experimento social.
Volteé para mirarlo a Peter, ambos con lágrimas en los ojos.
-Nuestro bebé La-él me acarició una de mis manos para después sostenerla nuevamente, volvimos nuestras miradas nuevamente a la pantalla, el médico revisó a nuestro bebé y sacó capturas de pantalla.
-Está todo bien, hay que ver bien en los análisis de sangre pero aparentemente esta todo bien, estas de un mes Mariana-el médico me informó, yo seguía sensibilizada.
Después de limpiar mi panza con un papel abracé a Peter, me aferré a él llorando de alegría.
Salimos del consultorio y la clínica, volví a sus brazos completamente alegre.
-Ahora sí puedo creerlo... Lo vimos Peter.. o la vimos-me corregí, él se me quedó mirando a los ojos mientras me acariciaba el pelo.
-Gracias Lali... Por haber insistido tanto en sacudir mi mundo-los ojitos de Peter se pusieron brillosos, él me besó la frente y entrelazamos nuevamente nuestras manos, caminamos hacia el auto en silencio, no uno incómodo, solo estábamos procesando la información.

A primera vistaWhere stories live. Discover now