Capítulo 27

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¡Buen día gente! Aquí les traigo un nuevo capítulo, lo escribí por la madrugada desvelada, pensando varias ideas, espero que les guste, siempre con amor💚💫

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Me quedé con un sabor amargo después de la visita de Miguel, corrí al baño, me agarraron nauseas, demasiados nervios.
Candela vino y esta vez trajo jugo, lo miré de reojo, no tenía ganas de tomarlo, me sentía mal.
-La, Lali, tenes que tomar, comer algo...-suspiró Candela-¿que pasa?
-Miguel... Vino..-me atreví a contarle- no se que quiere, pero me llena la cabeza con cosas... Me dijo que nunca voy a encajar en el mundo de Peter, no se, me da pánico eso... Jamás en la vida tuve pánico a algo, pero se me desbloqueó uno
Mi amiga suspiró.
-Sos Lali Esposito, la persona con más carácter de la faz de la tierra, se que podes encantar al mundo si te lo propones, pero no te propongas nada, se como sos, eso le gustó al estructurado de Peter Lanzani-Candela elevó sus cejas y me hizo sonreír, asentí con la cabeza.
-Tenes razón...-suspiré.
Candela agarró la bolsa y había donas.
-Miguel me va a hacer engordar, me agrada... -ella probó una- ¿viste? No le pone veneno, solo quiere ser simpático, tal vez te dice cosas pero porque conoce ese mundo y solo te advierte para sepas a lo que te enfrentas, no veo como algo malo lo que te dijo...
-Me coqueteo-solté y Candela se me quedó mirando- no le importó que estoy casada, embarazada... Nada..-suspiré- no se como manejarlo, pero se que si Peter se entera de esto va a querer que me mude de edificio y no quiero, toda mi corta vida estuve acá, compré este departamento con mis ahorros...-los ojos se me pusieron brillosos con la sola idea de tener que abandonar mi lugar.
-Lali ignoralo a Miguel, tranquila, todo va a estar bien, queres decirle a Peter decile, queres no decirle, no le digas, la última decisión y palabra siempre la vas a tener vos-Candela me dio un abrazo y después me ofreció una dona, negué con la cabeza-mejor me pongo a trabajar que las cosas no se hacen solas...
Ella se puso a confeccionar lo que tenía que hacer, yo intenté hacer lo mismo pero tenía la cabeza en otro lado, en todo lo que Miguel me había dicho.
Finalmente pude conectarme con mi lado creativo y dibuje varios diseños, satisfecha abandoné el taller un poco antes, bajé para esperar a Peter y estaba Miguel fumando.
-¿Me estás espiando? ¿Porque estas en todos lados?-quise saber y él suspiró.
-No sos el centro del universo-elevó sus cejas y apagó el cigarrillo en el suelo, lo tiró por ahí- ¿necesitas que te lleve? ¿El príncipe azul no llegó?
-Que no te lleves con Peter no es mi problema, no tenes porque meterte conmigo-lo fulminé con la mirada, lo enfrente, soy chiquita pero tengo mi carácter.
-¿Que pasa? ¿Te gusto? Digo, porque te obsesionaste tanto conmigo... Igual no me disgusta...-quiso acariciarme la cara pero se la corrí- siempre pongo a las mujeres nerviosas
-Que denso que sos-me salió del alma, Miguel se me quedó mirando e hizo lo que no esperé, me robó un beso, lo golpeé en la espalda para que dejara de hacerlo-¡alejate!-le pedí- estas mal, Peter tiene razón..
Miguel me acarició los labios con uno de sus dedos mirándome la boca.
-Estaré mal, pero nadie... Nadie se resiste a mí, mandale saludos a Peter de mi parte-él me regaló una sonrisa y se fue, se esfumó dejándome nuevamente con un sabor amargo.
Peter pasó a buscarme y cuando me subí al auto lo saludé y me quedé ida, mirando la ventana, el exterior.
-¿Estas muy cansada La?-quiso saber y asentí con la cabeza- que lástima, quería que vayamos a cenar a un lugar muy lindo...
-Peter, ¿me visualizas en un restaurante cinco estrellas?-le pregunté volteándome algo de mal humor.
-No...-negó con la cabeza- solo quería compartir con vos un lugar lindo..
-Me gusta lo sencillo-suspiré- pero voy, no tengo problemas, mientras esté con vos...-esbocé una pequeña sonrisa y después me apoyé contra la ventana del auto, la sonrisa se me desapareció al recordar que Miguel me besó, iba a resistir, no iba a hablarle a Peter.
Llegamos a nuestra casa momentánea y me puse un vestido bastante corto para un lugar así.
-Lali... Wow, pero.. No creo que...-Peter empezó y recordé las palabras de Miguel, nunca iba a encajar.
Entonces eso, sumándole las hormonas me hicieron llorar.
-La, tranquila-Peter se acercó y me abrazó- ponete lo que quieras, enserio te ves muy bien... Solo es corto..
-Si no me lo pongo ahora... ¿Cuando Peter? Después voy a ser una pelota, no me va a quedar nada lindo-le dije entre llanto y llanto, él me secó las lágrimas con una de sus manos, suspiró y besó mi frente.
-Sos hermosa-me miró a los ojos- y cuando estes con una panza enorme voy a seguir gustando mucho de vos, voy a ser muy feliz porque.. Se está haciendo notar-Peter se agachó y besó dulcemente mi panza- nuestro bebé.. Dios, suena muy fuerte decirlo
Me reí, Peter me hizo reír.
-Sí.. Suena muy fuerte-coincidí, asentí con la cabeza, Peter me tendió sus brazos y agarré sus manos para ponerme de pie, terminé de maquillarme y me subí nuevamente al auto, Peter manejó hasta un hotel importante que tenía vista al río.
-¿Siempre todo va a ser así?-quise saber, elevé mis cejas.
-Me gusta sorprenderte...-Peter asintió con la cabeza y después me dio su mano cuando bajé del auto.
Caminamos hasta la puerta del restaurante del hotel y el mozo nos saludó.
-Señora Lanzani, Señor Lanzani, pasen..-nos dijo y caminamos hasta que nos ubicaron cerca del río.
-Señora, eso sí que dolió-me toqué el corazón siendo dramática y Peter se rió.
-Tuve un día complicado pero estar acá con vos me desconecta de mi realidad..-Peter se sincero y estiró sus brazos, entrelazamos nuestras manos, no pude evitar sonreírle-me traes paz... Aunque parezca loco porque sos la persona que hace ruido cuando se despierta, la que es dispersa, un torbellino de energía..
Peter se quedó mirándome a los ojos y noté brillo en su mirada, me emocionó, terminé secándome las lágrimas con la servilleta, me senté a su lado y lo besé, no me importó estar en un restaurante fino, lo besé porque quise, lo necesitaba.
-Te amo...-le susurré en el oído, el puso una de sus manos detrás de mi espalda abrazándome, después nos apartamos un poco y me sonrió, hizo con los labios sin decirlo un "te amo" y me reí, después me volví a sentar enfrentados, pedimos la comida y comí porque nuevamente me había vuelto el hambre, pedimos postre para llevar y fui comiéndolo en el auto, no aguante hasta llegar a nuestra casa.
-¿Vas a compartirme el tuyo?-quise saber cuando estuvimos sentados en el sillón,  Friends estaba de fondo, pero ninguno de los dos le prestaba atención, estábamos en una burbuja, Peter sostenía el postre en la mano.
-Me mata lo que aumentó tu apetito-Peter me sonrió alegre y me dio postre en la boca como si tuviera tres años, nos reímos, me besó-sabor chocolate...
Rocé mi nariz con la suya y se me vino nuevamente la imagen de Miguel besándome, abracé a Peter, las palabras y las acciones de su hermano estaban atormentándome, aferré bien a mi marido y me escondí debajo de su cuello.
-Peter, sabes que sos importante para mi, ¿no?-le pregunté escondida en él,
-¿Que clase de pregunta es esa Lali?-él rió.
Iba a hablar, iba a contarle todo lo que me pasó en el día pero se me formó un nudo en la garganta, no pude, se me fue la voz, entonces me puse a llorar, Peter se apartó de mí.
-¿Que te pasa Lali?-quiso saber, me miró con toda la paz y dulzura del mundo, yo no merecía a Peter Lanzani.

A primera vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora