Capítulo 26

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Esta vez no estoy ebria, primero porque quiero disfrutar de la fiesta, segundo porque no puedo, estoy embarazada.
La música sonó fuerte, Peter me sacó a bailar el vals, me reí porque siempre había todo un protocolo formal en las fiestas, lo más cliché de la noche: bailar el vals.
-Se que queres vomitar ahora mismo por estar haciendo esto... Aprecio mucho que estés bailando conmigo y no me hayas dejado plantado-Peter si me había conocido bien en este último tiempo, elevé mis cejas y me reí bailando, me apoyé sobre su pecho y no pude evitar sonreír, había encontrado a mi persona favorita en este mundo, me emocioné, Peter se dio cuenta cuando nos separamos.
-Son las hormonas-les eché la culpa y él se rió.
Después sonó música más actual y vinieron mis amigas a bailar conmigo, todas nos convertimos en el alma de la fiesta, bailando sensuales en el centro del parque, le bailé a Peter, lo vi morderse los labios, le leí la mente, negué con la cabeza.
-Todavía hay demasiada gente-me encogí de hombros y se rió de mí.
-¿Lali Esposito rechazando un momento de pasión con su esposo? Auch-Peter se tocó el corazón.
-Drama king-lo molesté divertida- quiero disfrutar de este momento por un ratito más, no todos los días me caso por segunda vez
Peter asintió con la cabeza y después de un rato bajaron el sonido de la música para comer, no me di cuenta del hambre que tenía hasta que probé bocado, me terminé todo el plato y pedí otro, Peter se me quedó mirando, ¿maravillado?
Elevé mis cejas mirándolo a los ojos, al cabo de un rato supe que no aguantábamos más, no nos importaron los invitados, nada, ni siquiera nuestra reputación en ese instante, en otra vida a Peter le hubiera importado, pero conmigo, en plena fiesta de casamiento, no le importó.
Fuimos hasta la habitación principal entre besos, caímos a la cama y estallamos en risa.
-Bruto.. Me mordiste la boca-lo reté.
-¿Vos te viste bailando Lali Esposito?-él elevó sus cejas, me reí divertida- sos fuego.. Chiquita pero dinamita
Le acaricié la cara mirándolo.
-¿Que hiciste con Peter Lanzani?-quise saber mirándolo con dulzura.
Él rozó su nariz con la mía y se quedó respirando en silencio, después me miró a los ojos, note que tenía una mezcla de sentimientos encontrados.
-Me fue inevitable no abrirme a vos y... No me arrepiento-rozó nuevamente su nariz y le sonreí- Lali, no creo que lo entiendas, pero ahora y para siempre vos y... Bebé van a ser mis más preciosos y preciados tesoros, aunque te suene muy cliché-sus ojos se achinaron cuando me sonrió.
No aguanté y lo besé primero con dulzura, después el beso se volvió pasional, esta vez yo le mordí la boca, se lo debía.
Quedé encima de él y le abrí la camisa rápidamente, giramos y Peter quiso sacarme el vestido pero fue inútil, tuve que sentarme en el borde de la cama, ambos nos reímos.
-Me siento una estúpida, no puedo dejar de sonreír-me sinceré una vez debajo de él, estábamos desnudos y con una calma hermosa, Peter me acarició el pelo y me besó la frente.
-Somos dos-sus ojos se achinaron, entrelazamos nuevamente nuestras manos y todo comenzó, nos besamos, recorrimos el cuerpo del otro, siempre sentía una sensación nueva, sentía electricidad en el aire cuando se trataba de él.
Ansiosa lo besé hasta que ambos nos cansamos, manejábamos una pasión y fuego que jamás había manejado, en realidad era incontrolable.
Ambos nos quedamos hablando un rato de la vida, haciéndonos caricias hasta que nos quedamos dormidos, olvidando que afuera había una fiesta.

Desperté con el pelo todo despeinado, el maquillaje de mi boca corrido, obviamente me había puesto labial rojo, miré a Peter dormir y suspiré, se veía tan lindo, él tenía en su cara los restos de mi labial, quise sacárselo con uno de mis dedos y sin querer lo desperté, abrió sus ojos y me sonrió, me tomó por la cintura acercándome.
-Esposa-me llamó y nuevamente no di crédito a lo que había dicho, me costaba tanto.
Me acarició la cara y cerré mis ojos relajada.
-Esposo-le dije cuando los abrí- tengo mucho hambre-me sinceré-¿podemos comer?
-Seguro sobro torta, no llegamos...-me recordó Peter y me reí, me puse de pie, el vestido que había usado en el programa de televisión y cuando salí había un caos enorme, mis amigas estaban dormidas en los sillones.
Fuimos a la cocina y ahí estaba, mi mamá preparando el desayuno, mi papá nos miró, fulminó con la mirada a Peter.
-¡Nicolas!-mamá le dio un golpecito suave- Lali se casó por segunda vez, por algo es, algo tiene de especial Peter, ya dejá de celar a tu hija
Mi papá suspiró rendido.
-Perdón...-mi papá le dirigió la palabra a Peter que se quedó sorprendido- no sabes lo que es verla crecer... Se caso y...-no le salió decirlo, señaló mi pequeña panza que apenas se veía.
-Embarazada papá, estoy embarazada-se ml dije, papá se quedó sin pestañear por un rato.
-Mejor los dejo...-Peter nos dejó solos, me quedé con papá y mamá, ella me miró con sus ojitos brillosos, mientras que papá estaba estático, de la nada misma me abrazó sorprendiéndome.
-Sos tan chiquita Lali-él no me soltó-pero si sos feliz... Yo voy a estar...-se apartó de mí- creí que habías cometido un error muy grande
-Papá...-suspiré- no lo se.. Esta experiencia me renovó, me hizo entender cosas, me dio herramientas para vivir el día a día y.. Me hizo madurar-me sorprendí por lo que dije- sigo siendo la misma inconsciente de siempre, pero un poco más consciente, no solo soy yo.. Es el bebé y Peter, somos tres-dije eso y me quedé estática, jamás lo pensé, somos tres.
Papá me miró ahora emocionado y lo abracé, lo necesitaba, mamá Emilia se sumó.
-Me pongo celosa-se rió ella.
Salimos afuera a desayunar pero a mi me dio antojo de postre.
-¿Esta rica la torta de chocolate Lali?-Peter me molestó, yo lo ignoré, seguí comiendo.
Después se despertaron mis amigas y se unieron, terminamos de desayunar y tuvimos que volver a la realidad, con Peter nos subimos a la lancha y mis amigas, mis papás nos tiraron arroz.
-Basta de tradiciones cliché-suspiré y Peter se rió, manejó hasta la pasarela de madera y ató la lancha, cuando bajamos caminamos hasta el auto.
-Lali... No vamos a ir a donde siempre-me anunció Peter- ese era el departamento del experimento..
-¡¿Qué?!-me desconcerté, elevé mis cejas-¿a donde vamos a ir?
-Alquilé una casa hasta que veamos una...-me respondió como si nada.
-Sos un planificador serial-lo miré a los ojos intensamente, pestañeé yo antes que él, perdí esa pulseada de ojos.
-Lo se.. ¿Me aceptas igual? Mirá que no hay devolución, ya tuviste tu oportunidad-elevó sus cejas, me reí, hoy él estaba imposible.
Manejó bastante hasta que finalmente llegamos a una casa enorme.
-No me imaginaba algo así... Esto es muy estilo Peter Lanzani, lujoso y todo eso-me bajé del auto- esta bien para ahora, yo quiero algo más chiquito-me sinceré, él me abrazó por atrás y me dejó un besito en el cuello.
-Lo que quieras Lali...-me sonrió- sabía que ibas a decirme esto, pero es por ahora...-tomé su cara entre mis manos y lo besé varias veces.
-Es perfecto, por ahora-le sonreí.
Cuando abrió la puerta me hizo un tour por toda la casa, creí que iba a perderme,
-No necesito tantas habitaciones... Me gusta tenerte cerca...-lo abracé por la cintura, que intensidad manejaba- no se como estás bancándome en este estado..
-¿Intensa?-adivinó, asentí con la cabeza- me encanta... Me encantas Mariana...
No hizo falta nada más, mi intensidad más su respuesta fue todo lo que hizo falta para que lo llevara a la habitación, la cual no encontré fácil, fallé varias veces, ¿porque tantas habitaciones?

Volví a la rutina el día después de mi casamiento, Peter me llevó nuevamente a mi taller procurando que no nos crucemos a Miguel.
Me dio un besito y se subió al ascensor, se fue.
Candela me miró y elevó sus cejas.
-Nos abandonaron en la fiesta eh...-me gastó y le tiré un pedazo de tela en la cara- segunda noche de bodas
-En realidad fue la primera, la primera noche en la que nos conocimos Peter se puso pijama largo y agarró un libro-suspiré, recordé ese recuerdo, ahora me parece tan lejano, Candela me miró tratando de no reírse, pero le fue inevitable.
-Se resistió a vos, a este cuerpecito-me señaló- no puedo creerlo...
-Todo puede cambiar, la esperanza es lo último que se pierde...-tomé un poco de café.
-Escuchate, la Lali que conocí toda la vida jamás hubiese dicho eso...-ella se maravillo, me abrazó- me alegras tanto La
Se me escapó una sonrisa.
-¡Dejemos la cursilería!-le pedí- ya bastante que el otro día bailé el vals
Candela se rió y nos pusimos a trabajar.
Ella me dejó sola ya que tenía un turno médico y sonó el timbre de mi taller, de mala gana abrí.
-Te vas-no le di la oportunidad de hablar, Miguel me evaluó y elevó sus cejas.
-Estas embarazada... Mi hermano no perdió el tiempo...-suspiró- ¿felicidades? ¿Fue buscado?
-Miguel, ¿podes irte? No quiero problemas-intenté ser amable.
-Me enteré que se casaron de nuevo y no me invitaron...-soltó de la nada y entró, todo las muestras de telas, después giró para mirarme a los ojos, me intimidó-eso dolió
Suspiré.
-Repito, ¿podes irte?-le pedí nuevamente bien.
-Sos tan linda, ¿que le viste a Peter Lanzani? Conociste tarde al hermano correcto-se señaló- podes arrepentirte..
-Acabo de casarme, respetame, respeta a mi matrimonio y a mi bebé-le hablé ya sacada de mis casillas- andate o llamo a Peter...
Miguel me mostró una bolsa.
-Solo te traje el desayuno, aunque no me hayan invitado al casamiento del siglo, todo el mundo esta hablando de eso, la prensa...-él me informó- no sabes donde te metiste, el mundo de Peter es muy distinto al tuyo.. No vas a encajar..
-Andate-ya casi sonó a una suplica, Miguel me besó la mejilla y me sonrió.
-Nos vemos Lali-se desapareció así como vino.

A primera vistaWhere stories live. Discover now