[13] 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐏𝐚𝐫𝐞𝐣𝐚: 𝐓𝐢𝐦𝐦𝐲 𝐘 𝐓𝐞𝐜𝐧𝐚

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Timmy corría de un lado para otro en su taller. Era la mañana del 24 de diciembre y el chico estaba nervioso. Era la primera navidad que pasaba con su novia y si quería que fuese perfecta, el regalo debía serlo. 

Pasadas unas horas, por fin pudo terminarlo. Lo envolvió en un precioso papel de regalo color púrpura, el favorito de su novia, y tras arreglarse, emprendió el camino hasta la casa de Tecna.

Cuando llamó al timbre, se ajustó la corbata y alisó su chaqueta. La peli-rosa abrió la puerta  y al pobre Timmy casi se le cae la mandíbula al suelo del asombro. Para él su novia era preciosa, pero esa noche, con aquel vestido lila, le parecía una auténtica diosa. Tecna, al percatarse de la reacción de su pareja, se sonrojó fuertemente, y tomándolo de la mano, lo invitó a pasar. Ambos se sentaron a la mesa uno frente al otro y entre sonrojos, risitas y halagos, pasaron la velada. Después de recoger la mesa, se sentaron en le sofá abrazados, bajo una manta, a observar el fuego y charlar tranquilamente. A la mañana siguiente tendían que separarse muy temprano, pues cada uno pasaría el 25 con sus respectivas familias, por lo que habían decidido darse los regalos justo a media noche. Por eso, cuando el reloj marcó las 12, se miraron emocionados.

El primero en abrir el suyo fue Timmy, quien encontró en aquella caja, el ordenador del que tanto le había hablado a su contraria. No podía evitarlo, no era de Zenith, pero amaba la tecnología.

- Gracias - dijo mirándola tiernamente.

Tecna le sonrió y se dispuso a abrir su regalo. Cuando quitó el papel, un pequeño aparato metálico en forma cúbica con un enorme botón rojo, apareció frente a ella. Miró a su novio, quien con un gesto, la invitó a pulsarlo. Al hacerlo, un holograma salió de este. Fotos y videos de ellos dos juntos, desde que se conocieron, hasta la actualidad. En fiestas, batallas o un día cualquiera. Estaban dispuestas en orden cronológico, permitiendo apreciar el  cambio y la madurez en ellos.

La joven, aún sin salir de su asombro, miró a su contrario. - Eres increíble.

- No podía regalarte cualquier cosa - la respondió - Te mereces lo mejor.

La peli-rosa, conmovida, lo abrazó fuertemente. Podían ser un pareja rarita, unos nerds, pero lo que estaba claro es que estaban hechos el uno para el otro. Y se amarían toda la vida.

 Y se amarían toda la vida

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