¡Bienvenidos nuevamente a una nueva sección! En este espacio hemos decidido hacer algo un poco diferente y entretenido. Aquí estaremos acompañando a las Winx durante 25 días de sus navidades desde perspectivas completamente diferentes.
Serán 25 días...
Zenith era un reino extraño ante los ojos de los demás planetas.
Su gente, era considerada demasiado calculadora.
Sin embargo, al llegar la navidad, ere ambiente frío se disipaba, para ser sustituido por una cálido.
Las calles se llenaban de decoración navideña, una muy especial, pues al ser el reino más tecnológico, los adornos eran diferentes.
Grandes árboles adornaban las plazas, luces de colores colgaban de los árboles y farolas. Una de sus mayores peculiaridades, era que la gran mayoría de los árboles eran holográficos, permitiendo así a los habitantes posicionarse dentro de estos, dando una vista maravillosa.
Otro adorno típico de este planeta, eran los animales de nieve, en su mayoría pingüinos y osos polares, aunque también había otros como hurones blancos. Todos ellos llevaban un gorrito rojo y blanco, el típico de Papá Noel, y caminaban por las calles, repartiendo dulces y globos navideños entre los más pequeños.
A pesar de que en estas fechas los zenitas se volvían más comunes, como dirían algunos, no cambiaban radicalmente, por lo que, aunque era la tarde del 24 de diciembre y la gente estaba caminando por las calles, nadie estaba haciendo compras de última hora, pues eran demasiado organizados como para dejar algo tan importante para el último momento. Las personas que se encontraban fuera de sus hogares, salía a pasear para disfrutar de la decoración de las calles o para pasar la tarde en alguna pastelería, disfrutando de los sabores y los olores de la navidad.
- ¡Mamá, mira! – chilló una pequeña de apenas cinco años.
Su progenitora, dirigió la vista hacia donde su hija señalaba y pudo observar un pequeño concierto callejero. No eran personas, sino animales robots. Un oso tocaba el piano, otro la batería, un pingüino se encargaba de la guitarra y un hurón fingía cantar. La gente se había concentrado alrededor de estos para observarlos, percatándose de una caja metálica, donde las personas depositaban dinero, al cual luego sería donado a fundaciones benéficas.
Definitivamente, aunque los habitantes de Zenith no fuesen demasiado cálidos, en el fondo eran buenas personas con buenas intenciones, y en navidades, dejaban salir a esas personas dulces, que llevaban dentro. Algo, que en toda la Dimensión Mágica, era considerado un milagro navideño.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
