[14] 𝐍𝐚𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧 𝐏𝐚𝐫𝐞𝐣𝐚: 𝐑𝐢𝐯𝐞𝐧 𝐘 𝐌𝐮𝐬𝐚

301 23 3
                                    

Musa caminaba por las calles de Melody. Las luces de diversos colores las iluminaban, haciendo notar la navidad. La gente que se encontraba en la calle realizaba compras de última hora, corriendo de una tienda a otra, comprando los regalos y alimentos. Pero Musa no iba con prisas, no necesitaba comprar regalos, porque no iba a celebrar la navidad. 

Hace unas semanas, Riven y ella lo habían acordado. Riven tenía un mal recuerdo de esas fechas, pues fue en ellas cuando su madre lo abandonó. Ella estuvo de acuerdo, desde el fallecimiento de su madre, esas fechas tampoco le resultaban demasiado alegres. La peli-azul suspiró, sabía que no celebrar las fiestas era la mejor decisión, sin embargo, no podía negar que en el fondo le apetecía celebrarlas. Inflarse a comer, abrir regalos, hornear galletas...

Se abrochó el abrigo hasta arriba del todo y guardó las manos en los bolsillos. Hacía muchísimo frío y era probable que esa noche nevase.

Cuando llegó al piso que compartía con su novio, un delicioso olor a comida recién hecha invadió sus fosas nasales. Cerró los ojos para apreciarlo mejor, y cuando los abrió, no pudo ocultar su sorpresa al apreciar mejor la estancia. El salón estaba decorado con navideños adornos de diferentes tonalidades de rojo y verde. Anonadada, observó a Riven salir de la cocina, con un delantal rojo, removiendo una masa, la cual Musa supuso que sería de galletas.

- ¿Qué? – preguntó el chico al ver la cara de su novio.

- ¿No se suponía que no íbamos a celebrar la navidad?

Riven suspiró y le dedicó una débil sonrisa a su novia – Sé que te dije que no, pero, aunque lo niegues, te hacía ilusión celebrarlo – Musa sonrió – Además, ya es hora de dejar el pasado atrás.

La joven se acercó hasta su novio, para abrazarlo por el cuello y darle un tierno beso.

- No tengo regalo – lo miró apenada.

- Se me ocurre una forma de recompensarme – respondió coqueto, dándole a su contraria una sonrisa traviesa.

Musa no pudo evitar reir ante la proposición de su novio. Riven podría no ser el hombre más tierno del mundo, pero tenía pequeños momentos, en los que se podía volver la persona más cursi del mundo. Y esos cortos instantes los atesoraría para siempre con ella.

- Nunca cambiarás.

-         Nunca cambiarás

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
𝟤𝟧 𝖽ı́𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝗇𝖺𝗏𝗂𝖽𝖺𝖽 𝖼𝗈𝗇 𝗅𝖺𝗌 𝖶𝗂𝗇𝗑Where stories live. Discover now