¡Bienvenidos nuevamente a una nueva sección! En este espacio hemos decidido hacer algo un poco diferente y entretenido. Aquí estaremos acompañando a las Winx durante 25 días de sus navidades desde perspectivas completamente diferentes.
Serán 25 días...
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Navidad, una de las épocas más esperadas por muchas personas. Entre ellas se encontraban los habitantes del planeta Lynphea. Entre las diferentes culturas que existían en la dimensión mágica, la de Lynphea era una de las más destacadas debido a la falta de desarrollo que tenía.
Eran personas a las que les gustaba conectarse con la naturaleza, les gustaba sentirse en sintonía con el ambiente que habitaban, y aunque a muchos eso les parecía extraño para ellos esa era una de sus mejores virtudes.
Por eso, durante las navidades ellos decidían volverse parte de la naturaleza porque para ellos eso era parte de su familia, era parte de ellos. El 24 de diciembre, en vez de una cena tranquila con las personas más allegadas ellos salían a los bosques de sus ciudades para armar una fogata y hacer lo que llamaban el ritual de media noche.
El ritual de media noche consistía en una ceremonia donde las personas debían descalzarse para entrar en un mejor contacto con el ambiente y meditar. Muchos ponen sus mentes en blancos para no pensar en nada, otros hablan de manera telepática entre ellos con la naturaleza de testigo, algunos prefieren revivir momentos de su vida que anhelan o que no pueden recordar bien mientras otros se dedican a hablar con la mismísima naturaleza.
Lo hacían hasta que los primeros rayos del alba aparecieran para luego terminar recitando la típica frase navideña lynpheana. Después todos volvían a sus casas para recuperar la energía gastada.
Muchos extranjeros que conocían del ritual lo consideraban extraño y un poco loco. Universalmente la navidad era la festividad donde se decoraba un árbol, se cenaba en familia y se regalaban los regalos que tanto habían estado esperando durante el año completo, sin embargo, todos conocían que el verdadero propósito de la festividad era pasar los últimos días del año en familia para agradecer todo lo que tenían.
Eso era lo que hacían los habitantes de Lynphea, ellos se reunían con su familia para pasar los últimos días del año juntos. Su familia era la naturaleza, para ellos eso no era simplemente un ambiente de plantas que los rodeaban, eran seres vivos con sentimientos que se encargaban de llenar sus vidas de alegría.
Para ellos ir la noche del 24 de diciembre al bosque para quitarse los zapatos y meditar era pasar una velada con su familia, era mostrarle lo agradecidos que estaban con ellos por todo lo que hacían a diario.
Los Lynpheanos podrían ser anticuados, conservadores y extraños, pero también eran amoroso, en especial cuando se trata de los seres que los rodeaban, fuera una persona, un animal o una planta.
—Feliz navidad, Lynphea —murmura Flora mirando el cielo estrellado antes de cerrar sus ojos y dejar que las voces naturales se apropiaran de su mente.
«ØØØ»
Holis ¿Cómo están? Yo bien.
Sé que lo que acaban de leer tal vez sea extraño para muchos porque hasta para mí lo es, pero quise darle una perspectiva diferente a la imagen navideña que tenemos idealizada y como Lynphea de por sí ya es un planeta un poco extraño y conservador decidí arriesgarme. Espero no haberles explotado el cerebro.
Sólo faltan 4 días para navidad ¡YEY!
Besos.
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