"UNA CHICA SOLITARIA"

•19•

EL REGRESO

Domingo 7:30 a. m. 

Scott se levantó temprano para darse un baño, ya que se sentía algo estresado y quería relajarse. Acomodó su ropa antes de bañarse y terminando de hacer eso, se metió al baño. Media hora después salió del baño con una toalla alrededor de su cintura y otra que la tenía en las manos ya que se estaba secando el pelo. Se puso sus bóxers favoritos al igual que su pants y su playera para después echarse perfume y ponerse sus tenis. 

Ese día se sentía muy emocionado por lo que había pasado el día anterior con Elena, el hecho de saber que él le gustaba a ella, lo emocionaba demasiado y ese día quería hacer las cosas bien, quería declarársele y por más que tuviera nervios, estaba decidido a hacerlo. En la mañana Elena, Jacob y él irían al refugio por algunas cosas y practicarían un rato sus lanzamientos, así que esa era la razón por la que se había levantado algo temprano.      

10:30 a. m.  

Jacob, Scott y Elena ya iban en camino al refugio. Los tres estaban algo nerviosos por lo que tendrían qué hacer el día siguiente. Estaban tan acostumbrados a estar solo ellos en contacto que, la idea de hablar con más gente, les daba algo de temor. Al estar a punto de llegar, Scott vio a lo lejos, que alguien estaba lanzando flechas con un arco a varios árboles, trató de ver quién era y al darse cuenta de eso empezó a correr.

—¡DARKY!

Al darse cuenta de que Scott había gritado su nombre, Jacob y Elena salieron disparados hacia ellos, felices de que su compañera haya vuelto.

—¡SCOTT!—gritó Darkness llorando y haciendo su mayor esfuerzo para correr y abrazarlo.

Finalmente Scott la rodeo de la cintura, la levantó y segundos después la bajó. Le acarició el cabello, le dio varios besos en la nuca, la sangoloteó y empezó a llorar. Darkness lo dejó que hiciera todo eso y lo abrazó de una forma tan genuina que hasta ella se sorprendió. 

—¡Al fin estás aquí, con vida! mi dulce hermanita ha vuelto—le dice para arrodillarse junto con ella y llorar como un niño de diez años.

—¿Qué pensaste?, ¿que me dejaría vencer tan fácil por esos tontos?, no lo creo—sonrió y se acurrucó en sus brazos.

—Mi hermana y sus respuestas ingeniosas—se rio— ya extrañaba eso—la abrazó aún más fuerte.

Minutos después, Darkness volteó a ver a Jacob que lloraba descontroladamente mientras tenía una sonrisa de felicidad y le habló.

—Jake—se levantó y lo abrazó.

—Oh mi oscura, hermosa y dulce guerrera, al fin estás aquí conmigo—le dijo mientras la abrazaba fuertemente—. No te vayas más de mi lado ¿está bien?—la vio a los ojos y sonrió.

—No lo haré—le sonrió mientras que Jacob le limpiaba una lágrima que recorría su mejilla.

—Te extrañé demasiado—le dijo mientras comenzaba a llorar aún más.

—Y yo a ti, Jacob Sevani del paisaje—sonrió.

—Ah, ¿no era de ti?—le preguntó y empezó a reírse aún con los ojos llorosos.    

—Pues si así lo quieres...—lo jaló de la camisa y lo besó. Jacob se sorprendió pero le siguió el beso y la abrazó.

—Darkness—se acercó Elena muy contenta y Darkness soltó a Jacob para abrazarla a ella.