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"CONTRATO DE VIDA O MUERTE"

Darkness una chica con una complexión completamente ectomorfa, de cabello negro muy lacio, ojos negros profundos, nariz refinada, labios pequeños y de estatura algo bajita, se encontraba en su recámara escribiendo algunas cosas un poco...extrañas, según desde el punto de vista de su padre.

Solo vivía con él y su hermano mayor Scott, su vida resultaba ser muy diferente en comparación a como solía ser la de las otras personas.

No les gustaba salir al aire libre, y si lo hacían era solamente para practicar lanzamientos y algunos movimientos de defensa personal, pero no tardaban mucho en regresar a casa. Ya que ambos siempre estuvieron acostumbrados a mantenerse dentro, en su propio mundo y sin nadie que los molestara.

Scott, un chico de complexión mesomorfa, hombros anchos, alto,  muy atlético y fuerte. De cabellos castaños, cejas marcadas, ojos cafés, nariz respingada de naturaleza; al igual que su hermana. Era un año más grande que ella y su padre se podría decir que era un hombre muy conocido por las cosas que había hecho desde que era joven, según a lo que les contó él...
Los tres son muy parecidos respecto a su comportamiento y esa cosa, se podría decir que le gusta que sea así.

—Darkness, te habla mi papá—su hermano le dijo desde afuera de su cuarto con la misma voz de siempre, aunque tal vez algo preocupada.

—¿Sabes que necesita?—suspiró y torció los ojos. No era como si estuviera haciendo algo importante, pero odiaba cuando se tenía qué salir de su cuarto.

—Algo así, pero es mejor que lo veas tú misma—al decirle eso, la chica salió de mala gana y se dirigió rápidamente a la planta de abajo.

Tenía un extraño presentimiento, algo de esa llamada le inquietaba, ya que nadie solía buscarlos y menos estando en su casa.

Al llegar a la sala de estar se encontró con varios hombres fornidos que estaban vestidos de negro. Unos eran de cabellera castaña, otros de cabellera oscura y unos pocos de cabellera rubia, de inmediato supo quienes eran...

—Buenas tardes señorita Darkness queremos hablar de algo muy serio con usted—uno de los rubios se acercó a ella pero no le hizo caso y miró a su padre.

—¿Qué hacen ellos aquí?—en su rostro no había expresión alguna pero dentro de ella había un dolor y un enojo muy grande, algo que volvió después de un año. Algo que realmente la atormentó día y noche mientras ella solo quería sentirse tranquila.

Los recuerdos llegaban rápidamente, algunos de una forma demasiado veloz, unos organizados y otros desorganizados. Trató de mantener su calma interior pero realmente se sentía ansiosa, sentía como si todo estuviera ocurriendo en segunda persona, como si el piso se estuviera moviendo junto con ella, como si el miedo estuviera a punto de devorarle la mente, pero ella afortunadamente lo ocultaba bastante bien.

—Toma asiento hija—Harry, su padre; un hombre de cabello negro al igual que sus ojos, complexión media, moreno claro. Que al verlo otra persona, deslumbraba autoridad y respeto; le señaló con la barbilla a una silla del comedor, para que ella se sentara.

Se quedó quieta por varios segundos y al final decidió hacerlo.

—¿Qué es lo que pasa?—preguntó algo nerviosa pero obviamente no quiso hacerlo notar. Ya sabía que al ver a esos tipos lo único que podía obtener, eran problemas. Hace un año, por culpa de ellos, había sufrido ella junto con su hermano, la peor tragedia de sus vidas.

—Necesitamos su ayuda—el mismo hombre, le dijo a Darkness que se encontraba inmóvil.

—¿Nuestra ayuda?¿Otra vez?—Scott se acercó y se sentó a lado de su hermana mientras ponía sus manos entrelazadas encima de la meza.

"UNA CHICA SOLITARIA"Where stories live. Discover now