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Sasuke entró en modo yakuza en el momento en el que vio la sangre ensuciando la entrada de su casa. Tomó el arma que tenía escondida en alguna parte de su traje y miró a Naruto de reojo.

-Quédate aqui.

No era un buen momento para que el rubio tuviera contacto con la sangre, pero a Naruto no le importaba, sentía la urgencia de entrar con Sasuke y cubrir su espalda.

-¡No! Iré contigo ttebayo.

-Uchiha-san tiene razon -interrumpió Utakata -No estas en condiciones para enfrentarte a la muerte. Yo iré con el, tu espera aqui.

-¡Pero. . .!

-Naruto -la voz gutural de Sasuke lo cortó -Sarada esta ahi dentro, no tengo tiempo para esto -se volvió hacia el, había algo de súplica en sus ojos -Por favor, no puedo cuidar de ambos al mismo tiempo. Espérame aqui.

Naruto suspiró frustrado, sabía que Sasuke tenía razon pero no podía evitar sentirse un inutil. Asintió concordando con el Uchiha y éste sonrió de lado.

Sasuke y Utakata se adtentraron en la mansión con cautela. El Uchiha le hechó un vistazo a su acompañante y se sorprendió un poco al ver que tenía un arma de sus manos, ¿de dónde carajos la había sacado? Luego recordó que era uno de Los Nueve de quien estaba hablando, asi que su sorpresa se discipó.

Los cadaveres y la sangre bañaban el suelo, la muerte y la guerra se sentían en el aire, Sasuke veía a sus compañeros caidos y sentía como su sangre hervía en cólera. Estaba alerta a sus alrededores, le hacía señas a Utakata para que lo cubriera e inspeccionara algunos sectores de la casa en caso de que aún haya algún atacante dentro.

Ya casi estaban llegando a donde se encontraba el cuarto de pánico donde se suponía que debía estar su hija, no había señales de ningún enemigo hasta ahora, al parecer se fueron al terminar de masacrar al clan. No vio a Suigetsu ni a Juugo por ningún lado.

El cuarto de pánico estaba debajo su cama. Había una compuerta en el suelo de su habitación que llevaba al cuarto subterraneo. Solo debían doblar en la siguiente esquina del pasillo donde estaban y entrar. Utakata se asomó primero y un disparo directo a su cabeza lo obligó a retroceder y resguardarse.

-¡¿Aún quieren mas?! ¡Malditos hijos de puta! -gritó Suigetsu -¡¡Si quieren pasar por esta puerta tendrán que matarme!!

-¡Suigetsu! -gritó Sasuke -¡soy yo!

Salió de su escondite bajando el arma y vio como el rostro fruncido y manchado de sangre de su amigo se iluminaba del alivio.

-¡Sasuke. . .! -corrió hacia el y lo abrazó -¡Todos. . . todos estan. . .!

-Lo se -dijo devolviendo el abrazo -¿Dónde esta Sarada?

-En el cuarto de panico -se alejó -Le dije que no salga por nada del mundo, que. . . Juugo y yo vigilaríamos la puerta.

El asintió aliviado y luego se percató de que el pelinaranja no estaba allí -¿Dónde esta Juugo?

Suigetsu negó con la cabeza y frunció el ceño con furia en sus ojos -El estaba con Akatsuki, ¡el maldito era un topo! ¡El les avisó que tu no estabas en la casa y aprovecharon ese momento para. . .! -incapaz de contener mas su enojo, le dió un puñetazo a la pared -¡¡Mierda!!

Sasuke sabía sobre la existencia del topo, pero ni en sus sueños mas locos podría haber imaginado que se trataba de Juugo, el era su amigo de la infancia; se conocían desde que eran niños, confiaba en el como un hermano. . . había dejado a Sarada a su cargo muchas veces. El solo pensar lo que podía haber pasado amenazaba con transformarlo en una bestia sedienta de sangre.

Sentimientos Peligrosos [NaruSasu]Where stories live. Discover now