Sentimientos Peligrosos [NaruSasu]

Especial

Faltaban tres días para el cumpleaños número 17 de Sarada y Sasuke aún no podía digerir que su habichuela ya había crecido. Además, se sumaba el hecho de que Sarada planeaba unirse a el clan Uchiha como un miembro oficial después de graduarse de la preparatoria para lo que faltaban un par de meses.

Todo estaba sucediendo demaciado rápido para su gusto, lo único que aún no le causaba un nivel peligroso de estrés era Naruto. El rubio se estaba haciendo cargo de la tienda de ramen, luego de que Jiraya se jubilara decidió dejarle el puesto a Naruto. Debido a esto, la cantidad de tiempo que pasaban juntos disminuía, sin embargo el trigueño se las había ingeniado para arreglar el presupuesto y permitirse contratar gente para que le dé una mano.

Boruto y Shikadai, el hijo de Shikamaru, estaban ayudándolo en la tienda, solo necesitaba a un empleado más para poder tomarse un par de días libres por semana para dedicárselos a su novio.
Lo que no se esperó de esto, fue que la persona que pidió una entrevista para el puesto… fue Sarada.

Estaban en la pequeña "oficina" de Naruto, lo cual en realidad era una especie de almacén donde el rubio guardaba las cosas importantes como los documentos entre otras cosas. Sarada estaba sentada en el polvoriento sillón que allí había mientras que Naruto le servía algo de té, luego éste se sentó frente a ella y empezó a mirar el currículum que la Uchiha le había entregado minutos antes.

–Todo parece estar en orden –dijo el rubio –Pero aún si no entiendo por qué quieres trabajar aquí.

–Pienso que tengo que experimentar la vida de un katagi (n/a: civil normal) para saber que estoy protegiendo.

Naruto asintió –Entiendo. Pero, ¿qué piensa el clan de esto?

–¿Por "el clan" te refieres a mi padre?

Sonrió –Si y no. Recuerda que eres la futura kumicho, si algo te pasa…

–No te preocupes por eso, Naruto-san –habló segura –Yo me encargaré de lidiar con eso. Solo necesito saber si usted me dará la oportunidad de trabajar aquí, o si tengo que buscar en otro lado.

Naruto soltó una risita, le recordaba mucho a Sasuke. Era por eso que sabía que Sarada era completamente seria sobre esto, y si la sucesora Uchiha iba a trabajar entre los katagi, entonces prefería que lo haga en un lugar donde pudiera cuidar su espalda.

–Esta bien, lo tendré en cuenta. Pero no te contrataré hasta que hables con Sasuke, no quiero meterme en problemas.

Ella sonrió y asintió –Gracias.

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–¿Por qué mi hija quiere trabajar en tu restaurante?

Naruto y Sasuke estaban en pleno juego previo, el rubio recostado sobre la cama y Sasuke sobre el reteniendo sus muñecas a ambos lados de su cabeza. Y antes de que las cosas se pongan aún más buenas, el Uchiha decidió parar para hacerle esa pregunta a su novio quien le dedicó una mirada incrédula.

–¿En serio? ¿Ahora? –dijo mientras embestía suavemente la erección de su novio sobre él con la propia.

Sasuke jadeó, pero no se fue del tema –Todo eso ha estado dando vueltas en mi cabeza desde esta mañana.

–Asi que ya habló contigo.

–¿Por qué tú no hablaste conmigo?

–Es algo que ella debía decirte.

Se quedó callado por un momento –¿Qué crees que deba hacer? Es decir, me negaría al instante si fuera a trabajar en cualquier otro lado, pero como será contigo podría… estar tranquilo… aún así no se que debería…