02| Treble Clef

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_________.

Y así es. Todos nos estaban mirando.

Sonreí intentando aparecer amigable, cosa que funcionó.

—¡La chica nueva! —dijo una chica de cabello celeste acercándose a mí. —¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? ¿Cuál es tu Kosei? ¿Por qué apareces tan de repente?

—Una pregunta a la vez, Nejire.

La chica asintió ante las palabras del rubio.

—Soy Nejire Hadō, es un placer. —le sonreí. Aquí estaba la chica extrovertida que adopta introvertidos.

He sido bendecida.

—Puedes llamarme _______, es un placer Hadō-san.

Ella sonrió aún más y tomó mi brazo.

—Siéntate conmigo, así podemos platicar con calma. —me arrastró hasta una banca vacía sonriéndome.

—¡He llegado! —gritó Nerumi-san golpeando la puerta de la nada. —Oh, _______-chan, te estaba buscando.

La miré mal, todavía de que me abandonó.

—De acuerdo, todos. ¡Les presentó a ________-chan! —nuevamente todos me miraron, yo no hice nada más que sonreír. —Bien, ya saben lo básico. Bienvenidos de nuevo, esfuércense, no se confíen y blah, blah. Tonterías.

Solté un suspiró al ver como Nerumi-san no había cambiado en lo más mínimo.

Las clases iniciaron, me sentía presionada por entender la forma de trabajo, pero creo que lo estaba logrando. Soy él éxito.

Solté un suspiró al oír la alarma de receso. Hadō-san y Togata-kun, se acercaron a mí.

—¿Qué te ha parecido la U.A., ______-chan?

—Am... genial —respondí confundida, aún era muy pronto para formar un criterio.

—Que bueno, ahora dime ¿de qué trata tu Kosei? ¿Qué es eso de ahí? ¿Es un arma? —preguntó señalando mi estuché, yo le sonreí y negué.

—Mi Kosei se llama "Melody Control" a través de cualquier melodía musical que expulse de mi cuerpo puedo manipular objetos o.. si objetos.

—¡Genial! Es como una onda supersónica —dijo el chico rubio mientras hacía como una onda con su brazos.

—¿Entonces eso que es?

—Como la melodía la debo expulsar yo, es más sencillo con un instrumento y yo uso el violín —dije mostrándoles a Jaimmy. Sí, mi violín se llama Jaimmy ¿algún problema?

—¡Qué increíble! —dijo Nejire alzando sus brazos.

—Yo siempre quise tocar un instrumento, pero sólo tocó la puerta. —bromeó Mirio, yo sonreí ligeramente.

—Mirio, Hadō-san, el director quiere hablar con nosotros. —escuché como un susurro aquello.

Era un chico más bajito que Mirio, con su cabello azabache y una postura retrayente.

—Tamaki, ¿ya conociste a ______-chan? —preguntó Mirio, aquel chico me miró y al instante apartó la mirada. Chale, ni estoy tan fea.

—Después de los gritos de Nerumi-san, creo que todos me conocen. —dije apenada.

Los dos chicos sonrieron, mientras que aquel chico ni me volteó a ver. Ah mira, chino mamon.

—________-chan, te llevaré a la cafetería. —me dijo Mirio con una sonrisa y luego miró a sus compañeros. —En un momento los alcanzó.

Ambos chicos asintieron, Nejire se despidió de mí y aquel chico se fue detrás de ella.

—Entonces, ¿qué te trae por aquí? —me preguntó el chico con una sonrisa, yo sonreí un poco nerviosa.

—Mi papá. Me arrastró hasta acá, se supone que serían unas vacaciones cortas, pero... ahora hasta me voy a graduar. —reí al ver lo bipolar que podía ser mi padre.

—¿Entonces, eres de Japón?

—Sí y no... bueno, no... creo que sí, am... ¿50/50? —Mirio comenzó a reír y me contagió su risa, era bastante agradable.

—¿No extrañas tu anterior escuela, a tus amigos? —me preguntó y me puse nerviosa, ¿cómo le explico que mi único amigo era el perrito callejero que entraba a la escuela los miércoles?

—Lo estoy superando —respondí moviendo mi mano, restándole importancia.

—Te presentaré al resto. Nos vemos después en clase, ¿te parece? —asentí aún nerviosa.

No me dejes, no sabré sacar tema de conversación ni nada.

—Hola, ¿qué hay por ahí? —¿saludó? Mirio a sus compañeros, los cuales le sonrieron.

—Buenos días, Mirio. —respondió un chico de cabello rojo que luego me miró. —Hola, chica nueva.

—Ho-

—Kazan-kun, es de mala educación referirse a alguien así cuando conoces su nombre. —lo regañó una chica de cabello morado recogido en una trenza de lado. —Bienvenida...

La chica me miró expectante. Cierto, que ellos no acostumbran llamar por el nombre... aunque para mí es común... pero mi apellido latino va sonar todo pedorro con los sufijos.

Ni modo, usaré el apellido de mi abuelita.

—Ongaku, _________ Ongaku. Un gusto. —me presenté, ellos me sonrieron.

—Se las dejó, vuelvo en un 2 por 3 —dijo el chico rubio mientras se iba posando extraño.

—¿Ongaku? Ese apellido me resulta familiar. —murmuró una chica bajita de cabello rubio platinado casi blanco. En ese momento quise ahorcarla.

—Ah, tal vez sólo se parece a Okano, Onetsu, hay muchos apellidos similares. —asentí, ella me miró levantando una ceja y se encogió de hombros.

—Un placer, chica nueva —volvió a decir aquel chico pelirrojo de ojos dorados. —Yo soy Arau Kazan. Pero puedes llamarme el futuro héroe número 1.

Ladee la cabeza, genial. Un narcisista.

—Un placer, tómate-kun.

El chico borró su sonrisa socarrona y me miró ofendido, yo le sonreí.

—Yo soy Murasakino Kesshō —se presentó la chica de cabello morado, era muy seria, pero extremadamente bonita.

—¡Yo soy Shiroi Hansha! —dijo la chica platinada. Era muy bajita.

—Un placer. —les sonreí y ellos a mí.

Aquí iniciaba esta pequeña aventura. Sólo un año, sí se puede ________.

Listen to me [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora