08| Ignore changes

2.8K 374 28
                                    


—Vamos Tamaki... no estés triste —le decía Mirio a su amigo, él cuál se encontraba algo triste debido a lo ocurrido con la chica.

—Debí hablar más fuerte... —seguía repitiéndose él. Mirio lo miraba preocupado.

Era un hecho de que él muchacho era tímido, pero nunca lo había visto triste por no poder decirle algo a alguien.

—En verdad querías que ______-chan hiciera pasantías contigo, ¿verdad?

El chico asintió aún ocultando su rostro en sus brazos, él rubio miró al azabache sin saber con precisión qué decirle.

—Puede que si le dices ella cambie de opinión... —opinó el rubio, pero él negó.

—Ya entregó la solicitud... —murmuró aún en su posición.

Y así pasaron todo el día, Mirio consolando a Tamaki.

♫♫♫

«________»

Y hoy iniciaban las pasantías. Estaba muy nerviosa, caminaba a la estación acompañada de Kazan, el cual hablaba de que no me asustara por Kino-san. Pero eso sólo me ponía más nerviosa.

Finalmente llegamos, el edificio olía a plantas y había muchas flores.

Y entonces, una persona alta, de tez morena, cabello castaño y ojos azules se nos acercó.

—¡Arau-chan!  —se lanzó al pelirrojo abrazándolo con fuerza. —Te extrañe, y traes a la chica.

Se acercó a mí, rodeándome.

—¡Eres perfecta! Soy Uhane.

—Un placer...

—Uhane, deja de jugar y ponlos a entrenar... —llegó una chica de tez pálida, cabello rubio y ojos grises... ser hetero nunca fue una opción. —Soy Kino, bienvenidos.

Hice una reverencia.

—Bien. Ongaku —me dijo. —Uhane se encargará de ti. Arau, ven.

Kazan se despidió de mí y me quedé con el héroe. Me sonrió.

—Bueno, me voy a cambiar y...

—No. Ven

Me entregó una bata estilo Hawaiana, que me coloqué y salí nerviosa.

Me hizo sentarme en un tapete.

—Arau-kun me ha hablado de ti —empezó el. —Háblame sobre tu Kosei.

Pase saliva nerviosa y aparte la mirada.

—Vamos, no te juzgaré. —lo pensé unos segundos y suspiré.

—Me da miedo usarlo, pero... creo que puedo controlarlo.

—¿En serio? —asentí y él me miró aún con su sonrisa. —En ese caso, prepararé una meditación para ti. —Te gusta la música ¿no? —me preguntó mostrándome un ukelele

(Multimedia)

Asentí y él comenzó a tocar la hermosa canción de Somewhere Over the Raimbow, sonreí al reconocer la canción. Mientras movía mi cabeza al compás de la melodía.

—Canta conmigo.

Sentí una opresión en mi pecho bajando la mirada al oír aquello. ¿Cantar? Yo no podía cantar... ya no.

—Oh-oooh.

Abrí los ojos deleitándome con su canción, cantaba hermoso. Realmente hermoso... como ella.

—Ooh-ooh-ooh Ooh-ooh-ooh-ooh Ooh-ooh

Sonreí ante su canción y no pude evitar pensar en Lava, el cortometraje de Pixar.

Somewhere over the rainbow. —me sonrió. —Way up high. —cerré mis ojos disfrutando de su canto. —And the dreams that you dream of Once in a lullaby, oh

Él me miró expectante, continuando tocando pero sin cantar. Mordí mi labio y negué.

—Lo siento... no puedo. —admití sintiéndome mal, ya que él sólo buscaba ayudarme.

Él sonrió, asintió y siguió con su canto, mientras yo lo observaba y sentía una opresión en mi pecho.

And the dreams that you dream of —cerró él sus ojos disfrutando de su cantar. —Dreams really do come true-ooh-ooh

Aquella barrera que no podía cruzar... se sentía cada vez más grande, y no podía evitar sentir ganas de llorar y sentirme nostálgica.

Pero... sabía que si seguía por este camino, si podía arreglar todo... ellos me dejarían de ver así, sólo debía convertirme en una heroina, qué, cuando todos me escucharan sabrían que estarían sanos y salvos.

¿Verdad?

Ya no debían sentir miedo..

Eso es lo que yo debía hacer.

Y aunque, era en verdad complicado... porque... nadie olvida, pero si vuelven a creer. Y quería que recuperaran la esperanza, que me dejaran de ver de esa manera.

Como lo que yo no era, yo no era malvada.

No iba a hacer lo que mi madre, yo nunca... no haría eso. Yo era diferente, y se los iba a demostrar, sin importar que.

Abrí mis ojos sin darme cuenta que estaba llorando, Uhane me sonrió. Y continuó con su canción.

Y sólo aquella vez, me arrepentí de no haber cantado, porque Kino-san me hizo entrenar hasta mi casi muerte.

Uhane-san se encargaba del espíritu, y... aunque no logró su propósito, me ayudó a sentirme más motivada y a levantarme después del evento del festival cultural, el cual. Me afectó más de lo que creí.

Especialmente porque mi abuelos maternos estaban ahí.

Kino-san se encarga de la parte física y... nunca había recibido tantos golpes en una semana. Mi cuerpo sin duda terminó lleno de moretones, callos, vendas y rasguños.

Me enseñó a defenderme, cosa que yo sólo sabía por mí instinto de pelea. Como aquella vez que me pelee con una niña en el kínder por una paleta... Bellos momentos.

Aprendí mucho y estaba eternamente agradecida con Kazan por haberme invitado.

Sabía... que yo podía ser una heroina... una que arreglara todo lo que mi madre hizo mal.

Tal vez... esa era la única razón por la que yo estaba aquí.

Listen to me [Tamaki Amajiki]Where stories live. Discover now