26| Nebenstimme

1.8K 267 70
                                    


«Sólo fue un abrazo»

Me repetía una y otra vez, sin poder de alejar aquel momento de mi mente.

Solté un gruñido y me deje caer de nuevo en la cama, mientras mi abuela entraba a mi habitación con una bandeja de comida y mi celular. Me entregó una libreta.

"Esa cosa no deja de sonar"

—Creí haberte dicho que la tirarás —murmure haciendome bolita en la cama.

Y entonces me entregó la bandeja de comida.

"No has comido bien"

—Mentira, ayer me comí un pan y una lechita de cartón. —dije mientras asentía orgullosa de mis acciones.

Ella me miró de manera seria.

Y volvió a escribir en la libreta.

"Tu padre quiere que vuelvas a la escuela"

Bajé la mirada entristecida. ¿Volver a la escuela? ¿Para qué?

—Pero si apenas salí del hospital, sigo malita —tosí de manera falsa mientras mi abuela negaba.

Mi abuela salió dejándome la bandeja de comida, la coloqué en un mueble y decidí encender mi celular.

Tardó un poco pero en cuento se encendió, llegaron muchas notificaciones. Solté un suspiró sintiéndome aterrada.

Y efectivamente, estaban los mensajes de Kazan, Tamaki, Mirio, Nemuri-san...

Respire profundo intentándo juntar valor y abrí la aplicación de mensajes, pero ahí estaban...

"Ongaku ¿es cierto lo que dicen?"

"¿Por qué querías ser un héroe? "Buscabas burlarte de nosotros?"

"Nunca me agradaste"

"Shiroi tenía razón, siempre fingiste, y ahora quieres que sintamos lástima"

Solté el celular y nuevamente sentí aquel sentimiento horrible. Que no podía hacer nada para detenerlos. Pero no podía hacer nada, después de todo, era cuestión de tiempo para que se enteraran, fuera por medio de Shiroi o de cualquier otro.

Mordí mi labio y finalmente me dejé caer al suelo sintiendo mi espalda arder por el golpe.

Estaba pasando, de nuevo... pero, podía vivir con esto. Como sea, ya no podría ser una heroina ni tocar música.

♪♪♪

Tamaki.

—¿Ya te respondió tigresa, Amajiki? —me preguntó Kazan acercándose a mí. Asentí, aunque me costó entender quien era tigresa.

—Dijo que iba a preguntarle a su padre, aunque lo más probable es que si venga.

Él sonrió y se sentó a mi lado.

—Kazan... —lo llamé y él me miró. —¿Por qué "tigresa"?

Él se quedó pensando y rió.

—Porque es un salvaje, ni modo que porque —dijo y soltó una carcajada más fuerte.

—¿A ti... te llegó a gustar ________?

—¿A mí? —asentí y él comenzó a reir.

Aquello me hizo pensar que lógicamente no, además fe que ya me había dicho que la quería como una hermana. Me sentí tonto por preguntar.

—Claro que sí —dijo al terminar de reír. Alto ¿Qué? —Sólo que pronto me di cuenta que era otro tipo de cariño. Aparte tú le...

Se detuvo y miró a otro lado.

Listen to me [Tamaki Amajiki]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum