36| Epílogo: A due

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Tamaki.

Unos años había pasado desde que logré abrir mi agencia de héroes.

_______ y yo habíamos comenzado a vivir juntos, pero ella casi nunca estaba, después de todo su carrera avanzó a pasos agigantados.

«¿Lyric? Oh claro, la que canta "Hell me" ¡demonios! Una gran promesa»

«Su música es como una mezcla psicodélica de tantos géneros que no sé qué esperar»

«¿Qué es medio sorda? Entonces no me puedo imaginar lo que sería su música con su audición completa.»

«Claro, el ritmo y las letras de las canciones son espectaculares, pero... ¿podemos hablar de su voz? Tenía años que no escuchaba a alguien sin su potencia»

«¿Qué importa de dónde salió? Es impresionante »

Recordaba todo lo que decían las noticias, radios o podcast que escuché sobre ella. Estaba feliz, muy feliz.

—¡Suneater-san! —me llamó una de las chicas que hacía pasantías en mi agencia. —Aquí están los papeles que pidió.

Los colocó en un escritorio y agradecí.

La agencia creció muy rápido. Antes de darme cuenta, comenzaron a llegar pasantes de varias escuelas y varios héroes independientes. Aquellos me hizo muy feliz.

—¡Rápido, la tele, están anunciando fechas de conciertos! —gritó un chico que trabajaba de oficinista.

Ella encendió la tele. Y sonreí al ver ahí a mi novia.

Oh, claro. Volveré a dar algún concierto de Musufatu..

No pude escuchar más porque algunos comenzaron a gritar.

—¡Oh Lyric-san volverá! —dijo la pasante rubia dando vueltas sobre su propio eje.

—¡Estuvo en Europa y se olvidó de su continente, pero volverá! —gritó ahora el pelinegro que nos obligó a encender la tele.

—Oh, recién he escuchado su música y me ha gustado. Tal vez vaya a verla —escuché decir a otro.

—¿A usted le gusta, Suneater-san? —me preguntó ella, yo asentí.

—Soy su fan no. 1 —dije y ellos me miraron sorprendidos.

—¿De verdad? ¿Cuál es su canción favorita?

—Su último álbum fue mi favorito.

—Tengo que ahorrar para comprarme ese boleto.

Sonreí enternecido por aquello.

♫♫♫

Me hallaba recostado. Era Domingo, estaba lloviendo y era de noche. Aspire el aroma de las sabanas, olían un poco como ella.

Mis ojos comenzaban a cerrarse, habían sido días muy cansados. Comenzaba a quedarme dormido hasta que sentí un peso extra en la cama. Abrí mis ojos asustados y ahí estaba ella.

—Hola —susurró pasando una mano por mi rostro y entonces me levanté para abrazarla. —Llegué temprano... ¿te desperté?

Ella pasó sus manos por mi cuello hasta llegar a mi espalda.

—¿Por qué no me pediste que fuera por ti al aeropuerto? —dije y ella se hizo para atrás para verme.

—Era sorpresa —frunció su nariz y junte nuestras frentes. —Te extrañe mucho...

Listen to me [Tamaki Amajiki]Where stories live. Discover now