Listen to me [Tamaki Amajiki]

18| Calando

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Y tal y como lo predije, la cena fue un desastre.

Mis abuelos comenzaron a interrogarme y terminaron por arruinar la cena. Y seguían insistiendo con que fuera a verla.

—Quiero dormir... —murmuré mientras me recostaba en mis brazos oyendo el bullicio del salón.

Cerré mis ojos, pudiendo oír la melodía de un piano, y oír risas. ¿Un sueño?¿un recuerdo?

—_______-san... —abrí mis ojos al percatarme que ya me estaba durmiendo.

—¿Ta...?

Frente a mí estaba el curioso rostro de Tamaki. Sus bellos ojos estaban fijos en mí y aquello me hizo sentir nerviosa, sentí un nudo de nervios en mi garganta.

—¿Te encuentras bien? —dijo él y entonces hice lo,posible por sonreírle.

—Lo siento, Amajiki-kun —dije volviendo a incorporar, aún no llegaba Midnight-sensei.

—Has estado... extraña los últimos días.. —dijo él, cosa que me hizo sonrojar. —Incluso has copiado mi forma de evadir a la gente.

Aquello me sacó una carcajada.

—Lo lamentó, te daré derechos de autor. —dije aún riendo. —No sucede nada, sólo me han agotado los entrenamientos. Después de todo, atacó más a distancia pero Kino-san dijo que debía comenzar a atacar de manera física.

Él me miró unos segundos y aquello me hizo sentir avergonzada, él lo notó y se volteó acolitando su rostro con sus brazos.

—Gracias por preocuparte, Amajiki-Kun —dije agradecida, él me miró aún avergonzado.

Pude ver que me quería decir algo más pero tal vez no hallaba la forma.

—Amajiki-kun, cuando seas un héroe... debes sonreír un poco más. No te guardes todo —tomé su rostro entre mis manos y presioné sus mejillas. —Las sonrisas convencen más que las palabras.

Él me miró y tomó mis manos, colocándome nerviosa.

—Es lo que haces tú...

—¿Qué?

—Guácala, tan temprano y tengo que verlos —dijo aquel pelirrojo molesto llegando.

Solté el rostro de Tamaki y lo miré indignada.

—¡Cállate! —dije y entonces él me dio un golpe, golpe que le regresé. Y nuevamente iniciamos una pelea.

—Deténganse... —murmuraba Amajiki-kun nervioso.

♫♫♫

Caminaba junto con Kazan a mi lado mientras que Uhane y Kino-san venían frente a nosotros.

No podía dejar de pensar en lo de la mañana... después de todo... después de haber dañado... me costó demasiado relacionarme.

Y creo que mi mecanismo de defensa fue alejarme y sólo relacionarme lo necesario, y ahora estaba aquí haciendo de niñera...

—Dividiremos el grupo en 2 —decía Uhane alegre como de costumbre.

Ellos eran una agencia que ayudaba a personas, niños y hasta a otros héroes a mantener una buena relación con su Kosei. Porque sí, incluso se puede tener una relación tóxica con tu Kosei.

Algunos padres traían a sus niños para que no se dañaran con su Kosei.

—Listo, somos ocho. —dije, y entonces volvimos a caminar de regreso.