16| Timbre

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Y aquí estábamos, escuchando como el director daba la bienvenida. No entendía nada, tenía sueño y mis ojos se cerraban casi que automáticamente.

Bostecé y me recargué en el hombro de Kazan, y sentí mis ojos cerrarse, pero entonces ese desgraciado, me empujó y hasta el cerebro se me zarandeó.

Lo pisé y él me miró indignado, para luego también darme un codazo, sostuve su brazo y jale su cabello, mientras él sostenía mi otra mano y también buscaba jalarme el cabello.

—Chicos... —nos llamó Tamaki, ya todos estaban avanzando.

—Suéltame. —dije mirándolo feo, él me miró igual.

—Tú primero.

—Uno...

—Dos...

—Tres...

Ambos nos soltamos y lo miré feo, para luego esconderme detrás de Tamaki, mientras le mostraba la lengua al pelirrojo.

Coloqué mis manos en los hombros de Tamaki, mientras lanzaba patadas, en busca de "dañar"a Kazan.

Pude ver a Tamaki enrojecer y eso me causó mucha ternura.

—¡Supieron de los dos de la clase A que pelearon fuera de los dormitorios! —dijo Nejire anunciando, pero no preguntando.

Yo seguía concentrada evitando los ataques de Kazan quien usaba a Kessho como escudo humano y yo a Tamaki.

—¡Tenemos que conocerlos pronto, me causa mucha ilusión! —decía Mirio moviéndose frenéticamente.

—¡Ah, suelta me! —grité al momento en el que Kazan sostuvo una de mis piernas, agradecí el haber traído el uniforme deportivo o se hubieran visto mis calzones de Dora.

Abracé mi mochila, la cuál estaba apunto de caerse.

—¡Disculpate, maleducada! —decía aún sosteniendo mi pierna, y entonces me caí al perder el equilibrio y soltando mi mochila al momento.

Esperé el sentón y me preparé mentalmente para tener ese dolor en las nalgas todo un mes, pero fui sostenida justo a tiempo.

Miré hacía atras encontrándome con Tamaki, ya que él me había sostenido; su cabello rozo ligeramente mi rostro, causandome cosquillas.

—Hola... —murmuré viéndolo con una sonrisa, aquello lo hizo enrojecer.

—Hola... —respondió él con una pequeña sonrisa.

Y entonces caí en cuenta que seguíamos en medio del campus y bajó la mirada de todos.

—¡Gracias! —grité asustándolo y dispuesta a levantarme de golpe, pero sólo logré darle un cabezazo y así ambos caímos al suelo, aunque él sólo de rodillas mientras intentábamos aliviar el dolor que nos causó el golpe.

—Lo siento... —dijo él, aún con sus manos en la frente. Yo mantenía las mías en la mía, sintiendo incluso un dolor en mis cejas.

—Fue mi culpa, lo siento... —dije aún avergonzada y entonces vi mochila en el suelo.

Me acerqué a tomarla pero igual él y nuevamente nuestras cabezas chocaron.

—¡Lo siento mucho! —me disculpé aún sosteniendo mi cabeza.

—¿Por qué son tan tontos? —dijo Kazan tomando mi mochila y entregándomela, yo lo golpeé con la misma.

Mientras veía a Tamaki levantarse avergonzado y yo me sentía exactamente igual o más.

Come caca —le dije a Kazan para después irme aún avergonzada y con mis mejillas completamente rojas. Caminando hacía él aula de soporte.

Encontrándome con Hatsume Mei y otros chicos de ahí mismo.

—¡Chica musical! —gritó ella arrojando uno de sus inventos al verme y pasando por todo el desastre que era el lugar con una pequeña cajita en sus manos.

—Buenos días, Hatsume-san —la saludé y entonces me entregó aquella cajita.

—Te ayudará a contrarrestar las ondas, intenta sólo usarlo en entrenamientos o combates, cuando en verdad tengas problemas con eso.

Hablaba ella entregándome un pequeño instructivo y los planos del aparato, sonreí y asentí.

—Gracias —agradecí y comencé a caminar de nuevo a donde estaba mi salón, encontrándome con Mirio dándole una paliza a los chicos de primero.

—¡POWEEEEER! —gritó mientras que los chicos caían al suelo casi regresando el desayuno.

Sonreí al ver a esos tres.

Realmente los admirába, podían utilizar su Kosei de una manera impresionante. ¿Y yo? Tenía miedo de mí misma... y ni siquiera deseaba ser una heroina, ni siquiera podía salvar personas si mi Kosei podía lastimarlos.

Regrese al salón pensando en aquello.

Incluso el Kosei de Kazan podía ser peligroso, pero él lo dominaba, lo único verdaderamente peligroso era su carácter y complejo de Rey.

Entré al salón, dándome cuenta que ya todos salían para el entrenamiento de hoy.

Guarde mis cosas y dejé mi mochila para salir, Kazan me estaba esperando lo miré haciéndome la "ofendida" mientras que él reía orgulloso por haberme hecho enojar.

Caminamos juntos hacía el entrenamiento, podía sentir su mirada.

—¿Sigue afectándote? —lo miré y sentí mis ojos cristalizarse, pero hice lo posible por reírme para evitar soltar el llanto en ese momento.

—Un poco... pero no es nada grave, sólo es para evitar daño permanentes. —dije mostrándoselo, él me miró seriamente y revolvió mi cabello.

—¿Eso es verdaderamente lo que te preocupa? —mi sonrisa se transformó en una mueca.

—Mis abuelos van a venir a cenar.

—Y te toca cocinar.

—¡Para tu información sé cocinar!

—Nunca lo puse en duda —me miró con una sonrisa burlona y sólo lo pise con fuerza para luego huir rápidamente.

Listen to me [Tamaki Amajiki]Where stories live. Discover now