El novio de Lucía I

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*Este será uno de los capítulos especiales que hay con todas las sirenas pero siguen formando parte de la historia principal y están narrados por la sirena protagonista*

Estaba saliendo de clases. Kairen salió antes que yo y Rania estaba entretenida con Nisu. Había oido que habían abierto una nueva pastelería en una zona de la ciudad algo desconocida. 

Estaba atardeciendo y aún no había encontrado la pastelería. Estaba perdida y recorría las calles intentando buscar alguna que me resultara familiar.

Pasé por un gran challet cuando oigo un piano y una bateria y empiezo a cantar. Se escuchan ruidos procedentes del challet y un chico salió corriendo.

Aquel chico era 2 años mayor que yo, tenía los ojos marrones, pelo rosa, un pendiente en la oreja izquierda, pantalon blanco, chupa rosa y zapatos negros.

Me vió y corrió hacia mí preguntandome:

-¡¿Eras tu la que estabas cantando?!

-Si... Si. -Respondía algo asustada. Retrocedía lentamente y me tropecé con el suelo. Mi cartera calló al suelo y a mí me iba a ocurrir lo mismo a excepcción de que el extraño chico me cogió antes de caer. Me estabilicé, cogí mi cartera y mi rápidamente habiendoselo agradecido anteriormente. Pero de lo que no me di cuenta fue de que me dejé un libro en el suelo que él recogió pero yo estaba demasiado lejos como para oir que me gritaba diciendo que me dejé el libro.

Al llegar al balneario, Rania y Kairen le preguntamos a Lucía dónde estaba y ella, avergonzada respondió:

-Me.. me perdí.

-Nos tenías muy preocupadas. -Dijo Kairen, que no se vuelva a repetir.

A la mañana siguiente, en clases, me di cuenta de que me faltaba un libro, recordé cuando mi cartera calló y en mitad de la clase grité insconscientemente:

-¡Seguro que lo tiene él!

Me castigaron saliendo al pasillo pero no me importó ya que solo tenía que buscar la casa de él.

A la salida, Rania y Kairen se fueron juntas ya que Nisu no había ido porque estaba enfermo. Doblé la esquina cuando volví a tropezar y para suerte mia, el mismo chico de ayer me volvió a salvar.

-Debes de tener más cuidado. -Dijo él riendose.

-um... -Murmuré.

-A si que estudias aquí. Ya sabía yo. -Dijo él.

-¿Cómo supiste que estudio aquí? -Pregunté extrañada. 

-Porque estudié aquí, es el más cercano que hay y porque el libro que te dejaste tiene una editorial que solo usa este instituto. -Contestó.

-Me quedé impresionada al ver que observador es y salió una pequeña sonrisa.

-Por cierto. -Interrumpió. -Soy Haru ¿y tu?

-Soy Lucía. -Me presenté.

-Tienes una voz privilegiada. ¿Has ido a clases de canto? -Preguntó.

-Si. -Mentí. -No puedo decirle que es natural que cante tan bien. Eso no es creible. -Pensé.

-Soy músico. Yo y unos amigos tenemos un grupo y necesitamos una vocalista. ¿Te gustaría unirte? Te invito a un café. -Dijo Haru.

Si, claro. -Accedí y los dos nos fuimos a una cafetería cercana.

MELODÍA DE SIRENAWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu