MELODÍA DE SIRENA

Salvado por mí

Al terminar la canción, el cayó al suelo y yo corrí a recogerle.

Con una mano le cogía de la mejilla y con la otra entrelazaba nuestros dedosy decía  mientras volvía llorar y sonreía de felicidad:

-Menos mal... Al fin pude salvarte... Perdón por no darme cuenta.

Shin abrió los ojos y se alegró por volverme a ver pero decía apenado:

-Tienes que irte.

-¿Por qué? -Pregunté yo de forma dulce.

-Cuando estube a punto de morir. -Empezó a contar él. -La Reina del Agua me ofreció el trato de seguir vivo con la condición de vivir encadenado a este palacio.

-Pues yo me quedaré contigo. -Contesté seria.

-¿Por qué? -Preguntaron las demás sirenas.

-Porque este es el antiguo palacio del Atlántico Norte. -Respondí.

Todas se quedaron impresionadas ya que ninguna se dio cuenta. Sabían lo cabezota que soy y que me quedaría ahí con Shin.

Shin estaba sentado en un sofá largo y yo me tumbé junto a él.

-Rania, por favor. -Suplicó él. -Tienes que irte. Ahora que has roto el hechizo, el palacio se destruirá y caeré con el...

-Pues yo también. -Interrumpí. -No quiero volver a separarme de tí nunca más.

Las demás princesas no se irian sin mi por lo que saqué mi micrófono y empecé a cantar un poco:

-"Aquellos sentimientos gritarán para ver de nuevo la luz, y concretar lo que ayer prometi... Si... vago sin temor, buscando una luz dentro de la oscuridad. Ya... no podrán mirar tus ojos, nunca más ese futuro lleno de paz. La luna es la que invita esta noche, y aún no logro hablar de lo que siento. Mi corazón ansioso te lo quiere gritar... Aquellos sentimientos hablarán, para ver de nuevo la luz y concretar lo que ayer prometí... Si me acostumbro un poco creo que con mi fuerza puedo cruzar, aquel bello cielo que mis ojos veran... en toda su inmensidad... Aquel futuro que está frente a mí. Mis manos alcanzarán."

Del micrófono salió una extraña ráfaga de viento que las expulsó a todas del palacio mientras este empezaba a derrumbarse.

-¿Cómo has hecho eso? -Preguntó cariñoso Shin mientras me acariciaba la espalda.

-Presentía que esto ocurriría y alguien me ayudó a echarlas. -Dije yo.

Sabía que eso había sido obra de la Reina del Agua pero parece que fuí la única que me di cuenta.

*https://www.youtube.com/watch?v=kt54KV1gfho&index=9&list=PLGzV6CLX2y5XjRoXspIBxvBBZdpeStuD7