Nueva maldad

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Cuando llegamos al palacio ya había caido la noche. Todas las sirvientas nos esperaban y nos vestimos para la ocasión: Yo tenía un vestido verde y una diadema de flores verdes (igual que Luchia solo que sin las coletas y de color verde) Kairen y Lucía tenían una falda del color de su perla (igual que Karen y Noel en el Festivla Verde de Verano de Rina)

Bajé unas escaleras que llebaban al trono y todas me aplaudían y elogiaban. Las otras dos princesas iban detrás de mi y se sentaron a mi lado.

Empezaron a bailar y a tocar instrumentos, era una fiesta divertida para todos menos para mí. Estaba buscando el momento adecuado para contarles todo.

Unos suaves ruidos empezaron a sonar, creo que fui la única que lo escuchaba ya que todos se comportaban de forma normal. Salí del salón en un momento en el que nadie me podía ver (o eso creia) y busqué el origen de los ruidos.

Avancé por un pasillo cercano cuando una anguila gigante atravesó el pasillo de forma horizontal, destrozandolo ya que este era vertical.

Me quedé paralizada y no sabía que hacer. Aparecieron Lucía y Kairen gritando:

-¡¿Qué ha pasado aquí?!

-¡¿Qué es eso?!

A la anguila le salieron dos pegajosos tentáculos con los que cojió a las dos sirenas. Me sentía inmóvil, sin poder hacer nada.

-Los dos sabemos que quieres salvarlas. -Decía una voz.

Empecé a girar la cabeza buscandola pero no la encontraba.

-Aquí arriba. -Decía la voz con un tono burlón.

Subí la cabeza hacia arriba y, efectivamente, aquel personaje estaba encima del monstruo,

Era un hombre rubio, de ojos violeta y alto. Vestía una camisa blanca de cuello, un pañuelo azul, un chaleco gris y zapatos, chaqueta y pantalones negros y guantes blancos.

-¿Quién eres? -Pregunté.

-Solo alguien que te hará un trato. -Respondió. -Entregame tu perla a cambio de la libertad de las dos princesas.

-No sabía que hacer. Parecía que él sabía que no me gustaba transfromarme. Estaba pensando que hacer mientras jugaba con el colgante.

-¡No le escuches, es una trampa! -Gritaban Lucía y Kairen.

-No tenía alternativa, tenía que transformarme para salvarlas.

MELODÍA DE SIRENAOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz