MELODÍA DE SIRENA

Invitación

Estaba anocheciendo cuando oigo un ruido extraño, me asomo al balcón y veo al mensajero del Atlántico Norte, salgo del balneario y me lanzo al mar para ver que sucedía, este me entrega una carta que leo en el camino de vuelta. Abro la puerta, Kairen y Lucía me preguntaban qué había sucedido pero yo las ignoro.

-Ya ha pasado un año... -Pienso en voz alta y le entrego la carta para que ellas la lean.

Vuelvo a entrar en mi habitación y recuerdo la promesa que me hice: 

-"Nunca volveré a ser una sirena". -Repetí. 

Me tumbé en la cama reflexionando sobre lo que ponía en la carta:

Mañana se va a celebrar el aniversario de su nacimiento. Deve volver al Océano del Alántico Norte y, como la paz ha vuelto, vivir definitivamente en él y ejercer su deber como princesa sirena.

-No quiero seguir finjiendo ser lo que no soy. -Pensaba. -Pero tampoco puedo abandonarlas sin motivo. Solo acudiré y renunciaré al trono.

Al día siguiente, todo ocurrió con normalidad: Las clases igual de aburridas, el nuevo seguía molestandome y aún siguia alejada de Lucía y Kairen.

Anteriormente, les informé a ellas que partiríamos al atardecer, después de las clases.

A la salida, intenté no encontrarme con Nisu pero fue en vano. De vez en cuando me planteo si me espía porque siempre sabe dónde estoy.

-¡Rania! -Grita él.

-Espero que esto no se repita todos los días. -Murmuraba.

-He oido que hoy es tu cumple. ¿Qué te parece si te invito a cenar? -Sugirió Nisu.

-No puedo. -Me excusé. -Tengo que cojer un vuelo hacia Europa esta misma tarde.

-Bueno. Pues nos vemos el lunes. -Se despidió.

-No creo que eso ocurra. -Murmuré mientras me alejaba y sacaba una sonrisa maligna.

Estaba a punto de atardecer y yo, Lucía y Kairen fuimos nadando hacia el reino del Atlántico Norte.