¡Feliz año nuevo! La desastrosa quedada

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Era la mañana de año nuevo. Niguna quería levantarse. Escucho una voz gritando y me levanto de golpe. Al levantar la cabeza, choco con Lucía y esta hace lo mismo con Kairen. Se podría decir que fue el perfecto "efecto cadena". Las tres nos levantamos, nos vestimos aún dormidas y bajamos para averiguar el origen del grito.

En el recibidor estaban Nodiel, Coyta, Seira y Haron. Corrimos a abrazarlas y ayudarlas con el equipaje.

-¿Qué haceis por aquí? -Pregunto.

-Pues las vacaciones de año nuevo. -Respondió Coyta guiñando un ojo.

-Nosotras también necesitamos divertirnos. -Siguió Haron.

Horas después, entró corriendo Nodiel al balneario gritando: 

-¡¿Qué tal si vamos a un karaoke que inaguran esta noche?!

-Yo no puedo. -Se excusó Lucía y sonrió mientras se sonrojaba.

-Paso. -Dijo Seira. -No me interesa.

-Pues iremos las demás. -Comentó Haron.

-Bueno... -Murmuró Kairen. -Tengo una cosa que hacer a esa hora.

-¿Enserio? Que pena. -Dijo Coyta. -Al final vamos yo, Rania, Haron y Nodiel.

-¡Si! -Gritamos nosotras.

Llegó la noche. Todas salimos por la misma puerta a la misma hora pero con tres direcciones diferentes. Al llegar, no me dio un buen presentimiento: 

-Es extraño. -Pensé. -¿Por qué no hay más gente que nosotras? Se supone que era una inaguración y no había ni folletos ni carteles ni nada.

Entramos. Habían tres habitaciones y en cada una había una mesa y dos bancos. Todas entraron llenas de curiosidad y yo me quedé en el mostrador hablando con la dueña del local. 

La puerta de una de las habitaciones se cerró con todas dentro. Ellas intentaron abrirla pero estaba cerrada con llave. Empezaron a tocar la puerta para hacer ruido, miré hacia ellas. Empecé a forcejear el pomo intentando abrir la puerta pero no podía.

-Ya las tenemos a todas. -Dijo una de las dueñas.

-¡¿Quién sois?! -Pregunté enfadada.

-Me sorprende que aún no te hayas dado cuenta todavía. -Rió otra.

-A la cabeza se me vino la idea de que fuesen diablesas acuáticas y yo sola no podía con ellas, así que me fui corriendo para buscar a las demás.

Llegué cansada al balneario y empecé a recorrer los pasillos buscando a Seira. No tardé mucho tiempo en encontrarla ya que estaba en la puerta de su habitacion sentada en el suelo leyendo una revista. Me acercaba a ella mientras le gritaba: 

-¡Estamos en problemas!

Seira levantó la cabeza y me miró con un gesto de aburrimiento.

-¡Las demás han sido capturadas por las diablesas acuáticas! -Grité.

Al oir esas palablas, se levantó de golpe y me dijo en voz baja:

-Corre.

Las dos nos fuimos a buscar a Kairen y Lucía.

Estábamos corriendo por un parque cercano cuando ví a Lucía. Me acerqué y le susurré:

-Las diablesas acuáticas han capturado a las demás.

Ella se levantó sobresaltada y le dijo a su novio: 

-Lo siento pero tengo que irme. Han surgido unos asuntos que tengo que solucionar. Ya hablamos mañana. Chao.

Y se fue corriendo con nosotras. Poco tiempo después encontramos a Kairen caminando preocupada.

-Vámonos. -Dijo Lucía y la cogimos de la manos para llevarla al local.

-¡¿Pero qué pasa?! -Preguntó Kairen.

-¡No hay tiempo para explicaciones! -Grité y seguimos corriendo buscando el local.

No estaba muy lejos del lugar en el que encontramos a Kairen, entró Seira y una de las diablesas dijo:

-Vaya, vaya. Ya sabía yo que volverían. 

-Es verdad. Ellas siempre están juntas. -Dijo la otra. -Así será más fácil capturarlas a todas de golpe.

-Eso es lo que os creeis vosotras. ¡Voz naranja perla! -Dijo Seira.

-¡Voz violeta perla! -Añadió Kairen.

-¡Voz rosa perla! -Dijo Lucía.

 Ellas empezaron a cantar pero yo no me transformé. Me escondí detrás del mostrador buscando la llave para abrir la puerta en la que estaban las demás.

MELODÍA DE SIRENAWhere stories live. Discover now