Capitulo 48: Tuya

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• La mayoría de los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, (algunos serán inventados por mi), las imágenes no me pertenecen y la historia es de mi propia autoría.
Disfrútenla.

*****

Narra Tenten

Neji y yo nos encontrábamos de camino a Konoha, el sol comenzaba a ocultarse y no tardaríamos en detenernos y encontrar un lugar para dormir.

La mañana de ese día venía a mi mente. Cuando desperté temía que lo sucedido la noche anterior hubiese sido solo un sueño pero Neji se encargó de que, tan pronto abriera los ojos, supiera que no había sido así.
Neji se encontraba a mi lado.
Y lo recordé... en la madrugada dejó el sillón y se había ido a dormir conmigo.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro al encontrarme con esa mirada malva que me encantaba.
Me dio los buenos días y depositó un beso en mi frente... Y ¡Por Kami! ¡Cuanto me encantaban esos besos tan cálidos!
Se levantó y me dijo que salíamos para la aldea. Fue cuando caí en cuenta que yo no podía marcharme... ahora era una ninja de Suna, y claro, Neji se dio cuenta de la expresión en mi rostro y solo me sonrió desde arriba. Me dijo que Gaara ya estaba al tanto de todo y no pude evitar sorprenderme, al parecer, Neji había llegado la mañana del día anterior y tan pronto lo hizo, se dirigió a hablar con el Kazekage, arreglando todo para el momento en que yo le diera el si y pudiéramos regresar a Konoha.

–Tenten, aquí nos detendremos a descansar. Mañana continuaremos.- la voz de Neji me trajo de vuelta y asentí a su comentario.
Pronto armamos un pequeño campamento y él se fue a buscar ramas para hacer una fogata mientras yo me sentaba en el suelo.

Estaba algo callado después de la conversación que tuvimos durante el camino. Le hice todas mis preguntas y él muy apenas quiso contestarlas. Al parecer, se sentía algo avergonzado y una parte de él se culpaba por todo lo qué pasó. Él no me lo dijo pero pude leerlo en su expresión y tono de voz que, aunque trato de ocultarlo con indiferencia, no pasó desapercibido para mi.
Si bien, su abuelo se había aprovechado de él, haciéndolo creer que sus deseos eran los mismos que los de Hiashi, Neji se culpaba por haberlo dado por hecho y no haber conversado con su tío antes. Se dejó manipular y eso fue una gran golpe en su ego y orgullo. Además, sabía que se sentía responsable por mi sufrimiento y una parte de él se arrepentía por no haberme dicho sus sentimientos desde un principio. Pero, mientras él se reprochaba todo eso entre líneas, yo en lo único que pensaba era en su sufrimiento. No me podía imaginar la impotencia que debió sentir al tenerme de frente y no poder decirme que me amaba porque no podría estar conmigo, porque no quería lastimarme mas, sabiendo que él me correspondía pero que aún así no estaríamos juntos. Y aunque una parte de mi estaba molesta porque no me lo dijo, la otra, de alguna forma, lo entendía.

Neji era un sobreprotector y prefería sufrir en silencio a que yo estuviera cada día maldiciendo el destino por ponernos en esa situación y, de alguna forma, molestarme conmigo misma por ser tan insignificante como para que me consideraran una opción para él, como si pudiera cambiar mi posición en la vida...

Como si nunca me hubiera pasado por la cabeza...

Y es que les mentiría si dijera que no llegue a sentirme de tal manera. En mis inicios como ninja, cada vez que escuchaba más sobre la historia y mencionaban los grandes clanes tales como los Hyūga y los Uchiha, y sus Kekkei Genkai que los hacía especiales y poderosos, no podía evitar pensar en mi insignificancia. Ellos tenían las de ganar, habían nacido con ventajas, y yo... bueno... mis padres habían muerto y no pertenecía a ningun clan, ni siquiera tenía apellido y mi poco control de chakra limitaba mis habilidades como ninja... No fue hasta que conocí a Gai-sensei y Lee que me demostraron que podría lograr grandes cosas con esfuerzo y dedicación. Encontraría mi lugar en el mundo. Un lugar en el que pertenecería y cuando las armas y la invocación llegaron a mi, sabía que esa sería mi especialidad. El problema fue cuando comencé a sentir cosas por él, por ese chico de ojos característicos de su clan, aquel que llamaban genio, y no cualquiera, si no, el genio Hyūga.
Y es que ¿cómo un chico como él, -increíblemente apuesto- perteneciente a uno de los clanes más poderosos e importantes, se fijaría en alguien como yo?
Hasta él mismo reconocía ser mejor que cualquiera, y si bien lo ponía en su lugar, algunas veces daba en el clavo.
Para mi, él era un amor platónico, hasta me parecía una tontería considerar una historia de amor con Neji Hyūga, y aún así, cuando dejaba volar mi imaginación y soñaba con que él sintiera lo mismo por mi, siempre aparecía el antagonista de la historia. Su clan.

La chica de Neji Hyūga - En correcciónWhere stories live. Discover now