Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú]

El padre de Delphini

...

—¿Mi padre tenía un tío?— preguntó avanzando hasta donde ellos, observando al castaño boquiabierta, y él asintió junto con su madre y abuela —No tengo recuerdos con usted, pero su nombre me suena...

—Quizá lo reconozcas por la misma razón que no tienes recuerdos conmigo— dijo sonriente, quitándose el abrigo y colgandolo en el perchero, para después caminar hasta su sobrina y tomarla por las mejillas —Tienes los ojos de tu padre— repuso mirándolos fascinado —Pero claro que lo demás es de tu madre.

—Tu tío es un escritor...

—Investigador al que le gusta dar a conocer su trabajo— corrigió a Agra, y cuando Neela llevó su mirada hacia él, se sorprendió al ver su brazo derecho con unas enormes cicatrices que no eran agradables a la vista —Escribo sobre bestias mágicas.

—Énfasis en "Bestias"— se burló su abuela, ayudándole a Delphini a quitarse su abrigo.

—Esto me lo hizo un Wampus, no son muy amigables cuando te acercas a sus crías— le explicó —Hace años saqué mi libro, seguro lo has visto en Hogwarts, se llama...

—Bestias mágicas por Dimas Bloom— interrumpió al recordar que había visto su nombre en el libro que había leído en su primer año de escuela —Ya lo recuerdo, lo leí hace años. Es cierto que se me hizo raro que el autor tuviera mi apellido pero... Jamás pensé en la posibilidad de que fuéramos parientes.

—Pues lo somos, y me alegra conocerte al fin. Tu padre me envió una foto tuya unas semanas después de que nacieras, pero ya has crecido y cambiaste mucho. Sin duda alguna hermosa como tu madre— la rubia se sonrojo sonriendo, saliendo de su encanto cuando Tom carraspeó de repente.

—Ah, casi lo olvido. Tío, él es mi prometido, Tom— lo presentó, sorprendiendo a su madre y a Dimas al presentarlo así, incluso dejó de escuchar los platos lavandose para que después Kampell saliera de la cocina y la mirara extrañado. Claro, la única inmune a la sorpresa fue su abuela —Es una larga historia, madre— se excusó.

—Dimas Bloom, un placer— extendió su mano y el pelinegro la aceptó con gusto, incluso sonriendo (lo que, por obvias razones, extrañó a su novia).

—El placer es todo mío, señor— todos avanzaron hasta el comedor para cenar en familia, pero cuando todos estuvieron sentandos (incluyendo a Kampell) se oyó como la ventana era golpeada levemente.

Neela volteó y se paró de inmediato al reconocer a su cuervo, abriéndole para después colocarlo en su lugar en la mesa —Estás helado— dijo preocupada mientras acariciaba sus plumas, colocando un tazón de sopa a su lado para que se calentara, ofreciéndole migajas de pan.

—Es Tanatos, el cuervo de Neela— le explicó su madre a su tío, quien veía sin entender el modo en que era acojido.

—Tom, ¿Podría tener una rápida charla contigo?— dijo su abuela, quien aún no se había sentado, observando de manera seria al pelinegro, quien tragó saliva y asintió, parándose igualmente de su asiento.

—Con permiso— Neela lo siguió con la mirada mientras salía del comedor, tratando de deducir la razón de su plática.

—De no ser por la edad, llegaría a creer que Tom y tu abuela tienen un amorío— se burló su madre, llevando un pedazo de carne a su boca, borrando su sonrisa al ver a su hija tan seria.

—No es divertido, madre— repuso, sirviendo en su plato un poco de la ensalada navideña que tanto le encantaba.

—Y, dime, Neela ¿Cómo te va con tus estudios en Hogwarts?— preguntó su tío, tratando de disminuir la tensión en el ambiente.