Vacaciones de Pascua

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...

Dumbledore asintió y dio un gran sorbo al café, colocándose en su cama para después quedarse dormido, Neela se acercó a él con cuidado y lo cubrió con la sábana.

Estuvo a punto de meterse a su mente para descubrir el misterio de quien era el dueño del hechizo que había dado a parar en Ariana, pero algo le dijo que no era una buena idea, así que se apresuró a tomar lo que necesitaba.

Que fue la varita de sauco, lo que la gente conocía como la vara letal, la vara del destino entre otras cosas, pero ella la veía como la respuesta a sus preguntas.

La guardó en su bolsillo y se fue lo más rápido que pudo a la sala de menesteres, y cuando llegó, vio cómo Eric apuntaba la varita temblorosa hacia la puerta, que estaba siendo golpeada cada cierto tiempo.

—Ya despertó ¿Verdad?— él asintió.

—Le quité su varita como me dijiste, y cuando iba de salida casi me embiste, pero de no haber sido porque cerré las puertas tras de mi rápidamente, probablemente ya estuviera muerto— dijo entre respiraciones —Tu turno, será mejor que me vaya para tomar mis cosas sabes, adiós.

Y sin más, se fue, Neela miró a la puerta, y en el momento que dejó de ser golpeada para que Tom tomara impulso, la abrió, causando que ahora éste estuviera tirado frente a ella.

—¿No podías esperar a que llegara?— el pelinegro en seguida se paró del suelo, acomodando sus rulos y sacudiendo la tierra de su uniforme como si nada hubiera pasado.

—No es muy placentero que digamos despertar inconsciente en una sala en la que para empezar ni siquiera te dormiste— recalcó enojado, cruzandose de brazos y desviando la mirada.

—Era la única manera, Tom. Sino no me dejarías hacer lo que fui a hacer— explicó tratando de bajar sus brazos de frente a su pecho, y tomándolo del mentón para que la mirara.

—¿Y qué fuiste a hacer que era tan importante como para dejarme inconsciente y sin mi varita?— al terminar de decir ésto, Neela ya había terminado de "des-cruzar" sus brazos, aferrándose a su abdomen y recargandose en su pecho.

—No es correcto que te lo diga ahora, quizá más adelante pueda hacerlo— respondió mientras hacía que Tom le respondiera el abrazo, colocando sus brazos en su cintura.

—Tks...— fue lo único que expresó, accediendo a la acción de abrazar a su novia, quien lo miraba insistivamente —Bien— agregó aún molesto —Pero si me vuelves a hacer eso...

—No lo haré, lo prometo— interrumpió Neela mientras se separaba de Tom y tomaba su mano —Debemos de ir a hacer las maletas para estar listos mañana temprano.

—¿Entonces no me lo vas a compensar?— preguntó fingiendo un tono de indignación, señalando la sala de menesteres con la cabeza.

—¿Por qué crees que quiero hacer las maletas ahora? Así tendríamos toda la tarde...— susurró en su oído mientras se alejaba con una sonrisa pícara hacia las mazmorras.

—¡Eres cruel! ¿Te lo han dicho?— gritó unos metros atrás de ella, siguiendo su trayectoria.

Pero en realidad empacar fue más fácil y rápido de lo que pensaron, ya que Mia, Lea y Penelope estaban en el Gran Comedor asaltando los dulces, mientras que Orión, Rabastan y Abraxas jugaban con una Quaffle robada en los jardínes.

Al llegar, Neela sacó su baúl vacío y lo colocó encima de la cama, mientras que con la varita apuntaba a su ropa para que se guardará bien doblada ahí mismo, también tomó la foto de su madre y la guardó entre los vestidos.

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora