¡Lo Descubrió!

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...

Dora con cautela siguió hacia donde la aguja apuntaba sin entender ya que ésta apuntaba a la pared, pero cuando llegó una puerta se formó frente a ella como había pasado con la entrada a la sala común de Slytherin.

Miró aquella habitación oscura, con mucha falta de luz solar y fría, el polvo era tan espeso que aquellas paredes que parecían ser blancas eran completamente grises, casi negras.

Había muchos chucheres cubiertos con mantas, también llenas de polvo, el eco de los zapatos resonaba en toda la habitación pero lo que llamó la atención de Joan fue escuchar como una silla se movía y unas cuantas cosas caían al piso.

—¿Hay alguien ahí?— preguntó alerta escuchando atentamente cualquier simple sonido, pero su atención fue desviada cuando un ropero empezó a temblar después de que Ella pasara enfrente.

Dudosa se acercó a éste, parecía que había algo adentro que quería salir así que quiso ayudar a aquella criatura y quitó el seguro que se lo impedía, y como en película de terror el pomo empezó a girar por si sólo lo que hizo retroceder un poco asustada haciendo chocar con una gran hilera de muebles.

Cuando la puerta estuvo lo suficientemente entreabierta aquella criatura empezó a deslizarse fuera y lo que espantó a Joan no fue que el animal fuera una gran serpiente si no que estaba 100% segura de que ellas no abrían picaportes.

Soltó un grito ahogado por su mano y mientras Ella retrocedía el reptil la seguía amenazando con atacar <¿Acaso no reconocen a una de los suyos?> se preguntó un poco ofendida mientras sacaba su varita y trataba de apuntar firmemente a su oponente pero su mano le temblaba.

¡Riddikulus!— gritó suponiendo que era un boggart, y dio en el clavo salvando su vida, el hechizo convirtió a aquella peligrosa serpiente en una serpiente femme y refinada que usaba vestido y bolso.

Ella suspiro y se las arregló para meter a aquella criatura otra vez en su lugar pero no se dio cuenta que había dejado su mochila en el piso y tropezó con ella y al caer se golpeó con la torre de antigüedades de hace un rato haciendo que balanceara peligrosamente.

Una mesa no pudo soportar aquella presión y su pata se rompió haciendo caer todo ese pilar sobre Ella que reaccionó, lo más rápido que pudo tomó sus cosas y salió corriendo (pero en el intento la brújula se deslizó de la mochila).

Dora pensó que no lo lograría ya que estaba a menos de un metro de su cabeza, así que saltó para tomar ventaja y poder librarse de una prematura muerte. Varios cristales salieron volando de espejos y porta retratos rasgando el uniforme y brazos de la pequeña que cubrían bien su rostro.

Respiraba agitadamente botada en el piso boca abajo, y se paró mientras tallaba sus partes adoloridas del cuerpo y sacudía algunos cristales de su ropa. Paró de hacer sus acciones al ver a Tom parado frente a ella completamente tranquilo

—Hola... ¿Desde hace cuánto tiempo estás ahí parado?— preguntó desconcertada mientras observaba el desastre

—Llegué aquí antes que tú— contestó antes de salir de la sala como si nada hubiera pasado, Dora asintió pero casi al instante se dio cuenta de lo que eso significaba y lo detuvo antes de que estuviera fuera de la estancia

—¿Estuviste aquí todo el tiempo y no pudiste ayudarme?— no podía creer que Tom hubiera sido capaz de haberla dejado morir y no intentar hacer algo, pero se le cruzó por la mente que quizá no había escuchado nada.

Revisó que todo estuviera en orden, al descubrir que "su" brújula faltaba se puso histérica y empezó a buscarla debajo de los micro pedazos de vidrio cortando sus dedos varias veces pero eso no le importó

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora