Golpe bajo

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...

Neela despertó entre gotas de sudor que cubrían todo su cuerpo, trató de pararse pero un ardor infernal en su estómago la detuvo, levantó un poco la vista para darse cuenta de que ahí donde antes estaba la garra de dragón, ahora había suturas.

Entonces Tom entró a su campo de visión con una toalla mojada, retiro la que al parecer tenía puesta y le puso la nueva para combatir la calentura, fijó su vista en la herida y con otra gasa húmeda dio leves toques alrededor de ésta, escuchando como ella se aguantaba quejidos de dolor.

-Estás ardiendo- explicó Tom mientras apagaba la chimenea, observando la ropa a un lado de ella -Te la tuve que quitar porque eso sólo incrementaba tu temperatura, espero no haya molestia.

Neela negó, acomodándose poco a poco en la cama -Tengo que ver a Cassandra, Tom- dijo en tono bajo por el dolor, pero aún así en súplica -Si algo le pasa por mi culpa...- empezó haciendo que su voz se fracturara, ella siendo ella no podría tolerar algo como eso.

-No le pasará nada, Neal, ahora debes de preocuparte por ti ¿Está bien? Si te recuperas podría llevarte con ella- repuso tratando de hacerla entrar en razón.

-¿Cuánto tardaré en recuperarme?- el pelinegro miró pensativo a la mujer, haciendo un aproximado mentalmente.

-Máximo tres días, si te comportas, claro- añadió llendo por un poco de agua fría y dársela a beber -Hay un chico que no deja de hacer preguntas acerca de ti- ella lo miró sin entender -Me dijo su nombre, pero como no me interesaba no lo escuché.

-¿Eric Yaxley?- él asintió al escuchar el nombre, mirándola de manera celosa -Él ayudó a que nos reconciliaramos, Tom, además de que me ayudó a no llegar tarde a la primera clase del año- puso los ojos en blanco volviendo a retirar la gasa de su frente.

-Supongo que tendría que agradecercelo- supuso con pesar colocando la nueva gasa y poniendo un ungüento sobre la herida de Neela.

-S-Supongo... q-que sí- respondió como pudo, ya que aquel líquido estaba frío y hacía que la piel se le erizara, algo no muy bueno para su piel sensible por la rajada.

-Lo siento Neal, pero ésto ayudará a que cicatrices más rápido- replicó limpiando sus manos para después acariciar su cachete y depositar un beso en sus labios.

Se dirigió a paso lento hacia la puerta, cuando ella interrumpió su trayectoria -¿A dónde vas?- preguntó observándolo desde la cama.

-Por ingredientes para más pociones, no confío en los que ésta extraña sala nos da- al decir ésto, de una de las paredes salió volando un zapato con trayectoria a la cabeza de Tom, lo que no pudo evitar hacer soltar a Neela una carcajada.

-Creo que a ella tampoco le agradas- dijo tallando su abdomen, que gracias a sus risas, empezaba a dolerle.

-No salgas- advirtió Tom con seriedad mientras la apuntaba con el dedo culpablemente.

Cuando Riddle salió, aprovechó para tomar uno de los libros a su lado que "Casualmente" trataban acerca de los venenos de las serpientes y su efecto en el cuerpo humano, pero no encontró nada acerca de su especie, ya que cuando hablaban de los demás venenos no decía que fueran tan graves.

Le dio un vuelco el corazón de tan sólo pensar en cómo estaría Abraxas ahora, así que lentamente se paró y con ayuda de su varita enrolló una gasa en su estómago, se puso la túnica, además de arreglar su cabello y rostro para no verse muy desaliñada.

Después de dudarlo unas cuantas veces, decidió salir en dirección a la enfermería para ver a ambos jóvenes de Slytherin que estaba segura de que estarían ahí.

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora