Oh Riddle

9.2K 634 1K
                                    

...

Todos le temían, respetaban o ignoraban. Pero ella no, había aprendido tiempo atrás que si ella no le demostraba miedo podría tener el control que le hacía pensar a él que tenía.

La miró sin pronunciar palabra fijamente con sus libros aún en el piso, Dora se agachó rápidamente levantandolos y diciendo lo siento sin sentirlo.

—Ten— dijo ella ofreciéndole todos sus libros esperando a que los tomara

Sin decir nada los agarró y siguió su camino, dejándola pensando en si acaso ella había metido la pata aquella noche, si había hecho algo mal al meterse donde no la llamaban y si podría compensarlo. Miró su espalda un momento antes de volver al compartimento donde los chicos hablaban.

Joan se sentó junto a Abraxas pegada a la ventana observando los árboles pasar, pensando en Tom, no en Tom Riddle, sino Tom. Su Tom, el Tom que ella había conocido y al que tanto quería, ahora sólo pensaba en él como Marvolo, un joven sin sentimientos al que se debía de desconfiar.

En un abrir y cerrar de ojos se encontraban ya en Hogwarts, algunos ansiosos por otra aventura y otros deseando que el curso ya acabara. Se dirigieron a los carruajes con paso lento, y Elle le dedicaba una mirada en forma de saludo a su amiga Myrtle de Ravenclaw.

La cena pasó lentamente torturando a la joven Malfoy, que sólo escuchaba sin prestar atención las pláticas de sus compañeros mientras jugaba sin ganas con la comida. Volteó y vio a Rubeus Hagrid, que le sonrió felizmente lo que logró subirle el ánimo.

Ahora era prefecta, la había elegido sin dudarlo el profesor Horace junto con Tom y era una de las pocas cosas que compartían. Por lo que ya no podía ver a Dumbledore para ponerse al día después de cada cena, junto con Tom guió a los estudiantes hasta la sala común y explicaron en conjunto las reglas.

Esa noche no durmió esperando a que sus amigas y todos los Slytherin se encontraran perdidos en sus sueños, salió sigilosamente de la sala aún en pijama hacia la biblioteca. Entró a la sección prohibida donde su madre le había indicado: Tercera estantería a la izquierda, cuarto nivel, de izquierda a derecha libro número 26.

'Contra-maldiciones y maldiciones... Magia oscura, autor anónimo' Vio a sus lados sin encontrar a alguien y tomó aquel libro, se sentó en una mesa y comenzó a leer el índice dándose cuenta de que quizá ahí estaban las respuestas que buscaba. Hojeó las páginas rápidamente leyendo sólo lo importante hasta que un ruido al final de los pasillos la interrumpió.

Devolvió el libro a su lugar y en puntillas se refugió en el borde de la estantería respirando agitadamente esperando no ser descubierta a horas demás el primer día, ser reprendida y despojada de su puesto que para nada era lo que ella quería.

Y cuando no vio nadie salió de la sección prohibida fijándose en quien estaba ahí <¿Riddle?> se preguntó al ver al pelinegro aún con el uniforme puesto merodeando como lo hacía ella, y sin esperar invitación alguna salió deprisa de la biblioteca.

Había quedado exhausta después de hacer las rondas y tuvo que hacer un esfuerzo sobre-humano para poder ir a la biblioteca, por lo que al tocar su cama quedó profundamente dormida.

...

El ruido de unas gotas callendo se escuchaban hacer eco por todo el lugar, ella reposaba sobre las piedras húmedas y frías de aquel pasillo.

Se paró confusa sin saber qué hacía ahí, miró a los lados y vio más y más piedras. Al igual que en los demás sueños (que no había tenido en años) había una persona de espaldas frente a ella.

Enamorada De Tom Riddle [Tom Riddle y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora