LETRAS, ORUGAS Y MARIPOSAS

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Letras, solo letras;

inertes, plásticas, inanimadas letras;

letras preñadas de sentido

que en tu boca que exhala aliento,

revoloteando, adquieren sentido, e imaginas.

Letras, solo letras;

ganan sentido cuando sientes que te escribo,

cuando sientes que, entre letras

te susurro que te quiero

o te espeto que te odio...

O que te entiendo, digo.

¡Lees, y leyendo

sientes que te entiendo!

Si escribo «¡Te quiero!»,

te quiero cuando lees y leyendo crees

cuánto crees que te quiero.

Si escribo «¡Te odio!»,

te odio en tanto que te crispas

cuando leyendo sientes que te odio.

¡Cuánto te odio!

Y si lees que crees que te entiendo,

al leerlo, el sosiego pleno brota solo,

solo con leerlo, solo.

Letras, solo letras

brotan sin receptor previo.

Letras sin sentido, inanimadas letras;

letras, solo letras

escritas para todos y para nadie,

sin sentido, garabateadas letras.

Letras, solo letras;

esperan ansiosas

como la mariposa espera en su capullo a ser leídas,

sin ser, aunque se la espera.

Letras emitidas

ansían un alma lectora,

ansían provocar risa, llanto,

dolor o ensueño.

Sin embargo ¡cierto!

Son solo letras no leídas...

¡Hasta ser leídas!

Letras, solo letras

que desean ser leídas.

Desean enamorar al ser leídas,

desean crispar, ensoñar, amar

al ser leídas.

Aun cuando son letras, solo letras;

son yo, y con ellas

me doy a ti que lees.

A ti que lees de momento solo letras,

en tu boca significan cuando lees.

En esa tu boca que exhala aire cuando lees,

leídas las letras,

la oruga se convierte en mariposa;

el color y la belleza brota por un día,

por un día o un momento de ese día.

Un instante y en tu boca,

la letra, hasta entonces solo letra,

se hace bella,

y en la belleza que es oruga,

estás tú, fiel mariposa.

Para nadie, que son todos

Godoylicismos. Los Estados del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora