CUÁNTO BESO, AMOR

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Mira...

Solo verte y cómo me abrazas,

¡cuánta sensualidad!

¡Cómo besas! ¡Esa delicadeza plena de aliento!

Noto cómo te vas excitando sin perder ternura,

pero la mezcla de deseo, ternura y cariño, al tiempo,

es lo que eleva al cielo. Y en la tierra,

cuando te miro, se me permite ver esa excitación...

Y entonces te acaricio toda la piel,

mientras te beso...

Respiro tu respiración que se agita por momentos...

Recorro los dedos desde tus labios hasta tu pecho

y noto tu respiración.

Y siento que me sientes a través de mis dedos...

Y noto que tus tensos senos desean su roce...

Todo yo en las yemas de mis dedos, hoy tuyos...

Y mientras todo eso, toda tú respirando y sintiendo...

Te miro... Y a veces te beso,

y ese cuerpo tuyo se estremece.

El roce de tus pies tensos contra las sábanas

como si llamaran a mis yemas.

Me acerco a ellos y los acaricio;

pareciera que tienen vida propia...

Se dejan halagar,

y el susurro del roce rompe el silencio

y se mezcla con tu aliento ya excitado...

La punta de mi lengua entre tus senos, excitados senos;

me busco hueco entre tu cuerpo... Él ¡Sí! Me hace hueco.

Tus muslos se entreabren, tus pies transitan

entre las sábanas que nos intermedian, y de repente...

¡Cuerpo contra cuerpo!

Respiración, boca y labios, senos... Muslos, ellos tersos...

Todo contra mi cuerpo.

Beso tu vientre otrora paridor y hoy terso,

excitado vientre que se eleva

y desciende con la excitación de toda tú...

Y te beso, amor... Te beso a ti y a tu deseo.

Tu cuerpo se estremece...

Godoylicismos. Los Estados del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora