MORIR EN VIDA

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La muerte te cerca

y toda dueña decide día y hora.

Si cediera a la tentación,

se alejará mas no se irá.

Tarde o temprano volverá

y quizá sea definitiva.

El Amor se acerca, te ataca,

y todo melaza te embadurna de su dulzor

hasta llevarte a los cielos;

cielos ilusionados

cuya vereda solo él conoce.

Si se va, no así la muerte, muere

y ya no hay retorno.

Con su partida,

se lleva todas las migas de pan

que fueron guía en los inicios fuegos.

Sentirás morirte con su marcha...

¡Ficticio...! Solo duele.

La muerte se autoabastece

mientras que el amor se consume.

Si sientes la muerte,

sosiégate y no te resistas.

Si por contra se te acerca el amor,

agárralo con fuerza;

si escapa, no volverá.

La pregunta es: ¿llego en el momento adecuado?

La muerte siempre es precoz,

el amor casi siempre tardío.

Quizá por eso

morir de amor duele más que la muerte misma.

Todo ello discurre a pesar tuyo,

y mientras vives, anhelas recordar,

pensando que todo pudo ser distinto.

Ya no hay migas

y solo esperas... día y hora, en vida.

Godoylicismos. Los Estados del AlmaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz